jueves, 31 de enero de 2008

Prólogo al libro de poesía de Walter Paz

Obituario del Búho

Por: Teun A. van Dijk

Hay muchas maneras de leer un texto.
Hay más maneras de leer una poesía que lectores y lectoras de poesía. Porque como leo ahora, no leía cuando yo tenía 17 años y escribía poesía, o cuando tenía 27 y analizaba poesía para mi tesis.

Y ahora puedo leer poesía, también la poesía de mi amigo Walter Paz Quispe Santos, de tantas maneras que me resulta difícil escoger. Primero, por supuesto, como analista de discurso, o como profesor, o director de tesis identidades académicas. Segundo, como hombre u holandés, o cómo viajero de tierras peruanas y otras latitudes latinas. Tercero como amador de poesía y de literatura. Y más. Probablemente será una lectura hibrida, como las lecturas más naturales.
Para leer poesía hay que tomar el texto en serio. Antes de especular, explicar, interpretar, filosofar y otros actos hermenéuticos, tenemos que mirar bien la superficie del texto poético, las palabras.

Como analista del discurso o lexicólogo, por ejemplo, puedo mirar cada una de las palabras y calcular cuántas veces ocurre. En el poemario hay 4364 palabras, de que 1582 son diferentes. Si dividimos la primera cifra por la segunda sabemos algo sobre la diversidad léxica del texto: es 2,75. Es mucho. En la mayoría de las conversaciones cotidianas no usamos tantas palabras diferentes en una colección de solamente 5000 palabras. En este sentido esta poesía, y tal vez poesía en general, es bien diferente de los discursos cotidianos: el poeta tiene un léxico más diverso. De hecho, muchas palabras (1141) en esta poesía se usan solamente una vez, un fenómeno que los griegos llamaron hapax. Sorprendentemente, entre esas palabras únicas encontramos palabras tan comunes como ahora:

el viento arquea ahora el negro
en el arcoiris que se curva


y en mismo tiempo la palabra poco común arquea que le precede en la línea. Por otro lado, una palabra no tan común como arcoiris, que leemos en la segunda línea, aparece cinco veces en el poemario. Como lector y analista de poesía concluyo que eso puede ser una palabra clave, un tema, un topos (un lugar, un lugar común), una obsesión, y no solamente una repetición arbitraria.

Hay pocas palabras que ocurren mucho, más de cien veces, como de (309), la (234), en (140), el (124), y (101). Esas no nos dicen mucho son típicas en todos los textos (en español). Tenemos que bajar a la frecuencia 18 para encontrar una palabra con más que una función gramatical: silencio. Probablemente otra palabra clave, tal vez otra fascinación, justo antes del nombre tópico Bablu, que ocurre 16 veces, y en un lugar privilegiado: en los títulos de 16 poemas de una serie. Las otras palabras relativamente frecuentes, que ocurren más de 10 veces, son: noche (16), ojos (16), sueños (13), tiempo (12), memoria (11), soledad (11), amor (10), lluvia (10), mirada (10). Todo eso nos dice el lexicólogo o el analista del contenido. Una cuestión de tomar las palabras de la poesía en serio. Una por una. Contar. Los ladrillos visibles de la poesía.

Pero sabemos que poesía es mucho más. Palabras se combinan en grupos, cláusulas, oraciones, líneas, versos, estrofas, poemas y poemarios. Palabras tienen sentidos, que también se combinan, para hacer temas, ideas, historias, poemas, y todo lo demás que comprendemos cuando leemos esta poesía. Sabemos que las palabras frecuentes como silencio, noche, ojos, sueño, tiempo, memoria, soledad y amor, entre otras, ocurren mucho en poesía, precisamente por sus sentidos mucho más que, por ejemplo, ministro o minifalda. Las palabras de la poesía parecen más palabras universales, palabras para describir la naturaleza, día y noche, y nuestras emociones humanas amor y soledad. Y podemos concluir que esta poesía parece compartir los sentidos de la experiencia humana y de la poesía universal. Nada más que mirando bien las palabras.
Y claro, no solamente las palabras. Aún más que en otra poesía hay mucho espacio, mucho blanco. Las palabras no solamente se siguen, sino, como ladrillos, se construyen una encima de la otra, seguidas de grandes espacios blancos que detienen la lectura, individualizan y enfatizan las palabras, marcan el ritmo, y que pueden simbolizar muchas cosas: el vacío, la nieve, la ausencia, o … el silencio. O sea, silencio no solamente es la palabra clave más frecuente, sino el silencio también se expresa en la forma de la poesía, en el espacio blanco que rodea las palabras. Nuestro hábito cultural es de leer de izquierda a la derecha, horizontalmente. Esta poesía también se lee verticalmente, de arriba hasta abajo, como una lista. Poesía no solamente sintagmática sino también paradigmática. Así el poemario no solamente es obituario sino también diccionario de palabras poéticas.

Hasta aquí nuestra tarea como analista de poesía era fácil mirar, contar y comparar las palabras y los espacios blancos, y concluir que lo que ya sabíamos como lector: que es poesía, y no la guía telefónica, una noticia o una informe. El resto es mucho más difícil. Podemos observar mucho más, también como lector común y corriente, pero no sabemos dónde mirar, y como interpretar lo que vemos. Podemos observar que las primeras palabras del primer poema son las siguientes:

Voy
cerrando
estos versos matinales
para abrir las paredes
de tu piel mineral


Y podemos constatar que el poeta usa la contradicción aparente: él abre el poemario cerrando (…) versos, y en otro poema carcajada del silencio, y concluir de nuevo que aparentemente la paradoja es típica en la poesía que la lógica del sentido poético es diferente. Como también las metáforas son diferentes de la vida cotidiana 'abrir paredes', 'paredes de piel' y 'piel mineral' no son metáforas que se leen en las noticias o que usamos en la conversación. Conocemos las cosas a que se refieren las palabras, pero no se combinan en escenas en situaciones que comprendemos no son los modelos de la realidad cotidiana, sino otros modelos, otras versiones de la realidad.

Pero tampoco es un mundo totalmente extraño, porque se habla de tu piel, y por lo tanto el poeta que cierre sus versos lo hace hablando a alguien, una persona, una persona con cuerpo, con piel y eso es un fragmento de modelo poético que conocemos de mucha poesía, prototípicamente el hombre poeta dirigiéndose a una mujer, a una amante aunque obviamente hay otras posibilidades de contacto con una piel.
Para comprender aún mejor tenemos que descifrar las metáforas, y a menos que tengamos una clave, por ejemplo del autor mismo, o de otros escritos, lo único que tenemos es este texto mismo otras palabras y metáforas que tal vez juntas, nos dejan entrar en este mundo fabricado de imágenes semánticas, combinaciones de conceptos que necesitan una clave para descifrar: piel mineral, corazón virgen, música callada, etc. Y desde ahí el lingüista apenas puede ayudar, y es el lector de poesía, con su sensibilidad, su fuerza de asociación, su conocimiento del mundo y su sentido común que tiene que hacer el trabajo lento de interpretación de descodificación.

Y corazón virgen, por ejemplo, se puede leer de muchas maneras, siguiendo las asociaciones de la cultura dominante (y por lo tanto también sexistas) para el sentido del concepto 'virgen', como 'mujer', 'joven', 'verde', 'persona que no ha tenido experiencia de sexo', 'virtuoso', 'cándido', 'ingenuo', 'intachable', 'inexplorado', 'remoto', etc. Consultar un buen diccionario de sinónimos (también en el programa WORD) ya basta para tener todas esas 'connotaciones'. Descomponiendo los sentidos de cada palabra en una metáfora, a través de un libro entero de poemas a menudo ayuda a descifrar los sentidos de un poema. Y una vez que la lectura construye rasgos de persona, de mujer, el resto de los poemas pueden añadir más, como delgada cintura, vientre triste, aire de tu voz, blusa de tu cuerpo. Así, lentamente, la otra persona toma forma y cuerpo en la construcción de nuestra lectura en el modelo mental que formamos de los acontecimientos del mundo imaginario o real del poeta.
Cierto, no basta. A veces uno necesitaría conocimiento cultural especial. Tenemos aquí 16 poemas, con versos más largos, enumerados Bablu uno a dieciséis. Pero Bablu no está en el diccionario. Si buscamos en Internet una herramienta fundamental para poder comprender poesía solamente encontramos 'Bablu' como un nombre de hombre de India. Y el lector, la lectora, solamente puede especular lo que significa aquí, tal vez un lugar tal vez un lugar de montaña, porque se habla de un granizo de nieves perpetuas, de glacial y de otros moradores de la naturaleza, como alondras y salamandras, siempre en relación, como sabemos de los poetas de siempre, con las emociones humanas: nostalgia, amor. Y los demás Bablu siguen en la misma línea temática: orilla, colinas, llanuras, murallas, senderos, o sea una naturaleza habitada, observada, vivido como experiencia humana observada, vigilado y protegida por los dioses a veces en griego a veces en latín: Apolo, Eros, Atenea, Venus-Afrodita, Júpiter-Zeus, Vulcano, Ariadna, Morfeo, y otros. También, más adelante, descubrimos como la naturaleza se mezcla permanentemente con el cuerpo de la mujer: la hierba de tus cabellos, follajes de tus trenzas.

Otro misterio desde el principio desde el título del poemario: Búho. Con mayúscula. ¿Será el pájaro real, u otro animal metafórico? Y ¿Obituario? Jugando con la ambigüedad natural del lenguaje y de la sintaxis, podemos concluir que es el obituario, un texto escrito por el poeta, y sobre el búho, o el obituario escrito por el búho mismo, así que el poeta se hace búho, pájaro de la noche. De todos modos, en las dos opciones por lo menos alguien se murió. Y aparte de la imagen del pájaro de la noche, otra imagen dominante se impone del búho: sus ojos redondos: A / tus / ojos / mis / ojos / Búho (…) nació la sabiduría redonda / de tus ojos. Puede ser que eso completa el modelo de la mujer. Pero hay una tercera línea, un topos más clásico y más académico: el búho como símbolo de la sabiduría, igual como Atenea, dos otras palabras del mismo poema.

Sin dejarnos entrar fácilmente los otros poemas siguen los mismos senderos de sentidos: el paisaje con las montañas, cielos, pájaros y otros animales, por un lado, mezclado con un panteón de dioses y diosas, a veces un niño jugando, y por otro lado la mujer y su cuerpo, y finalmente las emociones como la nostalgia, la soledad, la tristeza, y la muerte la muerte real, o la muerte de un amor reconstruidos todos por la memoria, y la memoria 'textualizada' en esta poesía.
No sé la llave y no puedo reconstruirla, pero la poesía no es un texto didáctico sino un texto laberíntico en que el lector y la lectora tienen que buscar sus propios caminos, muchas veces sin salida, pero en que uno se pierde por el placer de la búsqueda misma. Acabo de mencionar algunas pauta mínimas de lectura. Pero, como decía al principio, cada lector, cada lectora tendrá que construir su propia lectura, su propio modelo de los eventos, y su propio viaje por el paisaje del poeta. Hay menos de 5000 palabras para leer, pero infinitas de lecturas posibles.

* Teun Van Dijk, holandés, fue profesor de Estudios del Discurso en la Universidad de Ámsterdam, Holanda y enseña actualmente en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España. Es Ph.D., dicta clases en universidades norteamericanas, europeas, Latinoamericanas.

miércoles, 30 de enero de 2008

¿Poesia de puno? ¿Labor intelectual?

Que desperdicio de tiempo...!!!
¿Cual es vuestro aporte "intelectuales"?
NO ME HAGAN REIR...
Si verdaderamente tienen vocacion por el conocimiento... Escriban algo que valga la pena, algo que sea util para entender-interpretar la crisis social-politica de nuestra Sociedad.
¿Que no tienen ningun apice de conciencia social? o es que ustedes tambien han sucumbido a la arremetida idiotizante del discurso Neoliberal...
a ver:
¿Cual es vuestra labor "intelectual"?
Desgañitarse mutuamente a traves de Blogsitos????
jaja no me hagan reir.

