miércoles, 31 de octubre de 2007

Sobre el encuentro de escritores de Juliaca

Aspecto vomitivo: II encuentro de escritores, Juliaca 2007

Es como del quien se masturba con la almohada,
y entre sus piernas
caballo blanco, la masturbación


El aspecto vomitivo fue, asistir al II Encuentro Internacional de Escritores, Juliaca 2007, que se proponía a crear o contribuir la conciencia crítica del participante o lector, pero a saber: La polémica sirvió para que algunos de nosotros, tontamente, pensáramos que la discusión podía crecer y ganar altura; sirvió para que picáramos los anzuelos de diversos escritores que querían hacernos saber lo descontentos que estaban de su suerte; sirvió para que nuestros antagonistas de la literatura (ANEA San Román) obtuvieran su ansiada cobertura a costa de organizar este encuentro (deseo cumplido); sirvió para que enunciaran su visión muy decrépita y discriminatoria de la literatura puneña; sirvió para catapultar por cualquier vía, penosa, aunque a las nuevas carreras literarias de jóvenes como nosotros; sirvió para que se publicaran más agravios; sirvió para darle tribuna a los “oxidados” zampones; sirvió para sacar del olvido a poetas de dudoso numen; sirvió para el ejercicio del más descarado autobombo: ANEA San Román. Sirvió, en fin, para calentar la sangre y provocar un desembalse de todo orden de resentimientos.

Pero, sin duda, sirvió para divertir y horrorizar a los lectores. Y sirvió, por último, para hacerme reír con ganas y, en forma simultánea, para hacerme sentir (al igual que muchos, me imagino) enormemente apenado y desazonado. Y en tanto, quienes participaron en esta polémica vacía de vagas palabrerías, sólo han pintado retratos de sí mismos a través de sus palabras. Con lo que dijeron y con lo que callaron, con claras o absurdas tesis literarias, unos y otros ensayaron su “fe embrutecedora”, y algunos pocos que miramos callados, por último, nos sirvió para hacernos reír con ganas y en forma simultánea, y ¿se debe uno reirse tanto?, porque se debe estar apenado y desazonado con obvia actitud culpable; empero. ¿No se debió evitar el roche de estos alcornoques? ¡Qué mentes mastusbatorias estuvieron, ahí! Y así, disimulando su gambeta: II Encuentro de (...) ANEA San Román.

No se preocupen, sólo se volverán anécdotas, las ofensas vertidas por los asistentes o quizá (es lo más probable) se desmenucen con el viento como los vacíos y calcinados carapachos de los cangrejos. Sin embargo, y lo digo sin la menor animosidad, tampoco soy timorata, para callar esto; nada halaga tanto como que alguien nos insulte con tanta mezquindad y desesperación, aunque pobre este, Filonilo Catalina. Hasta hace pensar que algo bueno de uno ha de estar molestándolo. Lejos de las posiciones de quienes aquí intervenimos, lejos de las flamantes simpatías y antipatías, con los chilenos, sólo quedarán recuerdo de su visita (lo único que realmente importa), si es que algo queda.

Éste, arequipeño de paparruchas: Filonilo quiso injustamente comparar las obras o textos poéticos de los que le antecedieron en su lectura, con el caballo blanco de su culo. Bueno, ya me di cuenta que estamos en el tren de odiosas comparaciones. Y en mi poesía (Paranoia, Licnobio, u otros) porque no hacer comparaciones con esas composiciones que la hacen a (gitanitas, plantitas, cerritos y otras pampitas), pero no es necesario hacer comparaciones, ¿para que?, porque el correr de los años se encargará de decidir su validez. ¿Qué obra de los escritores puneños actuales tiene posibilidad de sobrevivir? ¿Qué texto poético se seguirán leyendo y cuáles permanecerán como un vetusto recuerdo de 'lo que debía hacerse'? El tiempo sabrá decidir. El tiempo, implacable a la hora que se hacen vacías; cuando estos fenecerían.

En tanto y mientras, pasada este espectáculo de sonambulismo, ha llegado la hora de decir como en el poema de Juan Gonzalo Rose: querido cuerpo mío, continuemos viviendo. Y con ello adherir mi verso: Quien no sabe que vive en el sueño, esta mañana no sabe, si es la vida o la ilusión, porque alguien que muere por morir es el hombre viviendo su sombra.

(Klair Aquila).

Darwin Bedoya opina sobre literatura actual

La desmesura en el uni-verso de la poesía puneña actual

Darwin Bedoya

Ahora que se ha convertido en lugar común hablar mal de la literatura de nuestro entorno y, de igual manera, está de moda defenderla con uñas y dientes; seguramente que debido a ello, pronto se verá y hablará de héroes por doquier.


“La poesía da fuerza para destruir.
Es la más alta resistencia a todo aquello que huele a estupidez.
Hay que triturar el rostro esculpido de la hipocresía,
blasfemar la prometida perfección.
Ya que la imperfección es la cima”.
S.
Yves

Un poco para reordenar la danza y, también para revisar esta profunda falta de poesía y terminar estos apuntes sobre poesía puneña actual, es imprescindible y oportuno señalar que desde hace un buen rato, ese mundanal ruido acompañado de una infantil emoción, y latas mal tocadas que quieren alcanzar el sonido de una zampoña: están muy lejos de toda posibilidad poética. Esta afirmación es rara e imperdonable; pero estrictamente lógica.

No se han escrito poemas bajo la luz de la auténtica poesía, sólo versos huérfanos de toda arte poética. Pero, una catervilla de quienes no reescriben ni releen, siguen insistiendo con el mismo discurso, con la misma manía perturbadora de escribir sin la seriedad que la literatura, en este caso la poesía, requiere.

Sin embargo, parece que algunos al fin se han dado cuenta que la poesía es un pésimo negocio para ellos, una cosa de locos y por eso están queriendo dejar decidida y contundentemente ese trance que, en otrora, era una enfermedad común y corriente que además, funcionó de maravillas como algo brillante e inteligible. Ahora en cambio, muchos están recuperando la razón o la cordura como para ya no botar plata (un sencillo) publicando poesía, ese vicio impune.

Y es que ésta es seguramente la explicación que podría salvar a quienes han dejado de ser perdedores de tiempo y de dinero con este ¿negocio? de la poesía. Es por eso que en lo que transcurre del dos mil, no ha aparecido ningún novísimo de valía, sin contar, por supuesto, a quienes escriben, publican, se autodenominan poetas y ni siquiera se les puede considerar ambulantes o menesterosos en este espacio literario: (Nicolás Valera, Augusto Mamani, Gustavo Jiménez, Angélica Cauna y otros del mismo deplorable verso, tanto de Puno, Lampa y Juliaca). No hay uno o dos poetas que deberían copar el espacio y los silencios en este post dos mil. No hay un solo nombre que pueda tomar la posta de la generación anterior (sin que esto implique la no escritura o el absoluto silencio de los integrantes del 90’, por citar sólo un ejemplo) no hay ninguna soberbia, sólo un cierto phatos innegable cuando decimos esto sobre la poesía, esa muchacha abandonada a su suerte en una polvorienta calle. ¿En una esquina y con cartera?

Es hora de poner todo en el lugar exacto, ¡las cartas sobre la mesa! ