Como cosa común, hoy creo que la popularidad arrastra a extremos peligrosos, genera delirios, paranoia. A raíz de un artículo, supuestamente apócrifo, publicado en este sitio, de opinión sobre la poesía de Fernando Chuquipiunta, un escritor de relativo éxito como Walter Paz, decidió, arbitrariamente, calzarse el guante.
Me parece que esa actitud está bien. Se trata de poner los puntos sobre las íes. Además por la cantidad de visitantes de este Blog se puede cambiarle de carisma un poco. Convencido como muchos de que en Puno nunca se abrirá un debate honesto se puede aprovechar este espacio, a pesar de que siempre habrán “enanos” cuyo veneno no puede ser detenido.
Y es que este Blog de marras, está claro que ya no tiene un solo autor, sino que todos los “jóvenes escritores” aportan diariamente con sus escritos. Pero estas futuras promesas del ateneo literario puneño, en vez de recurrir a la autoproclamación para hacerse de fama inmediata, deberían optar por seguir el camino de J.D. Salinger o Thomas Pynchon, quienes al tiempo de hacer una obra de suficiente peso como para lograr popularidad, se recluyeron en el más oscuro anonimato. Así, sin acaso desearlo, se hicieron famosos de inmediato.
Curiosamente, Walter Paz (y también Velásquez Garambel) levantó la pluma para “aclarar” como si él fuera el único y directo afectado por este Blog. Entiendo que no se requiere de mucho ingenio para concluir que este Blog es una humorada, pero hasta donde se extiende mi entendimiento considero posible, más que “honrosas retiradas” realizar aportes que puedan enriquecer la literatura puneña. Reitero, dado la cantidad de visitas –en su mayoría estudiantes-, se le puede dar otro matiz.
¿Qué se gana con insultar y despotricar? ¿Ya nos olvidamos por dónde muere el pez? Confieso que muchos anónimos me dejan perplejo, aunque no mudo. Es sabido que los escritores siempre recurren a zancadillas para hacerse de nombres. Pero qué modestia la de muchos “jóvenes”, ¡cómo se difaman!
Si un objeto ha logrado este Blog es conocerlos mejor. Nuestros escritores, enceguecidos por la fama –fácil de ganar en Puno-, han llegado a imaginar que sus personas son, literariamente hablando, tan importantes, que era imposible hablar de literatura puneña sin rozarles la toga.
Ese logro del Blog no me parece desdeñable. Es inútil que todos los “afectados” vengan imaginado toda una confabulación cívico literaria, gestada en una mente malvada y maquinada con el único afán de “desprestigiar” sus honores. No interesa eso. Todo este asunto me recuerda una vieja sentencia “al que le siente el guante, que se lo chante”. Esas son las desventajas de la fama. Pero, jóvenes, Uds. pueden sacarle la vuelta. Si efectivamente son artistas.
Ruth Hurtado, poeta paiteña
Hace 1 mes