YERLOH.

martes, 29 de enero de 2008

Poiesis:

Por Altazor

Yo creo que este es uno de los puntos de partida para cualquier debate literario que se quiera hacer sobre poesía puneña o de cualquier lugar. Si bien es cierto el poeta Lucho Rodríguez se constituye en uno de los más destacados de su época no sólo por los últimos reconocimientos (DEDO CRÍTICO Y COPÉ, especialmente),sino, por su poesía, además, creo que los premios no son en vano ni pura coincidencia,inclusive, para ello están los poemas que aquí se muestran y que seguramente, con la gentileza que aún le debe quedar en algún resquicio de su alma, Gabriel los ha colgado en este su Blog.
Desde donde se mire, hay ángulos desde los cuales el señor Luis Pacho (uno de poetas que se ha preocupado mucho en beber de los estilos de los demás, tanto que su poesía sería estilo de estilos) parece un fantasma de viva presencia y el señor Simón Rodríguez (uno de los mejores poetas de los 90) un buen destello... frente a la poesía de Lucho, todo parece indicar que, aunque Lucho insista en una poesía desde el coloquialismo, desde ese lenguaje desgastado y predecible, pero más allá de eso sabe hacer poesía o, al menos es quien más se aproxima a una forma poética con el matiz que que intenta lograr su propio corpus y ese toque de piedra que requiere la poesía misma, para ser tal. Pero no por eso podemos decir que Lucho vive un nuevo día, o que ha inventado una nueva poética, claro; en cambio, es lo suficientemente sólido para vivir un poema: tradicional, actual, enérgico, inquisitivo, crítico, humano e inteligente...creo que es un poco exagerado decir esto, pero frente a los demás (Ticona, Mendoza, Bedoya, Apaza, Lipa, Rodríguez, Sayritupa, Villegas, etc.) que son casi iniciáticos a pesar de uno que otro verso logrado. Ese es mi primer punto.
El amor y la soledad son sus dos temas principales; el amor visto con ternura desolada, lleno de muerte y de vida alternativamente, unidos al tema de la rebeldía con el lenguaje y de algún modo contra la injusticia, patente en toda su poesía. El lector se encuentra frente a un buen caso de poesía. El lector, al leerlo, si es honesto consigo mismo, no podrá decir que le “gusta” (¿o el espectáculo de un semejante que se desgarra es cosa para disfrutar?), ni que lo ha comprendido, pues sólo temperamentos excepcionales, y aun ellos sólo en momentos caprichosos, son capaces de una desesperación tan recia y de una ternura tan profunda. Tampoco podrá decir que lo ha leído literariamente, pues esto no es Literatura, en el sentido civilizado que nos lleva a escribir (reflexionando, borroneando, calculando las expresiones para mejor comunicarnos) en un deseo de conversar con el lector. Ese es mi segundo punto.
Y, para terminar esta primera nota, quiero citar lo siguiente: si bien es cierto, los otros poetas puneños, también escriben desde el amor, la soledad, pero, ¿Dónde radica la diferencia? , ¿cuál es el tipo de lenguaje que emplean? , ¿cuál es la forma que tienen ellos de asumir el tema? Creo que las respuestas pueden ser varias y las mencionaremos una por una en una siguiente nota.
Pero antes de poner mi seudónimo (trivial en esteos casos)dejo esta interrogante: ¿Por qué optar por un poeta o dos o muchos como héroes en estos tiempos? ¿No será un error? Un escritor o poeta puede parecer una figura lejana y atemporal y hasta pasada de moda, una suerte de genio o que poco y nada tiene que ver con el ciudadano común.¿Por qué insistir, por ejemplo, con la poesía, quién vive de la poesía? Lucho vende sus poemarios por todo el Perú, es cierto, pero
¿Vive como se debe vivir? ¿Y, cómo se debe vivir? Pues yo creo que son cosas que tenemos que repensar y poner los pies sobre la tierra. Todos.

ALTAZOR

La ternura de Janaí

Filonilo Catalina

Poemas:

2

(Apareció inventada como todo
Intenté el silencio y di con su voz)

Ella era
La ruta que trazaron
Las aves que emigraron de mi pecho

Sus pasos desorientaron las estaciones
Llovieron plumas
Y
Un geranio dio un clavel.


4

Soy la consecuencia de tus pasos
Y cuando señalas la luna
Mi corazón
Apunta con un dedo tu rostro

Soy el reverso de tu ausencia
Y tú eres
Sin adornos como la verdad
Terriblemente bella.


JANAÍ (identikid)

Tiene
la serenidad de una flor

Conserva
el lindero del mar en sus labios

Sus manos dan
la temperatura de un girasol


7

Olía a mañana
Ella era
Alegre y alocada como un pájaro a las seis de la mañana

Solía
Envolver su desnudez con un verso
Salir a bailar y
Echar sus ojos al viento

Anochecía
Llena como la luna
Y amanecía
Con el sol al este de su cuerpo.


CARTA AL VACÍO

Espero que al recibir la presente te encuentres acompañada de la cálida estación que florece a cada uno de tus pasos y en compañía, claro, del ave que se posa a beber la sonrisa de tus labios.

Escribo desde el Este de mi cuerpo con las mismas ansias que tienen las aves en septiembre, para decir que tu silencio llama, todas las noches, a mi puerta y que la última vez que miré la mar, ella, me dijo que extrañaba tu sonrisa desvistiendo la ciudad, escribo con estas manos que junto a las tuyas simularon, alguna vez, una tierna bandada de pájaros, para contarte que ni la extraña curvatura que dejan los días, tampoco el infernal viento de agosto que hace por acá, han logrado desprender tu nombre de mis labios, está de más, decirte que tú eres quien respira en mis sueños y que cuando despierto lloro, mucho demasiado hasta reinventar el mar, te escribo con los días que dejamos huérfanos y tiritando sobre la banca de las plazas, para decir que nunca te deje de amar y que ciertas noches pronuncio lentamente tu nombre hasta desnudar la soledad y que en ese momento siento el desesperado aleteo de las aves que dejaste regadas en mi pecho, por ello te escribo, pero sobre todo para que sepas que tu recuerdo permanece tatuado en mi de la misma manera que la luna en el cielo.

Me despido de ti no sin antes recordarte que dijiste alguna vez que me amarías aún sabiendo que yo siempre sería de papel.

jueves, 24 de enero de 2008

“El arte puede terminar con la crisis del hombre”



UNA ENTREVISTA EN CORREO a Denisse Vega Farfán

Por César Quispe Ramírez.

Correo: ¿Cuándo y de qué manera te surgió el amor por la poesía?

Denisse Vega: La poesía siempre estuvo en mi vida, por ello no podría determinarle un tiempo exacto de aparición. Verás, yo creo en la poesía más allá de las palabras, ya que éstas para mí son más que todo conductos mediante los cuales puedo manifestarla con un registro propio, la poesía para mí está en la existencia misma de todas las cosas, incluso en la hieráticas, en los sucesos, por eso creo que siempre me ha rodeado; entonces mi motivación era el deseo de comprender esas cosas mediante el poema, o simplemente dejar constancia de ellas sobre algo en particular que me llamaba la atención y hacia conexión conmigo, y el resultado de ello fue desbordante, porque me di cuenta que el poema me entregaba algo que no podría obtenerlo de otro modo: una libertad auténtica, diferente y especial a otras libertades que pudiera alcanzar; me di cuenta que la poesía le rompía el cascarón a las cosas, que las palabras podían extraerles el núcleo y perennizarlas, que una persona puede lograr la plenitud de su ser y abrazar la esencia de las cosas si se aferraba a ella.

Correo: ¿Crees que la poesía es poco leída o no entendida a lo mejor, comparándola con la narrativa?

DV: Primero, no podría comparar dos artes que son medulares en mi vida, disfruto de ambas y obtengo un alto gozo y profundas visiones; pero sobretodo porque pienso que todo arte es irreducible a otro arte. Ahora, ciertamente hay más lectores de narrativa, los motivos pueden ser muchos, desde una cuestión de gustos hasta una falta de hábito de leer poesía, porque mayormente es un acto que requiere una familiaridad con las imágenes como para poder, digamos, de algún modo comprenderlas y no verlas como incoherencias, ese hábito por otro lado, creo también va construyendo un silencio que necesita la poesía, una tensión; ahora fíjate, esto que te digo, al mismo tiempo podría convertirse en un motivo superficial, conozco a gente que sin haber estado nunca en contacto con la poesía, se han vuelto cultores de ella con haber leído un solo poema, entonces también podríamos decir que es una cuestión de motivación, o falta de interés de las editoriales más prestigiosas en difundirla, etc., etc. Pero existe una realidad ineludible, que con la globalización se ha acentuado notablemente el acercamiento a la poesía, y esto es alentador.

Correo: ¿Qué elementos están presentes en tus creaciones y qué efectos tienen sobre ellas?

DV: Están presentes todos los elementos de los que se compone la vida, y los efectos dependen de una visión propia, de un estado que vierta sobre ellos en el momento de construir el poema. Es en cierto modo dificultoso que un escritor califique su propio arte, hace falta ponerse detrás del vidrio y observarse desde ahí para hacerlo con mayor precisión; por mi parte, me interesa mucho extraer la parte más depurada de las cosas, más pura en el sentido de esencia no de inocencia, ese magma que guardan, contemplarlas, interpretar lo que me dicen en el poema, transformarlas, escuchar sus misterios armonizándolos con los míos, y procuro que los efectos sean hondos, una suerte de magia, de convulsión liberadora, de belleza y plenitud.

Correo: ¿Cuáles son los pasos definitivos para entender la poesía contemporánea en nuestro país y a la vez hacerla más popular?

DV: No creo en pasos, no creo en las fórmulas, el entendimiento es algo muy individual; a lo mejor pueda traer a colación lo que Pablo Guevara señaló a propósito de una compilación de poesía joven, que los poetas de ahora vienen con las armas de los globalizados, y a partir de todas las consecuencias que genera la globalización entender la poesía actual, que más allá de variar en temas, varía en contexto. Ahora, existen muchas formas de acercar la poesía más a las masas, por ejemplo mediante caravanas culturales, fomentos de ferias de libros en plaza abierta, creación de colecciones de libros como pequeñas bibliotecas, convenciones, recitales lejos de auditorios cerrados que no es un ambiente cómodo para la mayoría de personas por su desconocimiento y timidez, es decir, romper con esa barrera de la formalidad y dar entrada a que el pueblo interactúe con los libros, en su propio ambiente.

Correo: ¿Qué papel juega el internet en la gestión de los poetas para dar a conocer sus obras?

DV: Definitivamente el internet es un arma fundamental para la difusión de los poetas y sus obras, los poemarios están dejando de tener un aura oculta y restringida, pueden bajarse libros enteros inclusive gratuitos, asistir a presentaciones por video conferencia, escuchar la voz de los poetas, enterarnos de eventos, congresos, ferias internacionales instantáneamente, es decir, hemos llegado a una época en que las fronteras están casi difuminadas para la circulación de los libros, donde el poder del tiempo y el olvido han disminuido, podemos perfectamente seguir sabiendo de Quasimodo como de Juan Gelman.

Correo: En el mundo práctico de hoy, ¿cuál es el rol del poeta?

DV: Creo que el poeta desde el hecho mismo de escribir ya está cumpliendo un rol importante en la humanidad, está generando fibra sensitiva para resguardarla, hacerla despertar, fortalecerla, hacerla más humana. A lo mejor, lo que ha variado es que el mundo en esta época más que en otra, necesita de muchos poetas, entonces se haga necesario escribir más, entregarse más febrilmente al oficio y no dejar de compartirlo, ser más abiertos a propagarlo, y más allá de ello, lograr que la poesía arda en la vida de las personas.

Correo: Quizás, como dice Eduard Escoffet, los poetas más famosos dentro de cinco años sean mujeres.

DV: No veo la poesía como una competencia, y tampoco creo en un factor tan efímero y mezquino como la fama, y la poesía debería estar fuera de ello para no impregnarse de superficialidad. Si bien es cierto que las poetas ahora más que nunca están saliendo a flote debido a una lucha contra un obcecado contexto social que las ocultaba, las subestimaba y las oprimía, no quiere decir que la poesía sea de ellas, como tampoco que la poesía sea de los poetas varones; ambos sexos han demostrado y siguen demostrando lo maravillosamente bien que pueden escribir, siempre habrán poetas varones y mujeres que admiremos, y no sólo por su escritura sino también por sus actitudes y posturas.

Correo: ¿Cómo interactúa la poesía con la ideología?

DV: Creo que una ideología es importante, porque conforma uno de los principales fustes del ser en un hombre, de su personalidad, con una utilidad muy significativa que es la construcción y defensa de sus propias ideas, transparentes y únicas, sin ser un calco de otras. Este matiz llevado a la poesía la hace más honesta, un poema que lleva consigo una ideología tendrá más qué decir y será más resistente.

Correo: ¿Crees que la crisis del hombre puede terminar con el arte?

DV: Al contrario, creo que el arte puede terminar con la crisis del hombre; soy escéptica de pensar que la poesía acabará algún día, siempre habrá gente creando, trabajando por el arte, por lo mismo que somos seres humanos y nunca dejaremos de sentir. Como decía Marco Martos: “la poesía es como esas plantas silvestres que crecen en el desierto”; así de testarudamente luminoso es el arte.

