NO me ames más!!!
Kathy Quispe Ordóñez
Me he preguntado toda la semana, ¿Cómo llenaría esta sección de más de 500 palabras, sintiéndome como me siento. Así que decidí hablar del culpable de mis dolencias y desánimo. Escribo sobre él, que duerme más de tres veces al año conmigo (por varios días). Ese mismo que me envuelve con sus hostiles brazos aunque haga una y mil piruetas por zafarme. Ése, que me sofoca y despierta en la madrugada con todo el calor de su “virilidad”, y no me deja en paz hasta verme totalmente desposeída. Ese amante no sólo mío, sino de todas y de... todos.
En realidad más de una vez hemos caído bajo su cínico encanto, sin siquiera percatarnos, ni cuándo ni cómo entró en la casa, si nos coqueteaba o ya acariciaba en la combi o el autobús, en el paradero; o estaba esperando en la esquina, a la salida del trabajo y a la prepo nos toma. Y, aunque uno se resista, siempre termina venciéndote, y debes ir a la cama, con él y por él. Pero tal parece que éste me ama con vehemencia, o se regocija conmigo y en mí. ¿De quién hablamos? Pues del único, el infame VIRUS de la GRIPE... al que le digo cada vez que nos reencontramos: ya, no me ames más!
Definición y diferenciación…
Ahhhh... LA GRIPE, esa desconocida para nadie, la eterna compañera desde mis infantes años hasta hoy. Aunque sé que es de todos, esta semana la he sentido tan mía; y no porque yo quiera, más bien porque ella me prefiere, y no saben cuánto lo lamento. Ella hace visitas en otoño e invierno, del hemisferio norte al sur y viceversa, haciendo padecer a millones de personas con su sola presencia; pero sinceramente, ahora siento que soy yo su favorita.
Año tras año el mundo se enferma de gripe, es inevitable. Pero por favor, no hay que confundir la gripe con un vulgar catarro (resfrío o resfriado). Éste se contrae por virus suaves o pasajeros que producen estornudos y congestión nasal, y que además nuestras defensas son capaces de controlarlo de manera fácil. No soy médico ni enfermera, pero honestamente he estado informándome bastante al respecto. El virus de la condenada gripe o influenza es más “agresivo”, (muchísimo más, diría yo) es decir, tiene mayor virulencia; por ello es altamente contagiosa.
El contagio…
Se transmite bien fácil, basta con hablar cerca, toser o estornudar, para enviar los virus al aire y que otras personas puedan inhalarlo. Ni qué decir si quieres besar a la pareja en la esquina antes de llegar a tu casa. En mi caso; felizmente y para suerte de él, nuestro contacto más intimo es el auricular!
La puerta de entrada para el virus es la nariz (buena anfitriona que siempre está más que dispuesta, no sólo a invitarlo a pasar). Éste avanza plácido y campante por la garganta. Luego, en su alegre recorrido llega a los pulmones, adhiriéndose con absoluta felicidad a las células del sistema respiratorio y comienza a multiplicarse (como gremlins en agua) para atacar y devastar al organismo. Describiendo esto, ya me duele de nuevo!
A mí no sé quién me contagió, o es que este insano pululaba por los aires del hospital que visité esa mañana y sólo encontró a su víctima predilecta. Concluyo en esto, porque a la gente que iba conmigo no le pasó nada. Se sumó talvez el fuerte frío y los vientos que ese día acompañaban el panorama, y que nunca han sido buenos para este debilucho cuerpecillo.
Los síntomas...
Todo empezó tan repentinamente, de pronto sentí algo de cansancio, me sentía algo débil y luego fueron llegando la larga lista de síntomas que produce la gripe; que incluyen fiebre, dolor de cabeza, tos, dolor toráxico, escalofríos, mareos, congestión nasal, lagrimeo, ardor en los ojos, dolor de oídos, de garganta, de huesos, y musculares intensos; cansancio, fatiga, falta de fuerza, de ganas para hacer las cosas; vómitos, y hasta diarreas. Yo tuve todos (y aún tengo algunos); menos el último gracias al cielo, porque sino hubiera sido el acabose, no creen?.
Como combatirla...
Me animé a visitar al médico al tercer día de sufrimientos, aunque me dolió mucho pagar para nada!. Los médicos escandinavos, no suelen recetar antibióticos. Ante mi insistencia, me hicieron una prueba de sangre para saber si tenía una infección y qué creen… Salió negativo, mi gripe no era causada por una bacteria sino por el bendito virus del que ya he escrito. Y sólo una joven doctorita me recomendó que regresara a mis aposentos, que descansara y esperara el término del proceso de 10 o 15 días! Además me dijo, que el dolor y la fiebre son estrategias del organismo para luchar contra el virus. Ésta es mi frase consuelo, y me la repito cada media hora para sentirme menos fatal.
Para una persona joven sólo se recomienda 'paciencia'. No estoy tan joven y, con esta fiebre arriba de 38, eso es lo que más me falta. De todos modos, en la mayoría de los casos, la gripe acostumbra remitir en una o dos semanas con reposo, cuidados y mucho cariño; quienes puedan y tengan a mami cerca, qué dichosos ustedes.
Entonces amigos; seamos juiciosos con la gripe, que ha producido numerosas pandemias mundiales; la más grave de los últimos tiempos ocurrió en 1918, mató a más de 20 millones de personas. Me uno a las campañas de concientización, y les recomiendo cuidado, no querrán pasar “las de Caín” como yo, verdad?
No les envío abrazos, porque a lo mejor los contagio; sólo un apretón de manos. Hasta la próxima, y que el amante de todos no los alcance! Bendiciones.
Ruth Hurtado, poeta paiteña
Hace 1 mes