---------------------------------------------------------
Fuente: Diario Correo, página Cultural, sábado 19 de enero de 2008.

http://matrizmusical.blogspot.com/

-------------------------
Denisse Vega Farfán
Trujillo - Perú
(043)9561440

Denisse Vega Farfán
(Trujillo, Perú, 1986). Autora de EURITMIA (2005). Forma parte de la muestra de poesía joven “GENERACIÓN DEL 2000?” (Claroscuro, Círculo Abierto Editores, 2006), de la antología de poesía “19 Poetas Peruanos-Generación del 2000” (Lapsus, 2006), de “Poesía Perú S.XXI 60 poetas peruanos contemporáneos” (Fundación Yacana, 2007), y "Selección de poesía peruana contemporánea" (Revista Ping Pong, 2007). Integrante de la Galería de Artes Plásticas Contemporáneas “PALAMENCO” de la Universidad Nacional del Santa en Chimbote, participando así en numerosas exposiciones pictóricas locales. Poemas suyos han sido y son publicados en diarios y revistas nacionales e internacionales, como Resonancias, Letralia (Colombia), Letras.s5 (Chile), La Siega, Quipu, Urbanotopía, Trecetrenes (Madrid), Adiós (Madrid), Sieteculebras, Revista Peruana de Literatura, entre otros. En Abril de 2007 recibió un reconocimiento por su destacada contribución al desarrollo cultural del país, por la Universidad César Vallejo.

martes, 22 de enero de 2008

"El Monstruo de los Cerros"

Filonilo Catalina

AUTORRETRATO

Yo también
fui un señor de lentes
que por las tardes
- siempre después del maldito tráfico -
regresaba con hambre a casa
perdido
caminando entre señales de tránsito
con el semáforo
indicándonos el tiempo reglamentario de nostalgia
y la vida acusándonos con esa inmensa fila de autos

Aprendiendo a ser noche
recogiendo las estrellas que resbalaban por nuestro rostro
echándonos la vida y la familia en la billetera con
una casa que los domingos olía a
pescado frito
cebiche fresco
....................... y
....................... cebada fermentada


Estudiando
La mejor manera de robar las manecillas del tiempo
echando espuma
echando baba

Llorando...
incluso por otras penas
esperando luz verde
deseando
- más aún cuando anduve borracho -
la muerte y la mujer ajena

columpiándome
en las piernas de una mujer que gime y dice que me ama

Yo también
- como cualquiera -
di
un tierno beso a la frente de mi madre
un sábado por la noche
antes de salir a esa juerga interminable.


CAVILACIONES I

Te he visto cruzando pistas
paseando
tu sonrisa como a un animalito amaestrado

He mirado mis manos
- como quien sorprende
en total desnudez al sol
desflorando la mar por el Oeste -
y escuchado
el llanto de una piedra que golpeaba a otra piedra.


CAVILACIONES II

El verbo es verbo
Pero yo soy hueso
Soy carne
(animal de camal)
lloro
por llorar
y mis lágrimas saben a langostas con hambre

Aún araño la noche
y la mirada se me pierde
como ave que emigra en el cielo.


AUTORRETRATO II

Yo soy el día que por las tardes se hace noche y
de noche / muy noche
madruga para asomarme como el sol a tu ventana
a veces digo cosas bellas
digo por ejemplo "la ignorancia de mi piel sólo sabe el abecedario de tu cuerpo"

yo nací como cualquiera
y aprendí
- muy pronto -
que el sonido del hierro era más intenso que cualquier verso
tengo
como joby hacer cañas de pescar y luego lanzarlas al cielo
- uso de carnada mis ojos o los ojos de cualquiera -

a veces pido el mundo pero es mentira
porque sólo quiero un lugar para mis manos

yo también río y lloro
pero
cuando lloro me interrumpo el llanto
porque / pienso
que inventaré la mar
a veces
juego con la palabra
la desnudo /la visto
y la vuelvo a desvestir para encontrarme a solas con la palabra
y entonces
concluyo
- siempre concluyo - en que será mejor decirles nada.


VÍCTIMA I

LA MUERTE ES UNA MUJER DE PIERNAS LARGAS QUE CAMINA
APURADA EN LA CIUDAD.


NOTICIA DE PERÍODICO AMARILLO

Se sabe que antes de matarlas
danza con un poco de tierra en la cabeza
y llora mientras las mata
recita una extraña plegaria
(mezcla de Sánscrito y vulgar Arameo)

- se presume que sea poeta -

después
acaricia paternalmente sus cabezas
y concluye el asesinato
con un beso en el dorso de cada mano.


LA VÍCTIMA

Yo me divertía como cualquiera
es decir
como cualquiera le buscaba un rostro a la noche y
cuando la encontraba
le pintaba un par de hermosas ojeras
como cualquiera
apostaba mis piernas por una experiencia
regresaba a casa
convencida que los ojos de mis padres eran infinitos hoyos negros
le sacaba la vuelta a la vida y a la muerte
por regla general desde el jueves

ahora tengo una respuesta
y sé
que morir
siempre deja una ventaja
- aún de esta manera -


EL MONSTRUO DESCRIBIENDO A SU VÍCTIMA

Sus ojos asustados
dibujando la cascada de mi infancia
(en mis ojos complacidos y multiplicados llorando de emoción)
su pelo suelto
dejando volar toda esperanza
sus manitas maniatadas y moradas
llorándole a un dios que ya ha muerto
su cuerpo
entero
desnudo
lamido por la noche
y yo
con la esperanza
de que el hombre no descubra aún el idioma de las piedras.


IDENTIKIT DEL MONSTRUO

Es un hombre de campo lleno de ciudad con ojos cargados de
TV
señales / números / semáforos
áreas verdes y
pulmones con Co2

Un hombre que habla idioma de hombre
(vocales cancerígenas y una que otra consonante luchando por no caerse del
abecedario)

pasea por las noches
granputeando a los gatos
pateando
cuanta colilla de cigarro le salga al paso
y por las mañanas vuelve a ser hombre
es decir
estatua de mármol que consulta su calendario.


EL MONSTRUO ANTE LA TUMBA DE UNA DE SUS VÍCTIMAS

Mis huesos
envueltos
en pergaminos ahumados
llevan el sabor de una flor
algún día
mi cuerpo
también florecerá un Crisantemo con mi nombre grabado.


NOTICIA DE ÚLTIMO MINUTO

Confirmado
la sucesión de asesinatos
sólo fue
la mascareta
de un poemario dominguero
que
se publicará
póstumo al suicidio de un sábado desilusionado.


VÍCTIMA II

¿haya acaso una lágrima para este ojo y un latido para
este corazón?


DESPEDIDA Y ARREPENTIMIENTO

Me voy desdentado hasta en los pies
los ojos de nadie son ya mi refugio
y yo
no soy refugio de nadie

me voy y las noches ya no me sorprenden
ni siquiera
las señaladas para las fiestas con su maquillaje de mujerzuela

me voy
pero dejo a mi madre
ella
como siempre
rezará apretando en sus manitas lo poco que queda de mí
también dejo mis ojos
más negros y más grandes que la caída de Lucifer
caminaré tras el dulce signo de la muerte
(esa mujer que alarga su brazo y
se posa
lentamente en nuestras frentes como el dulce beso que ofrece al hijo la madre )

caminaré pasos que jamás me revelaron

dios
ya nada me queda y quizá por eso te recuerdo

temo llorar
porque quizá llore lechuzas que no adivinen la muerte de nadie

me voy
y tal vez sólo me lloren
los ojos de mi madre.


VÍCTIMA IV

YO ERA VIRGEN
(niña de pudor entre las piernas)


ÚLTIMA NOTA

madre
no te preocupes demasiado
todos los hombres tenemos un pedazo de cielo asegurado
... está escrito.


Filonilo Catalina, pseudónimo del poeta Luis Rodríguez Castillo (Puno, 1974) galardonado con el Premio de poesía COPE de bronce el año 2005.

El mundo Aimara de José Luis Ayala

Feliciano Padilla

1. ESTRUCTURA DEL LIBRO:
“Literatura y cultura aimara” constituye un libro monumental de la cultura peruana, no sólo por la vastedad del trabajo, sino, por la excepcional importancia del mismo. Ha sido escrito por el aimara José Luis Ayala; por tanto, es una mirada desde adentro. Contiene 17 trabajos articulados entre sí bajo un mismo espíritu y publicado por la “Editorial Universidad Ricardo Palma”, Lima 2002, 454 p.
Se trata de una obra de naturaleza etnolingüística en la que se puede leer discursos de carácter mítico, histórico, literario, lingüístico, ideológico, político, sociológico filosófico y antropológico. Es una obra vasta escrita por primera vez en la historia de Puno y del país. Numerosos investigadores peruanos y extranjeros escribieron sobre la cultura aimara desde que Ludovico Bertonio publicó en 1622 el primer diccionario de la lengua aimara con pie de imprenta en la ciudad de Juli. De los últimos estudiosos citamos a Xavier Albó, Hans Van Den Berg, Lucy Briggs, Thomas Büttner, Martha Hardman, Luis Enrique López, Domingo Llanque, Rodolfo Cerrón- Palomino y muchos otros. Sin embargo, es justo decirlo, escribieron trabajos parciales sobre aspectos distintos de la cultura aimara. La obra de Ayala es de mayores alcances y de una visión holística; sobre todo, producto de una mirada desde adentro, tal como afirma Martha Hardman, en el prólogo del libro.

2. VALORES CULTURALES QUE REPRODUCE EL LIBRO DE AYALA.
En el primer libro titulado Mitos y Leyendas se incluye las leyendas de Mallku Q’apha y Mama Uxllu de Garcilaso de la Vega, de Thunupa en versión de Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, de Tici Viracocha en versión de Juan de Betanzos y otra de Cieza de León y, también, la leyenda de Viracoha por Pedro Sarmiento de Gamboa. ¿Qué conclusiones podemos sacar de estos textos? Que la creación del mundo está relacionada con el espacio del Collasuyo y del Lago Titikaka. Que nuestros Dioses no son demiurgos, es decir, almas universales creadoras del mundo y de los hombres a partir de la nada. Las leyendas de Thunupa, Tici Viracocha, Viracocha, etcétera, así como los mitos de Wallallo Karwincho, Kuniraya, Pariaqaqa o Cawillaca, nos confirman que nuestros Dioses tienen carácter de inmanencia. No son sobrenaturales, sino, de carne y hueso, especie de héroes de mucha fortaleza y poder, o elementos de la naturaleza como el cerro, el lago, el sol, la luna, lo cual hace también de que el mundo quechua/aimara sea animado y panteísta. Animado porque todos los elementos de la naturaleza tienen vida, por una parte y; por otra, son sagrados como La Pacha Mama, los Apus y la Mama Quta, por ejemplo.
En el segundo libro NARRACIONES ORALES se incluye 31 textos bilingües de la narrativa oral, escritos en aimara y castellano. Al final de los textos, se cita el lugar y el nombre del informante y; otras veces, la fuente, cuando se ha tomado de otras antologías. En estos relatos se reproducen los valores reverenciados por los aimaras que, como comparten constantes axiológicas con los quechuas, bien puede hablarse de valores de la cultura andina. El relato “El viento, el granizo y la helada”, en versión de Domingo Sayritupa Asqui, es la historia de una madre viuda y sus tres hijos, cuyas transgresiones a las normas de honestidad y trabajo provocaron la muerte de la madre, pero, para vengarse se convirtieron en viento, granizo y helada, elementos rechazados y odiados por los productores agrícolas, ya que el viento llena de polvo las plantas, las parte, las tumba o las saca desde sus raíces. El granizo, por su parte, destroza las chacras y la helada quema las plantas.
En el cuarto libro “CANTOS Y CANCIONES”, se presenta variados textos de temática diferente. Como se sabe, la poesía aimara o quechua no se expresa como la poesía occidental, a través de estrofas e imágenes para ser leídas y escuchadas. La poesía aimara viene articulada con melodía y danza, además de rogaciones a los Dioses en los actos rituales. Esta poesía se expresa por medio de harawis, ayatakis, kaswas, wifalas, etcétera. La poesía que aparece en aimara sin vinculación con el canto y la danza ha sido creada modernamente por los mismos aimaras o por mestizos con identificación aimara como sucede con los poemas presentados por Víctor Ochoa Villanueva y en “Vicuñita”, un hermoso poema escrito por José Portugal Catacora. Las Canciones para Difuntos recopiladas por Mario Franco Hinojosa, en cambio, sí son una buena muestra de poesía aimara.
Respecto al quinto libro Q’AXILUNAKA (Kajelos), se puede decir que, por la presencia de la guitarrilla y del charango y, más aún, del caballo, el kajelo, poema cordillerano por antonomasia, es una creación posthispánica que recrea la iniciación sexual de los jóvenes aimaras a través de la danza, la canción y las palabras. Estas canciones están llenas de gracia, agilidad, ironía y mucho ingenio, tal como puede observarse en: “Mi kawallo y mi mujiera al mismo tiempo se han morido. Yo no siento por mi mujiera, más me siento por mi kawallo. Porque ese kawallo me llewawa de una mujiera a otra mujiera”. Se constituyen, en este momento, en lo más auténtico de la poesía aimara, que ha sido continuado por eminentes puneños-aimaras como Ubaldo de la Riva Bermejo, Félix Paniagua Loza, José Portugal Catacora y Andrés Dávila Martínez, más conocido como el Pupa Dávila, cuyos textos en aimara se encuentran en este libro.
Los demás libros son igual de importantes, pero destacan “Adivinanzas” por la ambigüedad de las expresiones que da lugar a varias interpretaciones y por el fino humor desplegado a lo largo de los textos. Los trabajos: Política e ideología, Ensayo, Historia, idioma aimara y Jaqisofía, constituyen la columna vertebral sobre la que se levanta el edificio cognitivo; sobre todo, Jaqisofía, por estar relacionada con la forma de conceptuar y representar el mundo y, con el proyecto histórico de los aimaras.
En muchos de los textos contenidos en este libro hemos podido registrar estos valores y otros como la reciprocidad, la relación hombre-naturaleza, el valor trabajo, el valor sabiduría y la comunión hombre-naturaleza.
La reciprocidad es un valor esencial de la cultura aimara y, andina, en general, que se configura como una relación social que vincula a una persona con otra, a una persona con la comunidad, a una comunidad con otra comunidad, mediante el flujo de bienes y servicios. Enrique Mayer decía que era la forma principal de relación que los comuneros establecían en el proceso de la producción y en toda la vida social y cultural de la comunidad. El ayni, el apaqata, etcétera son ejemplos de reciprocidad que aún se practican en las comunidades y que están presentes en varios textos del libro que comentamos; por ejemplo en “El viajero y sus dos perros” recopilado por Samuel Miranda Flores, que relata el hecho de cómo los perros Tomay Carisa y Wayway Carisa salvan a su dueño de la muerte a manos de un kharisiri (degollador). A partir de aquel día la gente quiere y trata bien a los perros. A cambio, éstos les son fieles y les prestan una serie de servicios de seguridad.
La relación hombre-naturaleza, es igualmente, otro valor importante de la comunidad que se deriva de su concepción del mundo y de la vida. Recuerde que todos los elementos del mundo, incluido los componentes inorgánicos como el agua, el cerro, la tierra, tienen vida; además de ser sagrados. Este hecho hace que el hombre sienta un gran respeto por la naturaleza. La tierra, el agua y el aire no pueden ser deteriorados. El hombre toma de la tierra lo necesario para el bienestar y seguridad de la comunidad. En Occidente, donde la plusvalía y el mercado son los dioses que determinan las relaciones injustas entre los hombres, la tierra es objeto de explotación. En la cultura aimara, no; por el contrario, hay que hacer el pago a la Pachamama para tomar de ella lo necesario. Las preocupaciones ecológicas que el mundo moderno empieza a sentir, hace muchos siglos fueron pensados y resueltos en nuestra cultura. Este valor está presente en varios textos y, particularmente, en “Canto a la Semilla” recogido por Víctor Ochoa Villanueva.
El valor trabajo: En las comunidades aimaras se respeta al que trabaja y se menosprecia al ocioso. El trabajo, en una comunidad donde las relaciones son simétricas, democráticas, viene a ser la realización cabal del hombre. De esa actividad individual o colectiva depende el proyecto familiar o comunal. Por tanto, el trabajo no es actividad molestosa, difícil, sacrificada en tanto causa agotamiento y deterioro, sino, feliz e integradora. Este valor se ha podido registrar en “El viento, el granizo y la helada”, que hace alusión a aquellos tres jóvenes que fueron castigados por ociosos.
El valor sabiduría: En el mundo aimara se respeta al que sabe. Los viejos son los poseedores de la sabiduría, la memoria viva de la comunidad. Los viejos conocen la historia de la comunidad y de las familias. Saben cómo la comunidad pudo vencer en el pasado las sequías y las inundaciones y pueden ahora orientar adecuadamente en un momento similar de desgracia. Entonces el viejo es respetado y ocupa un lugar de privilegio en la comunidad. En cambio, en las sociedades modernas, los viejos son considerados como seres inservibles o un pesado lastre.
El Pago a la Pachamama ofrecido por el yatiri Lucas Ochoa Colque, cuyo texto ha sido transcrito por José Luis Ayala, nos habla claramente de la posición privilegiada que el viejo ocupa en la sociedad aimara. Esta imagen de privilegio puede verse, incluso, en la interpretación de los sueños. Si un aimara o un andino se sueña con un anciano significa que Dios lo ayuda y protege.
El valor apego a la comunidad es la expresión de la lealtad cultural y lingüística; el respeto de la vida comunal y el cumplimiento de sus normas. Significa fidelidad y mantenerse alerta ante lo extraño y desconocido. Esas bellas historias de amor con finales trágicos que tratan de los amores entre lagartos y jóvenes campesinas, entre culebras e imillas, entre escarabajos y hermosas muchachas e, incluso, esas historias de kharisiris y degolladores sacasebos, no son sino, una forma de llamar la atención para que los miembros de la comunidad sean leales a su mundo y se mantengan vigilantes ante lo extraño, tal como puede observarse en los cuentos: “Del joven que amó a la perdiz” y “El búho y la joven”, recopilados por Domingo Sairitupa Asqui y, “El escarabajo y una joven” en versión de Lorenzo Wawaluque Cutipa Todos los cuentos que comento están contenidos en esta obra.

Este libro de Ayala da para muchísimo más. Yo, apenas he podido husmear en su faceta de los valores culturales. De acá de unos años estoy seguro que merecerá estudios más serios y desde varias perspectivas. Entre tanto, queremos felicitar a José Luis Ayala por esta obra monumental donde vibra nuestro espíritu, nuestra sangre, nuestra filosofía, nuestros conceptos de espacio y tiempo. Es más, su proyecto histórico y su criterio de la tecnología simbólica y desarrollo.
¿Ahora qué dirán los doctores? ¿Nos seguirán subestimando? ¿Nos seguirán marginando y segregando? ¿Querrán cambiar nuestra cabeza por otra? ¿Seguirán pensando que los indios somos un atraso, que nuestro pensamiento no corresponde a los tiempos modernos? En homenaje al libro y a José Luis Ayala, pido a José María Arguedas que responda a estas preguntas:
“/¿Qué hay a la orilla de esos ríos que tú no conoces, doctor?/ Saca tu larga vista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes./ Quinientas flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan. Esas quinientas flores son mis sesos, mi carne./ ¿Por qué se ha detenido un instante el sol, por qué ha desaparecido la sombra en todas partes, doctor?/ Pon en marcha tu helicóptero y sube aquí si puedes.../ ¡No huyas de mí, doctor, acércate! Mírame bien, reconóceme. ¿Hasta cuándo he de esperarte?/ Acércate a mí, levántame hasta la cabina de tu helicóptero. Yo te invitaré el licor de mil savias diferentes.../ “
Los aimaras y los quechuas queremos ese Perú de todas las sangres soñado por Argüedas, donde las relaciones interétnicas no sean de jerarquización sino de reciprocidad y armoniosa convivencia. Libros como el de José Luis Ayala nos ayudan a conocernos mejor y nos dan seguridad para mirar el futuro con esperanza.

viernes, 18 de enero de 2008

Resultados votación poeta joven más simpático de Puno

1. Fidel Mendoza 8 votos 5%

2. Fernando Chuquipiunta 68 votos 48%

3. Luis Pacho 7 votos 4%

4. José Luis Velásquez Garambel 67 votos 47%

5. Darwin Bedoya 7 votos 4%

Poeta joven más simpático de Puno: Fernando Chuquipiunta

martes, 15 de enero de 2008

P E L I G R O : R I M B A U D

Por: César Ángeles

”Es el fuego que se levanta con su condenado"1
"Reconocía -sin temor por él- que podía ser un
serio peligro para la sociedad. ¿Tiene, tal vez,
secretos para cambiar la vida? No, no hace más
que buscarlos, me contestaba"


APROXIMACION A UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO.

P R E V I O

Jean Nicolás Arthur Rimbaud nació el 20 de octubre de 1854 en la pequeña y tranquila ciudad de Charleville (Francia). En el colegio, hace amistad con el joven profesor de retórica Georges Izambard quien lo inicia en la literatura. Va a París en 1871. Participa en la Comuna , y vive con el poeta francés Paul Verlaine con quien se unirá en intensa relación. Con él penetra en el decadente mundo literario parisino, al cual termina rechazando. Separado de Verlaine, luego de que éste atentara contra su vida, va a Africa e inicia una odisea como comerciante por diez años. En 1891, un tumor canceroso obliga a que en Marsella le amputen la pierna izquierda. Su hermana Isabelle lo atiende. El 10 de noviembre de 1891, Arthur Rimbaud muere.

En vida, publicó Una temporada en el infierno (1873). Verlaine hizo lo propio con las Iluminaciones. Quedaron muchos poemas sueltos (como "El durmiente del valle", "El barco ebrio", "Vocales"...), venerados en la tradición poética occidental. Asimismo, varias prosas. Todo se reunió, finalmente, en su Obra Completa.

El presente ensayo aborda la relación vital entre Una temporada en el infierno y la época que vivió su autor, en París, hace 120 años. Se comprobará que esto, en la historia, no es demasiado tiempo. Las citas de los versos, en cursivas y con mención de las páginas respectivas, prácticamente en su totalidad se toman de la edición española citada en la bibliografía.

1 DE RIMBAUD SE DICE MUCHAS cosas. Escribió poesía hasta la edad de 19 años. Su fugaz recorrido por la literatura bastó para colocarlo en una cima muy significativa de la poesía moderna (Top Model). Para lo que aquí interesa decir, no importa inquirir en su final procurando riquezas en el Oriente (Africa) al modo de un conquistador, ni en su relación dramática con el poeta Paul Verlaine, ni en algunos otros detalles semejantes de su vida. Interesa sí dimensionarlo en su tiempo, pues todo escritor que trasciende su momento lo hace impregnado de su época, de sus circunstancias. Su radical individualismo pequeño-burgués triunfó, sin duda, en la segunda época de su vida; pero Una Temporada en el Infierno resulta -aunque parezca paradójico- un feroz alegato contra la sociedad burguesa. Y mientras corroe con ironía sus cimientos éticos y estéticos: "Una noche senté a la belleza sobre mis rodillas -Y la encontré amarga- Y la injurié" (71); mientras que golpea sin conmiseración al poder oficial (civil y religioso), a sus representantes y a la educación clerical en la Francia del XIX: "Sí, tengo los ojos cerrados a vuestra luz. Soy una bestia, un negro. Pero puedo ser salvado. Vosotros sois falsos negros, maníacos, feroces, avaros. Mercader, eres negro; general, eres negro; emperador, vieja carroña, eres negro (...) Lo más astuto es abandonar este continente, donde ronda la locura para proveer de rehenes a estos miserables" (77), mientras ejecuta ello, a la vez, consigue dibujar una alternativa positiva a ese mundo en decadencia que él, provinciano migrante e hijo de una familia humilde, supo vivir y sufrir tan extremadamente por dentro. Rimbaud llegó desde Charleville (campo) a París (ciudad) en 1871; y desde entonces, cual Jonás en la barriga de la ballena, se metió hasta el tuétano de la sociedad parisina, y desde ella emergió con su nueva literatura impregnada de un hálito profético que, por cierto, estaba en el clima político y literario de su tiempo.

2 POR ESO, RIMBAUD NO ESTUVO -ni está- solo. Como dice Octavio Paz, en Los Hijos del Limo, el siglo XIX francés es del Romanticismo, antecedente de la Vanguardia del siglo XX: "El tema de este libro es mostrar que un mismo principio inspira a los románticos alemanes e ingleses, a los simbolistas franceses y a la vanguardia cosmopolita de la primera mitad del siglo XX" (p.14). Pero el erudito ensayo de Paz se resiente en su actitud metafísica por la cual sostiene que "el tiempo de la poesía" es contrario al "tiempo de la política", al "tiempo de la revolución". De hecho, literatura y política son oficios diferentes, pero su intersección no es de por sí negativa. Aun más, nada ni nadie escapa a una ideología como nada ni nadie puede evadir su momento histórico. Para un ideólogo tan lúcido como Mariátegui , es el credo político lo que posibilita al creador -cabe decir, al género humano- operar con mayor consistencia: "La herejía individual es infecunda. En general, la fortuna de la herejía depende de sus elementos o de sus posibilidades de devenir en dogma o de incorporarse en un dogma. El dogma es entendido aquí como la doctrina de un cambio histórico. Y, como tal, mientras el cambio no se opere, esto es, mientras el dogma no se transforme en un archivo o en un código de una ideología del pasado, nada garantiza como el dogma la libertad creadora, la función germinal del pensamiento. El intelectual necesita apoyarse en su especulación, en una creencia, en un principio, que haga de él un factor de la historia y del progreso" (Defensa del Marxismo, p.125). Y entonces el dogma no es, en su versión (subversión) activa, muerte sino vida. Al contrario del criterio que asume y emplea O.Paz, un genial poeta como Vallejo cancela a los surrealistas por inconsecuentes y oportunistas (c.f. su "Autopsia del Surrealismo"); y un inteligente político como Mariátegui convoca y gana a muchos escritores y artistas para la causa que eficazmente agita. 3 UNA TEMPORADA... CONTIENE TODOS LOS ELEMENTOS para ser considerada una obra de ataque frontal contra la decadencia burguesa. Es el clímax de esa prolongada rebeldía que viene desde Rousseau, y que transita por el alegato del Romanticismo contra la maquinización y la explotación despiadada a las clases populares, y que de la estación simbolista (a la que corresponde Rimbaud, con Baudelaire, Nerval, Apollinaire, Verlaine...) arribó a la desatada contestación vanguardista de inicios del siglo XX. Una Temporada... es el lugar donde la ferocidad de las revoluciones populares del XIX francés (1848 y 1871) está encarnada en la actitud del poeta. Sabido es que Rimbaud participó en la Comuna de París; la cual, aun peor que lo de 1848, fue reprimida inclementemente por el poder francés: "(En la revuelta de 1848) se produjo un baño de sangre de prisioneros indefensos como jamás se había visto desde las guerras civiles (durante) la caída de la República Romana. Era la primera vez que la burguesía ponía de manifiesto a qué insensatas crueldades de venganza es capaz de acudir tan pronto como el proletariado se atreve a enfrentarse con ella, como clase aparte con intereses propios y propias reivindicaciones. Y, sin embargo, lo de 1848 no fue más que un juego de chicos, comparado con la furia de 1871" (Marx, La Guerra Civil en Francia; en Obras Escogidas de K.Marx y F.Engels, p.258). Ese acto de extrema honestidad y de llamar a las cosas por su nombre que es Una Temporada..., resulta una contestación a la hipocresía -ahora secular- de la burguesía y sus adláteres. El período histórico que vivió Rimbaud fue revolucionario -especialmente en París-. Mucho se ha dicho -aunque sólo sea de paso, como dato anecdótico- que el adolescente Rimbaud estuvo en la Comuna de París. Pero quien se acerque a la historia de la Francia del XIX comprobará, como se dijo, que la Comuna no fue sino la culminación más trascendental de una serie importante de sublevaciones populares contra la explotación. "Gracias al desarrollo económico y político de Francia desde 1789, la situación política desde hace 50 años ha sido tal que no podía estallar en esta ciudad (París) ninguna revolución que no asumiese en seguida un carácter proletario" (Marx, op.cit., p.257). Es en esta escena de violentos enfrentamientos y sucesivas represiones desde el Poder, que aparece un individuo como Rimbaud, cuya sensibilidad atenta no (puede) deja(r) de lado la historia de su sociedad, sino que la vive, la incorpora, la procesa y actúa en consecuencia: la literatura es un acto. El genio de Rimbaud corresponde al genio de la época. Rimbaud es grande porque es un lúcido francés de su tiempo, cuya denuncia quiebra toda actitud contemplativa. Una Temporada... -su obra más orgánica- es el precoz alegato contra las clases que vociferando "libertad", "razón", "ciencia", "juego democrático", "paz" y "credo religioso" demuestran con su práctica la cara peluda del capital y sus aliados. 4 ¿POR QUÉ RIMBAUD SE DEDICARÁ LUEGO a los negocios en Africa? Por el triunfo de su espíritu individualista, y quién sabe si también por el trágico desencanto ante la derrota sangrienta de la mayor revuelta parisina: la Comuna de 1871. Después de todo ¿acaso hoy en día muchos incendiarios del 60 y del 70 no han venido reculando, desde los años 80, en un patético y ya crónico desencanto (¿pero cuándo estuvieron verdaderamente "encantados"?)? ¿Acaso no vemos a los pequeños-burgueses progresistas de ayer sumando a la ofensiva neo-liberal, como cuestión trascendente, su escepticismo y su nihilismo, su no-futuro, su fin-de-las-ideologías (menos la que está en el poder, claro)?. Sin embargo, qué lejos se halla esta actitud de la alucinada empresa llevada a cabo por un Rimbaud que, por ello, no aparece tan desencantado ni opacado, sino más bien vitalmente orientado hacia otros intereses, y siempre golpeando a la mediocridad. La agonía del Rimbaud aventurero, del Rimbaud conquistador, es una pirámide en comparación a la agonía de nuestros otrora jóvenes incendiarios. Rimbaud estuvo en la Comuna, y ésta no fue algazara estudiantil o impostura lírica: fue un acto embrionario de un orden social superior, que no pudo haber dejado indiferente a una sensibilidad tan intensa como la de Rimbaud. "Durante la guerra, los obreros de París habíanse limitado a exigir la enérgica continuación de la lucha. Pero ahora, sellada ya la paz después de la capitulación de París, Thiers, nuevo jefe del Gobierno, tenía que darse cuenta de que la dominación de las clases poseedoras -grandes terratenientes y capitalistas- estaba en constante peligro mientras los obreros de París tuviesen en sus manos las armas" (Engels, en Obras Escogidas, op.cit., p. 260). "Es la víspera (...) Y al llegar la aurora, armados de ardiente paciencia, entraremos en las espléndidas ciudades" (107).

5 RIMBAUD ACERCA LA LITERATURA A la tierra: "He heredado de mis antepasados galos, el ojo azul claro, la frente estrecha y la torpeza en la lucha. Encuentro mi vestimenta tan bárbara como la suya (...) Los galos eran los desolladores de animales, los quemadores de hierba más ineptos de su tiempo" (73). "Es la víspera. Recibamos todos los impulsos de vigor y de ternura real" (107). Se sitúa al margen del poder eclesial: "No me veo, de ningún modo, en los Consejos de Cristo; ni en los consejos de los señores representantes de Cristo" (74). Está en la otra orilla respecto del Poder oficial: "Los blancos desembarcan. ¡El cañón! Hay que someterse al bautismo, vestirse, trabajar" (77); "-Tuve razón de despreciar a esos buenos burgueses que no perderían la oportunidad de una caricia, parásitos del aseo y de la salud de nuestras mujeres, hoy cuando ellas están tan poco de acuerdo con nosotros" (99), y "sacerdotes, profesores, maestros, os engañáis entregándome a la justicia (...) no comprendo las leyes; no tengo sentido moral; soy un bruto: os equivocáis..." (77). Sardónico, quiere arranchar del fuego las flores de otra ética y otra estética. Y proclama el baile como agresivo ritual de exorcismo, para vomitar el alma: "Entierro mis muertos en mi vientre. ¡Gritos, tambor, danza, danza, danza, danza! No se me alcanza ver la hora en que, desembarcando los blancos, caeré en la nada" (77). Románticamente, al estilo (pre-jipi) de Rousseau y su utopía de vuelta a la armonía paradisíaca y primigenia con la naturaleza, el poeta expresa: "Mandé al diablo las palmas de los mártires, los relámpagos del arte, el orgullo de los inventores, el ardor de los pillos; volví a Oriente y a la bondad primera y eterna" (100). Todo un desplante a los viejos mitos de la sociedad moderna. ¿La consagración? ¿el reconocimiento social? ¿el status?: ¡Bah!. Oriente simboliza la negación radical del Occidente dizque cristiano. Rimbaud afirma como alternativa el paganismo y la recusación del pensamiento científico: ese hito burgués, ese hijo de su orgulloso racionalismo: "¿Qué puedo hacer yo? Conozco el trabajo; y la ciencia es demasiado lenta"; "En mi lecho de hospital el olor a incienso me ha vuelto tan potente; guardián de los aromas sagrados, confesor y mártir...". Es, entonces, al centro de esta batalla desmitificadora que cobra agudeza su célebre consigna contra la belleza (convencional), o aquella otra a favor del "desorden de todos los sentidos", y frases como "Soy un maldito, siento horror de la patria. Lo mejor, es soñar muy borracho, sobre la arena" (75). 6 EN LA ÉPICA ALUCINANTE DE Una Temporada..., Rimbaud plantea una alquimia (transmutación) del espíritu que a la manera de un mago, brujo o chamán (c.f. Jim Morrison) lo conduzca a otra realidad. Esta negación irónica de la razón, en favor de las fuerzas irracionales, es otro medio de combatir a Occidente; cuya élite propietaria usufructúa en su beneficio los avances tecnológicos debidos a la ciencia. Esta última ironía, valgan verdades, es rasgo importante de la literatura y el arte modernos (c.f. Octavio Paz, op.cit.). El poeta anuncia su videncia: "Y decir que estoy en posesión de la verdad, que veo la justicia: tengo un juicio sano y seguro, estoy dispuesto para la perfección" (82). Ella está al servicio de otros: "Algún día, será preciso que yo me vaya, muy lejos. Ya que es preciso que ayude a otras (almas) : es mi deber" (88). El ritual de exorcismo se cumple, al chamánico modo, colectivamente. Con violencia, posesiona otras almas, como confiesa su mujer la Virgen Loca : "Muchas noches, su demonio se apoderaba de mí y nos revolcábamos, ¡luchaba con él!" (86).

Las llamas son de la propia realidad, y pasar por ese infierno es una épica que va incinerando velos y máscaras en el poeta: "La vida es la farsa que todos representamos (...) ¡Ah los pulmones se abrasan, los pulsos gruñen! ¡La noche rueda ante mis ojos con este sol!" (79); "Voy a descorrer el velo de todos los misterios: Misterios religiosos o naturales, muerte, nacimiento, futuro, cosmogonía, nada"; "Satán, farsante, quieres diluirme con tus encantos. ¡Reclamo! una horconada, una gota de fuego. ¡Ah, volver a la vida! Echar una ojeada sobre nuestras deformidades (...) ¡Piedad, Dios mío, escondedme, me sostengo muy mal (...)! Es el fuego que se reanima con su condenado" (82-83). Rimbaud asume la violencia como actitud positiva en este cambio de piel. Contra la formación convencional (ética/estética) se da una primera de-formación que el poeta propicia y celebra sarcásticamente: "He ingerido un enorme trago de veneno -¡Sea tres veces bendecido el consejo que llegó hasta mí!- Se me abrasan las entrañas. La violencia del veneno me retuerce los miembros, me deforma, me derriba (...) ¡Mirad cómo asciende el fuego! Ardo como es debido. ¡Vaya demonio!" (81). Ese extremo derrumbamiento debe cumplirse a cabalidad para pasar a otro orden de cosas. Rimbaud-dialéctico. La Virgen Loca lo dice con claridad: " El (el Esposo Infernal -NR) no conseguía que fuese mejor sino haciéndome morir!" (87); "Me ataca, se pasa horas avergonzándome de todo lo que ha podido emocionarme en este mundo, y se indigna si lloro" (88). Esposo Infernal: "Soy de una raza lejana (...); me haré cortes por todo el cuerpo, me tatuaré, quiero convertirme en algo horrible, como un mongol, aullaré por las calles. Quiero convertirme en loca rabiosa. No me enseñes nunca joyas, me arrastraré y me revolcaré por la alfombra. Mi riqueza la querré manchada de sangre por todos lados. Jamás trabajaré" (86). 7 TODO INDIVIDUO TIENE CONTRADICCIONES. Rimbaud no escapó a ellas. En su contestación a la mediocridad del Poder burgués, hay muchos elementos decadentistas de los que él mismo se impregnó al vivirlos protagónicamente. Más allá de las noches -o las madrugadas- de bohemia, en droga y alcohol, se trató de una decadencia mayor: la de una clase. Rimbaud, recreó con realismo, mediante la alegoría de Una Temporada..., la ciudad de su tiempo. Asimismo hizo Dante en su monumental Divina Comedia .

Destruyéndose, inmolándose en el infierno, Rimbaud alcanzó a construir, sin embargo, una utopía -en el sentido positivo del término-. Una alternativa forjada en las llamas de su época. "En estío, a las cuatro de la mañana/el sueño del amor perdura todavía,/y el perfume de la festiva tarde,/bajo el follaje, evapora el día" (92). Además, próxima al mundo popular: "Pero a lo lejos, con inmensa prisa,/hacia el sol de las Hespérides,/se agitan en mangas de camisa,/los carpinteros,// (...) ¡Ah! para estos obreros fascinantes,/súbditos de un rey de Babilonia,/deja, Venus, un poco tus amantes,/cuya alma es tu gloria./ ¡Oh reina de los pastores!/Lleva a los obreros el agua de la vida" (93). Inmolado en la candela de un infierno material-social, aniquilando su vieja ideología (ética/estética), el poeta produce otra actitud, otros nuevos entendimientos. Entonces sí: "Todo esto ya ha pasado. Ahora, ya sé saludar a la belleza" (98). Es otra belleza: un nuevo canto. Y en el penúltimo texto de "Una Temporada...", en olor a Comuna -y hasta algo vallejiano-, se lee: "¿Tuve una vez una juventud agradable, heroica, fabulosa, como para ser escrita sobre páginas de oro? (...) No obstante, hoy creo haber terminado el relato de mi infierno. Verdaderamente era el infierno (...) ¿Cuándo iremos más allá de las playas y los montes, a saludar el nacimiento del trabajo nuevo, la nueva sabiduría, la huida de los tiranos y de los demonios, el fin de la superstición, para adorar - ¡los primeros!- la Navidad en la tierra? ¡El canto de los cielos, la marcha de los pueblos! Esclavos, no maldigamos la vida" (105). Y originalmente "Navidad" es parto, estado de gracia (sin des), purificación, fiesta, victoria y pueblo. Hay urgencia de tocar ya una vida nueva y solar: "Ah los harapos podridos, el pan empapado de lluvia, la embriaguez, los mil amores que me han crucificado! (...) Execro de la miseria. Y desconfío del invierno porque es la estación de la comodidad. -A veces veo en el cielo playas infinitas repletas de blancas naciones alegres. Un gran bajel de oro encima de mí, agita sus gallardetes multicolores en las brisas mañaneras. He creado todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. He intentado inventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas carnes, nuevas lenguas. He creído adquirir poderes sobrenaturales" (106). 8 Y SIN EMBARGO, LUEGO DE UN largo viaje alucinado y ahíto en visiones, planea hacia la absoluta realidad: "¡Yo! Yo que me he llamado mago o ángel, dispensado de toda moral, he sido devuelto a la tierra, con un deber a buscar una realidad rugosa a abrazar. ¡Campesino! (...) No obstante, es la víspera. Recibamos todos los impulsos de vigor y de ternura real. Y, a la aurora, armados de una paciencia ardorosa, entraremos en las espléndidas ciudades (...); y me será permitido poseer la verdad en un alma y un cuerpo" (107). El ingreso a las ciudades es "armado de una paciencia ardorosa", y es colectivo. Esa "verdad", ubicada dialécticamente en el epicentro del espíritu ("alma") y la materia ("cuerpo"), es precisamente lo que la burguesía no puede ofrecer porque precisa mentir (o sea, dar leyes) para perpetuarse. 9 ESTE POEMA EN PROSA DE RIMBAUD, es un documento realista hasta lo grotesco (expresionista); material, hasta la alegoría. Al igual que otras grandes expresiones literarias, permite conocer los elementos dominantes, y los emergentes, en las contradicciones sociales de su período respectivo. "No hay que juzgar la literatura desde la literatura, sino desde el mundo de que aquella trate (...). No hay que confrontar una novela de Dos Passos con una de Balzac, sino con la realidad de los barrios neoyorkinos que Dos Passos describe" (Bertolt Brecht, p.312). y 10 SE PODRIA ACUÑAR UNA IMAGEN para caracterizar a quienes -utilizando su ingenio y, a veces, su privilegiada formación- actúan de modo revoltoso pero inofensivamente ante el orden social vigente: el caballo de Calígula. Así como el emperador romano consintió que su equino predilecto se burlara, nombrándolo cónsul, de su propia decadencia como clase en el poder, asimismo muchos literatos y artistas contemporáneos sirven de simulacro de rebeldía y son a-penas pintoresco decorado del sistema. "Siempre fue peligroso confundir la rebelión con el caos. Y ahora, los enemigos de la verdadera rebelión -los revoltosos- se han colgado el cartel de los rebeldes, y hay un circo que así los proclama el sábado en la noche (...). Y saben que su actitud sólo molesta a los viejitos y a las señoras embarazadas" (revista Narración). Por ello son tolerados, al fin y al cabo, tal si fueran el caballo de Calígula: dependientes y sujetos a los designios del Imperio. Rimbaud no fue ni el caballo ni el emperador (Calígula u otros). Rimbaud fue un opositor real. Hasta un metafísico como J.Riviére vio esto y escribió: "Rimbaud se sitúa sobre ruinas, en un lugar combatido, pero extremo, de donde procede la humanidad con cambios inauditos" (revista La Gaceta del FCE, p.20). "Nada de cánticos: conservar lo ganado. ¡Dura noche! La sangre reseca humea sobre mi rostro, y detrás de mí sólo tengo ese horrible y diminuto arbusto...¡El combate es tan brutal como la batalla de los hombres!; pero la visión de la justicia es el placer de Dios únicamente" (107). Rimbaud fue hijo de la Francia del XIX; es decir, de uno de los períodos de lucha de clases más violentos. Decir que fue/es un ángel malo es empezar a hablar de su estirpe, pero no sitúa políticamente su producción. Al igual que cualquier otro autor en pie de lucha, el caso Rimbaud es el de un combate ideológico. Su enemigo es claro: el poder burgués con maneras aristocráticas, en Francia, siglo XIX. Su muerte en Marsella, en 1891 (37 ans), con una pierna amputada y sólo amparado por su hermana, transmite más pena que gloria. Hasta en el último instante de su vida, se nos aparece como un antihéroe (un espléndido fracaso) antes que como un exitoso hombre de negocios o un exitoso escritor. Inclusive (en) su muerte recusó el conformista exitismo del buen burgués. Abrazado (abrasado) sea. Diciembre 91 - febrero 92.

U T I L E R I A B I B L I O G R A F I C A

RIMBAUD Obra Completa, edición bilingüe: Ediciones 29, Madrid; 2ª edición, 1980 (Traducción: J.F. Vidal-Jover).

RIMBAUD, Una Temporada en el Infierno: Compañía General Fabril Editora S.A., Buenos Aires; 1959 (Traducción: Oliverio Girondo y Enrique Molina).

LOS HIJOS DEL LIMO, Octavio Paz: editorial Oveja Negra, Colombia; 1985.

DEFENSA DEL MARXISMO, José Carlos Mariátegui: editorial Amauta, Lima; 10ª edición, 1981.

EL COMPROMISO EN LITERATURA Y ARTE, Bertolt Brecht: editorial Península, Barcelona; 2ª edición, 1984.

OBRAS ESCOGIDAS, Marx / Engels: editorial Progreso, Moscú.

Revista LA GACETA, del Fondo de Cultura Económica: México; julio 1991.

Revista NARRACION: Lima, 1972.

VIDA DE RIMBAUD, Jean-Marie Carré: editorial La Pléyade, Buenos Aires; 1974.

RIMBAUD Y LA COMUNA, Pierre Gascar: Editions Gallimard-EDICUSA, Madrid; 1971.

Poesía

Y la poesía también sirve

para molestar al rey.

Rayo que nos lacera el corazón,

cigarrillo de lenta ceniza meditada,

desvelo por la sombra que acecha

en la ventana de la aurora,

cada tanto, también,

la poesía refulge tornasoles presuntuosos.

Sí. Y alquimias para conmemorar, ‘señoras y señores,

‘que las mariposas son díscolas flores desertoras,

o un grácil surrealismo de angelitos pintores’.

¿Qué se dice de tanto palabraje

que humilla nuestra urgencia,

desgarrada, raída, sueño hilachas de trapo-

y cruentos lagrimones del fracaso

que nos clava las uñas, costillas bien adentro?

¿De qué van los versitos incoloros si cada

dos segundos se muere un niño de hambre en el planeta?

¿Verso a hechura de un dios que ignora su tarea?

La poesía repite seguir creciendo al hombre.

Poemas mano a mano sin soledad tan sola.

El unísono grito de remeros constantes,

extenuados de capitanear este naufragio de

errátiles gorriones, entre vendavales y tormenta.

P U L I E N D O H U E S O S

Roberto Bolaño

Si por panorama general entendemos a una promoción emergente de jóvenes poetas que vienen a llenar algunos huecos surgidos en el aparato oficial de la literatura latinoamericana, a mí me parece definitivamente mediocre. Ahora que si por panorama general entendemos un movimiento al menos estéticamente al margen del aparato oficial o un subpanorama ética y estéticamente al margen, un estado de ánimo común a muchos jóvenes, una interpretación transformadora (y esto es más contradictorio que el diablo) de una realidad cotidiana sangrienta, en donde es imposible verdaderamente crear sin subvertir, en donde es imposible subvertir sin ser apaleado, en donde es imposible ser apaleado sin adoptar, por el momento aunque sólo sea visceralmente, posturas de rechazo total a situaciones culturales burguesas (y cualquier postura de rechazo total significa comenzar a experimentar y pensar nuevas formas de acción, a intuir nuevas sensaciones), el panorama general se me presenta como el segundo cartucho de dinamita de la poesía latinoamericana en lo que va de este siglo; el primero fue la vanguardia de los veintes: Huidobro, Vallejo, De Rokha, Oquendo de Amat, César Moro, Maples Arce, Alberto Hidalgo, Borges, Girondo, Martín Adán, etcétera. Por un lado escriben los jóvenes decentes, los de la cotidianidad de toilette, los caligrafistas, los que buscan un status de escritor. Por el otro están los anarquistas, los poetas narrativos y los nuevos líricos marxistas, los vagabundos, los que viven poesía, los que se pasean vestidos de erizos por la cotidianidad pequeñoburguesa, a los que les importa un comino el oficio de escritor. Dos líneas bastante numerosas, bastante heterogéneas. Para aclarar un poco, dentro de la primera tendencia (y decir tendencia es un decir), puedo mencionar a los hijos de Paz, en México; a los hijos de Girri, en Argentina; a los pésimos parrianos, a los peores nerudianos, a los definitivamente perversos rokhianos, en Chile; a los Cobo Borda trepadores (como diría Scott Fittzgerald), de Colombia; a los jóvenes poetas de la República del Este; de Venezuela; a los hijos de Stalin y Westphalen, del Perú; a los exterioristas católicos, de Nicaragua, etcétera. Dentro de la otra tendencia sólo puedo manejar un hit parade internacional, que agruparía gente muchas veces contraria entre sí, pero emparentada en un primer punto: la poesía ya no como un cubículo universitario, ya no como un flujo circular de información, sino como una experiencia viva, lenguaje vivo, autopista de cabellos largos. Me es inevitable mezclar poetas de los que ya no espero nada o casi nada, gente que después de haber dado dos saltos mortales se cayó del trapecio o bajó a recibir su cheque o su beca, o tuvo miedo, o se le acabó la inspiración; qué se yo; con poetas de los que espero todo o casi todo, tránsfugas, iconoclastas, adolescentes, personajes fidelísimos que entran como Pedro en su casa tanto al país de los cronopios como a las redes subterráneas de Bakunin y Barbarella. Los nombro indistintamente (para su curiosidad y regocijo): Hinostroza, Bruno Montané, Luis Rogelio Nogueras, Mara Larrosa, José Peguero, Orlando Guillén, Waldo Rojas, Julián Gómez, José Rosas Ribeyro, Enrique Verástegui, Mario Santiago, Gonzalo Millán, Rubén Medina, José de Jesús Sampedro, Óscar Málaga, Fernando Nieto Cadena, Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruiz, Beltrán Morales, Víctor Casaus, Cuauthémoc Méndez, David Malfavón, Eloy Jáuregui, Fanor Téllez, Vladimir Herrera y Antonio Cisneros. De los uruguayos sólo conozco mayores de cuarenta. Poeta joven que aparece es asesinado por la dictadura. Ibero Gutiérrez, por ejemplo. De Argentina puedo decir lo mismo que de Uruguay, con la salvedad de que recién ahora estoy empezando a leer, gracias a Jorge Alejandro, a algunos poetas de las promociones recientes. Imagino que la urgencia de sobrevivir es mayor casi siempre a la urgencia de escribir poesía; ya no hablo de difundirla, aunque sea a niveles subterráneos. Se me vienen muchos nombres a la cabeza: Paco Urondo, a quien todos conocemos, muerto en la guerrilla: Diana Bellesi, a quien sólo unos pocos conocemos (¿dónde está Diana nos preguntó Hinostroza, no sé, le dije), perdida en esa especie de flipper electrónico que es el cono sur. Pienso en el gheto de poetas peruanos en el edificio de Georges Mandel en París, llamado también El Rincón de los Bonzos Melenudos. Pienso en los nuevos poetas chilenos (hablo de muchachos que no pasan de los veintiún años) creándose una tradición poética a partir de sus propios nervios.

Creo una cosa: si bien ahora el panorama general de la nueva poesía latinoamericana es en un cincuenta por ciento clandestino, dentro de poco tiempo lo será en un cien por ciento. En una época de crisis, el poeta se lanza a los caminos. De esta inmersión obligatoria en mundos nuevos renace la poesía, la verdadera poesía, o se va todo al carajo.
.

ANTECEDENTES DE LA NUEVA POESÍA

¡Santo cielo! si yo me pusiera extremista diría que los únicos antecedentes para muchos de nosotros son una cadena de carnicerías, una colección de fotos de poetas surrealistas, una monomanía por las carreteras, nuevamente una cadena de carnicerías, informaciones enajenadas con el método cut-up, complots experimentales, canciones de rock'n roll (sobre todo Simpatía por el diablo), Vietnam y la guerrilla, el sexo y los cómics , muchas nubes negras y veloces. Antecedente quiere decir, más o menos, acción, dicho o circunstancia que sirve para juzgar algo posterior. Bueno, creo que los antecedentes de los nuevos poetas latinoamericanos no son primordialmente literarios. Ni nacionales. No existen antecedentes puramente nacionales. En el caso concreto de los chilenos nuestras raíces no se circunscriben a la herencia que tal o cual generación haya podido darnos. Nuestra posición dentro de la joven poesía chilena es desde todos los puntos de vista opuesta a la de nuestros primos mayores, los chunchulitos del sesenta. No bebemos de Parra ni de Neruda (tampoco caemos en el ridículo de aquellos que después de haber aplaudido a Parra como el renovador de la poesía latinoamericana lo acusan ahora de fascista y niegan toda su poesía. Nosotros creemos que tanto Parra como los que hoy lo excomulgan han sido unos poetas pequeñoburgueses hasta la médula que en su momento hicieron cosas bastante importantes, sobre todo Nicanor). Le ponemos más atención a Pablo de Rokha y a Vicente Huidobro.

Nuestras experiencias, entre ellas el acto de escribir desesperadamente en un callejón sin salida, nos han orillado a reencontrar antiguos tótems, largo tiempo ocultos (ninguneados o manipulados por la tradición oficial) y a tomar de ellos lo más corrosivo, lo más fresco.
.
AVANCES Y RETROCESOS

La renovación de nuestro lenguaje poético no se da meramente como una búsqueda formal, sino como resultado de un choque formidable entre una realidad cada día más exasperantemente poética y nuestras ganas de jugar un rato con ella, de interpretarla, de transformarla, por lo pronto sea sólo para ver qué nos pasa. La poesía de lo que se mueve y me rodea, extiende mi poesía al infinito, diría Bakunin.

Quizá el movimiento de poetas más importante de estos últimos años, no sólo para Perú sino para América, haya sido el grupo Hora Zero. Creado por Jorge Pimentel y Juan Ramírez Ruiz, en 1970 se lanzaron con un manifiesto en donde desconocían casi todo lo que se había escrito antes de ellos y volvían a poner vigentes dos actitudes: la iconoclastía y la fe ciega en el poder de la poesía. A partir de esa contradicción llegan a la poesía integral, de Juan Ramírez Ruiz y a los poemas proletarios alucinógenos de Jorge Pimentel. Además de ellos Hora Zero tuvo poetas tan buenos como José Cerna, Jorge Nájar, Eloy Jáuregui, Enrique Verástegui e Isaac Rupay. Pero igual que todo movimiento que se divide y que para colmo no logra salir de sus fronteras nacionales, éste se ahogó. La maquinaria oficial utiliza muchas formas para neutralizar algo que en determinado momento amenaza. A la gente se la compra o se la hace desaparecer. Juan Ramírez trató de romper el cerco y establecer contacto con grupos de poetas jóvenes del resto de América, testimonio de eso son unas cuantas cartas que le mandó a Mario Santiago. Allí lo que él planteaba era la unión mediante una revista rotaria de los diferentes poetas, más o menos marginales, más o menos de vanguardia, de algunos países latinoamericanos. El proyecto no cuajó. Ahora muchos horazerianos ya no quieren ni oír hablar de Hora Zero. Los pobrecitos piensan que pueden salvarse ellos solos. (Hora Zero en uno de los momentos más afiebrados trató de salvar al Perú; las profecías, los alucinantes juegos estadísticos, las advertencias ecológicas, los recortes de nota roja de Jorge Pimentel, en Kenacort y Valium 10 son prueba de ello).

Es aleccionador el fin de los nadaístas colombianos: todos pasaron, después del enfrentamiento con el poder cultural, de una onda satánica a una onda mística. De Gonzalo Arango no queda nada, de Juan Arb tampoco. Quizás dos o tres poemas de Jotamario. La comparación con Hora Zero se puede hacer de esta manera: después de la derrota los nadaístas devienen místicos y los horazerianos escritores de oficio. Hora Zero es el primer avance y el primer retroceso de importancia de la joven poesía latinoamericana de los setentas.

Otras tendencias de poetas jóvenes, me refiero a los que hacían poesía coloquial, con el pretexto de reflejar una cotidianidad fresca y sencilla sólo le rindieron tributo a una cotidianidad pequeñoburguesa, sin trascender nunca, tanto en forma como en contenido, al animal de la costumbre. De eso solamente quedan malas fotografías.

Los jóvenes poetas chilenos hicieron humo blanco cuando quisieron copiar el humor negro de Parra. El mismo Parra terminó haciendo un lamentable y mediocre humor blanco. El humor blanco es la broma más cruel que la nueva poesía chilena se jugó a sí misma hasta el 11 de septiembre de 1973.

Cuando el ambiente no sólo es indiferente u hostil, sino francamente criminal, como en el caso de Chile o de Argentina,, al poeta no le queda otra que entrar en organizaciones clandestinas (hacer poesía a balazos, como diría Dalton), o irse del país. Europa está llena de argentinos, chilenos, uruguayos, que obviamente no están ahí de vacaciones.

Pero todo se prolonga de una forma o de otra. Dos poetas jóvenes que mucho le deben a Hora Zero son Mario Santiago, mexicano, y Bruno Montané, chileno. En Mario se cumple el poema integral con toda su unidad (su capacidad de estilo, su locura metafórica) y todo su poder fragmentario, el asalto simultáneo a diferentes formas de la realidad. En Bruno el desgarrado coloquialismo horazeriano se mueve por paisajes de alucinación y lucidez, con estructuras rítmicas y juegos de sensaciones llevados hasta las últimas. Tipos como Pimentel, que ahora tranquilamente encerrado en Lima prepara sus próximas batallas; como Mario, que es una especie de Netzahualcóyotl con la imaginación de Pantagruel, y como Bruno Montané, que es la serenidad en persona, no me defraudarán en lo que pienso tiene de viva nuestra poesía.
.
Posible vanguardia y contexto sociopolítico

Vivimos la aparición de formas nuevas, condicionadas por factores económicos, formas marginales que poco a poco vemos reconociendo como poesía. Un aire de poesía desligado de los medios sociales, donde tradicionalmente se mueve la poesía. Vivimos la aparición de una poesía del lado salvaje de las calles. El humor blanco, el exteriorismo, los versos de la otredad, los versos clase obrera, sólo representan a un sector (el sector oficial, reconocido) famélico en su imaginación y rico en seguridad; la poesía conversacional se queda muda cuando ve pasar por la calle a los niños rojos, a los niños salvajes de Whitman, a los que sin darse cuenta aúllan. En oposición al poeta joven que teme enormemente arriesgarse, que quiere llegar lo antes posible a un status dentro del mercado, está el kamikaze de los Flujos de Mario Santiago o de los Caminos pedregosos de Pimentel. El digno y lúdico muchacho de la calle con el rostro embarrado de imaginación. Mientras cualquier chavo sueñe y le cuente sus sueños a una chava habrá vanguardia en la joven poesía. Pero es hora de sacar a la vanguardia de sus territorios marginales, de sus territorios de sueños, y lanzarla en una lucha de poder a poder contra el aparato oficial, reaccionario hasta los huesos. Para eso hay que organizarse, ensayar nuevos canales de comunicación, experimentar, estar siempre en la disposición de arriesgarse en mundos desconocidos, proponer frenéticamente, cotidianamente afilar la capacidad de asombro y de amor. La subversión de la cotidianidad no puede circunscribirse a los ámbitos puramente socioeconómicos, la revolución y la vida deben ser la ética y la estética (una sola cosa), de cualquier proyecto de vanguardia. En este sentido creo que podemos hablar ya de renacimiento, la cosa vuelve a moverse en algunas partes, los jóvenes se arriesgan, salen como lunáticos a las calles a vivir su propia película bogartiana, crean movimientos estrambóticos y sanísimos en medio de una inteligentsia primero indiferente y después asustada. Ejemplo de esto es el infrarrealismo en México, definido por amigos y enemigos como la peste, y eso que recién empieza, que recién está en la etapa que Rubén Medina designa como de "descubrimiento de sensaciones marginales", "el poema lanzado, de formas múltiples, a la aventura". El núcleo central de una posible vanguardia debe ser la aventura, creo yo. Y prefiero al muchacho que lee a Pablo de Rokha en vez de Valéry, el que lee a Kerouac y no a Fuentes, el que escribe en una máquina de sueños: Dinero Gratis o Thanatos Go Home.

Aventura de los nervios, aventura de los párpados, aventura del camino, aventura de la revolución, aventura del amor.

Más o menos como el que está tirado en una esquina, sudando y descansando un poco, y algún teórico sicoanalista de la Universidad le grita pequeñoburgués con mala conciencia. Y él se sonríe casi como un Buda armado.

DE ALFILES Y ESFINGES:

Anónimo

La Diáspora es un lugar bien berraco en el ninguneo, donde se nace y muere, pero se crece como en un saco roto sin fondo ni punta, el vacío pesa y la voz se siente en off. Extranjero, de Moho o de Juliaca, dijiste, siempre, en realidad se sale una sola vez del vientre y no se vuelve más que otra vez, pero en forma definitiva, sin regreso, más bien para adentrarse más y más al fondo de lo inminentemente oscuro, otra matriz sin duda, que no será necesario abandonar. Será tal vez por eso que salen estas notas y este blog se hace y deshace a pesar de la mano de Gabriel. A veces no quiere entender que el ya fue, su berreo, ahora, hoy, no tiene sentido.

CHUQUIPIUNTA, EL MISMO, OTRO, ÉL.

lunes, 14 de enero de 2008

¡Termina la Votación!

Orquidea Sideral

Boris Espezúa Salmón

La Oficina de Proyección Social de La Universidad Nacional del Altiplano, ha editado recientemente el Poemario “Orquidea Sideral” de Alfredo Quispe Tutacano, se consigna como subtitulo en la portada del libro que es Literatura Chaya, lo que entendemos que significa que pertenece a La Nación Quechua, de estirpe de Ayapata, Distrito de Macusani de donde es oriundo Alfredo Tutacano. El libro ha sido esperado durante varios años, y casi una década demoró su publicación habiendo fraguado su contenido para demostrar un mejor resultado y perfilamiento.

Antes de comentar la poesía de Alfredo Tutacano, es necesario resaltar de modo especial las ilustraciones que tiene el libro del conocido pintor puneño Benigno Aguilar Paucar, que además de poseer un estilo particular, y un compromiso con el altiplano,con sus costumbres y culturas, articula los diversos poemas de modo complementario, reforzante y pertinente, algo que se ha venido perdiendo en los últimos años, donde los poetas ya prescinden de las ilustraciones, que era característica de importantes poemarios y las clásicas revistas como “Amauta” o “El Boletín Titikaka” por ejemplo que ilustraban sus páginas con pintores de la talla de José Sabogal, José Malanca, Amadeo Landaeta, Florentino Sosa y otros.

La poesía de Alfredo Tutacano es una propuesta por aperturar nuevas posturas experimentales en la llamada temática y expresión andina, donde se trata de innovar el texto poético en comparación a nuestros antecesores como Alejandro Peralta, Dante Nava, Gamaliel Cuarta, o al propio Efraín Miranda, quienes de modo singular han planteado formas expresivas de la poesía andina, pero, que deben ser mejoradas o diferenciadas, las generaciones posteriores ante ellos tienen ese reto que aún de modo consolidado no se encuentra con claridad y solidéz, en los poetas que prosiguen hasta este siglo que se inicia. En este escenario Alfredo consecuente con su identidad y origen rescata en su poesía el mito,Un lirismo bronco, las raíces ancestrales por los cuales el hombre en este tiempo se encadena, se aleja de sus apus tutelares, del sosiego del ande y de la esencia que lo prefigura en su existencia. El titulo del Libro Orquidea Sideral, contiene una cantata de imprecación, de alegato, de respiro histórico que suscita una reflexión medular para voltear la mirada por nuestros pueblos andinos, a revitalizar los amarus que llevamos dentro, y mostrar al universo la belleza escarchada e por el olvido de nuestros pueblos. Desde el punto de vista de la composición Alfredo Tutacano con esta primera entrega nos muestra no un poeta inicial, sino un talentoso sentidor y conocedor de la belleza poética que promete un gran futuro, silencioso y firme para la poesía peruana. Versos como: “ Son las partículas del dolor, que se disgregan de los tejidos vitales de rocíos sangrientos…Tu, esperarás que el destino de unte de colirio y el tiempo te envuelva con tus cataplasmas” En estos versos, el autor cruza los vientos, impreca su origen y su fin, y añora el amor como una orilla rasmillada por la luna. En otros versos se verá al poeta estacado en la tierra, beligerante, guerrero cuando señala: “ Waynacapac: “El poderío de tu honda, ha desintegrad, las centurias de humillación, de los valles rebelde, de la hoja hierática, de los alaridos de libertad. Proporcionas fortaleza a los illapas, a los halcones albos, donde haces emerger generaciones nuevas en las comarcas” La fuerza sideral del cosmos del ande, se siente como el silbido bronco de las alturas, donde el poeta reúne las tempestades y la nueva sangre para un nuevo tiempo.

La poesía puneña tiene en sus exponentes varias opciones que seguir y que reencontrar, Alfredo Tutacano elige la opción de la temática andina siendo con ello coherente en su postura ontológica, utiliza el andamiaje experimental de la poesía occidental para la construcción de sus metáforas, y sin caer en un formalismo positivista donde el rostro y el cuerpo andino desaparece, o queda como pincelada pintoresca, y donde muchos consideran que hay que vaciar el lirismo para hacer mejor poesía, lo que es un contrasentido, porque el lenguaje perfilado no es nada, sino tiene contenido, semántica y expresividad el Ícaro verbal que se consigna. Por ello bienvenido a la poesía de Alfredo Tutacano, con él Puno gana un poeta más, y se suma a la fuerza de David ante una masa insomne, y envilecida de prejuicios a lo Hércules que convencionalmente cree que ser poeta es ser débil, tener una presencia chistosa o disminuida de existencia, y que involucrarse en la literatura, es optar por la mariconada, por lo subalterno y la marginalidad. Cuando si supieran que la poesía es la dedicación más excelsa y más álta incluso que la filosofía como lo reconocía Aristóteles, y es la fundamentación del hombre por la palabra como lo asevera Heiddegger, y el paraíso que se trae a la tierra para hacernos la vida menos infeliz. Felicitaciones Alfredo.

Revistas educativas

Walter Paz Quispe Santos

Amenas, didácticas, acaso incisivas; las revistas educativas durante el 2007 fueron las más preferidas como medios de expresión de las ideas pedagógicas y culturales de nuestros educadores. Sin duda los Maestros son los más grandes animadores de nuestras provincias y distritos de la región Puno. Así las revistas se convirtieron en bastiones principales de nuestro desarrollo intelectual. Lo testifican ediciones que muestran no sólo iniciativa e inquietud de afirmación cultural sino auténtica reflexión educativa.

Nos referimos en primer lugar a la revista “Pensamiento vivo”, editada por educadores de la Escuela 70001 de Puno, bajo la Coordinación de Juan Rivas Apaza y la Dirección de Mario Vilca Condori; co-Dirección de Doris Quispe Suaña. Los artículos que trae la publicación se refieren a tópicos que corresponden a las reflexiones pedagógicas del presente siglo que se abre para sorpresa de esta bárbara civilización que nos toca vivir. Jaime Leoncio Tiquilloca escribe bien sobre “Las Tecnologías de información y comunicación” un verdadero reto para la educación regional; César Huayllapuma Santa Cruz revive un tema que tal vez es la agenda olvidada en nuestra práctica educativa: “¿respetamos los derechos de los niños y niñas? Hace poco la niña Nina Alionka Mendoza Yanqui fue maltratada y discriminada por funcionarios del Ministerio de Educación, buen artículo para que lean estos desavenidos de la educación peruana. Víctor Rodríguez Paquita reflexiona sobre la alicaída EIB. Las educadoras Nora Morales y Jenny Ramos nos brindan consejos para ayudar a triunfar a nuestros hijos. ¿Alguien podría garantizar el éxito de nuestros hijos? Tremendo reto para los padres y mayor aún para los educadores. Amalia M. Galvez Condori nos retrotrae un tópico sugestivo: la investigación acción. Marco Aurelio Tito Mamani se despacha bien con él que es padre y con los demás sobre el rol que cumplen en la educación de sus hijos. Yeny Marisol Melo nos habla del código de los niños y adolescentes, y con buena pluma. William Javier Tito Quispe reflexiona sobre la discapacidad; Angel Orlando Cardenas Cari que a parte de educador es abogado nos trae una buena reflexión sobre el D.S. 011-2007-ED. Gilberto Vilca Cutipa tiene buenos apuntes sobre la comunicación educativa. Dicen que a pesar de los adelantos tecnológicos seguimos incomunicados. Dinora Eduvigis Ortega Portugal trae consigo reflexiones acerca del Consejo Educativo Institucional, un tema poco discutido en la región Puno. Mario Vilca Condori compila algunas reflexiones útiles al igual que la madre de familia Martha Rodríguez Pari. Felicitaciones. El artículo que mas destaca es sin duda “La Pedagogía de José Portugal Catacora” de Juan Alberto Rivas Apaza. Leer sobre José Portugal siempre será aleccionador y refrescante en momentos de crisis educativa, cuantas cosas nos faltan aprender de este insigne educador acoreño.

Por otro lado, en Ayaviri vio la luz “Alborada Andina” otra revista dirigida por Mario Ramos Tacca, y bajo la presidencia de Miguel A. Mendoza Loza. Sus páginas nos traen buen contenido que nos invita a leerlo. Por ejemplo, José Galvez Vasquez comenta sobre la arremetida aprista sobre los Institutos Superiores. Es lamentable cómo los profesores de educación superior tengan que pagar las consecuencias de una mala planificación del centralismo limeño miope y cuyas alternativas de desarrollo hoy se encuentran agotadas. Sazona bien las páginas de contenido Miguel Mendoza hablándonos sobre el “Perú inmemorialmente centralista”. No basta ser derridiano para descentrar el centralismo, la periferia ayuda a comprender porque el centralismo es el culpable del atraso regional. Así mismo, Sergio Solórzano nos habla didácticamente sobre el sistema Tributario Nacional. Flavio Cornejo sobre el presupuesto participativo; Anita Quispe Calderon escribe sobre “haciendo realidad nuestros derechos”. Pablo Román Carcausto sobre el “Ecodesarrollo”. Hay articulos sugestivos y sugerentes de Elisban Lino Alarico, Clímaco Huayapa Gallegos, Lino Alex Ramos Salas, José Ccapacca Huallpa sobre ecología y medio ambiente.

La sección educación contiene aportes de Polan Lacki, Ana Cecilia Mendoza Gallo, Vilma Justina Huayhua Calla, Jenny Marlene Rucoba, Mary Luz Olaguivel Huamani, Vilma Pinto Huancavilca, Agripina Urday, Mario Julian Arisaca quienes aprovechan con maestría las páginas de “Alborada Andina” para mostrar mucho talento y conocimiento de la realidad cuando comentan nuestra educación tan venida a menos.

La sección Historia y Cultura andina tiene artículos de Julio Bustinza, Aristo Solórzano, Eduardo Arisaca Medina, Francisco Alanota, Plácido Arizaca, Noemí Elida Miranda, Javier León Quispe. Y la sección de Tecnología tiene el aporte de Vilma Sarmiento Madani y finalmente arte y literatura empieza a mostrar las remembranzas de Fidel Alfredo Villanueva Macedo, Pedro Huancayre, Luis Eudes Escobar, Juan Rosa Murguia, Efrian Valero Solis, Hernan Salas Rivera y Reynerio Mogrovejo Nuñez. Congratulaciones para estos testigos y escribanos de la educación regional.

Hay otras publicaciones como “El Centenario” del colegio del mismo nombre de la provincia de Putina dirigida por Jenry Malaga Luque, o “El Recreo Escolar” dirigido por Wilfredo Barrientos en la UGEL El Collao, que merecen un comentario aparte. Editar revistas nos es un negocio convencional. Se asemeja más a una vocación o a un deporte de aficionados cuyo objetivo es la actividad en sí misma más que el resultado económico.

domingo, 13 de enero de 2008

¡Poetas Jóvenes practiquen literatura de verdad!

FATIGAR a las musas con la necesaria dosis de creatividad e imaginación tiene su recompensa. Una de ellas es verse antologado en un libro como "13 Años de los Mejores Cuentos de 1000 Palabras" que recoge 68 de los cientos de relatos premiados y seleccionados en las versiones anteriores.
Considere poner en práctica las recomendaciones del escritor latinoamericano Horacio Quiroga. Dice así: "No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino". Después de este oportuno consejo, siéntese, inspírese y envíe su relato a la décimo quinta edición del Cuento de las 1,000 Palabras.
Las bases y los premios se mantienen: US$ 2 000 dólares para el Primer Premio, US$ 1 000 dólares para el Segundo, US$ 500 dólares para el Tercero y las tradicionales Máscaras recordatorias para las Menciones Honrosas que el Jurado determine. Son éstas suficientes razones como para fatigar a las musas durante este invierno.


BASES

1. A partir del jueves 25 de julio y hasta las 17:00 horas del viernes 31 de octubre de 1996 CARETAS recibirá los trabajos participantes en su Concurso El Cuento de las 1 000 Palabras. El jurado calificador, que estará integrado por un representante de CARETAS y por cinco personalidades de las letras peruanas, emitirá su fallo durante la primera quincena de diciembre de 1996.
2. El Primer Premio otorgado por CARETAS será de 2 000 dólares. El Segundo Premio será de 1 000 dólares y el Tercer Premio de 500 dólares.

3. El cuento que se envíe al concurso tendrá una extensión máxima de 1 000 palabras (aproximadamente cinco páginas tamaño carta, de 20 renglones de 60 golpes cada uno). El jurado se reserva el derecho, en forma excepcional, de calificar favorablemente un cuento que exceda ligeramente dicho límite en mérito a la calidad de la obra presentada, pero recomendará especialmente aquellas obras que se ciñan al límite señalado. El cuento deberá ser presentado en idioma español, en un original y cinco copias mecanografiadas tamaño carta. El tema es libre. Tanto el original como las copias deberán estar correctamente compaginadas y engrapadas.

4.. Podrán participar en el concurso todos los residentes en el Perú y los peruanos residentes en el extranjero.

5. Los trabajos deberán ser firmados con seudónimo, que figurará en la primera página. En sobre cerrado aparte y adjunto al que contiene el original y las cinco copias, el autor hará constar en la parte exterior el seudónimo utilizado y en su interior los datos completos de identidad (nombres, apellidos, documentos de identidad, dirección, teléfono). Los cuentos que omitan el seudónimo y/o que revelen la identidad de su autor, serán automáticamente descalificados.

6. Los cuentos deberán ser originales e inéditos. No se consideran los originales presentados en forma de guión de cine, teatro, radio o televisión. Los cuentos enviados no deberán haber sido presentados -con el mismo o distinto título-, a otro premio o concurso literario pendiente de resolución, lo que descalificará automáticamente al concursante.

7. Cada autor podrá presentar más de un cuento, siempre que utilice distintos seudónimos.

8. CARETAS publicará los cuentos premiados y los mejores seleccionados de acuerdo al criterio del Jurado, en fechas fijadas exclusivamente por la dirección de la revista. Los derechos de autor de los cuentos premiados serán de propiedad de CARETAS, la que abonará a los otros autores seleccionados sus respectivos derechos de autor previo acuerdo entre el autor y la revista.

9. El jurado estará integrado por las siguientes personas: Fernando de Szyszlo, Washington Delgado, Mariella Sala, Luis Jochamowitz, Germán Coronado y Jaime Bedoya, representando a CARETAS.

10. El personal de CARETAS queda inhabilitado para participar en este certamen.

11. El mero hecho de participar supone la aceptación de todas estas disposiciones. No se mantendrá correspondencia alguna vinculada al certamen. Los cuentos presentados al concurso no serán devueltos a sus autores y serán incinerados al término del mismo, sin responsabilidad para esta revista, no habiendo por consiguiente lugar a reclamo alguno. CARETAS no se hace responsable de la pérdida de originales y/o copias.


Los cibernautas interesados en medir sus cualidades literarias en el Concurso de Cuento organizado por CARETAS, deberán sujetarse a las bases adjuntas mas adelante. El envío - un original y cuatro copias - deberá hacerse por correo a la siguiente dirección:
CARETAS
Jirón Huallaga 122
Plaza de Armas
Lima, Perú.
Por favor, no enviar cuentos por correo electrónico, pues no entrarán a concurso.
Se recibirán cuentos solo hasta las 17: OO horas del viernes 31 de octubre de 1996. ¡A escribir jóvenes poetas de Puno! si pueden hacerlo claro.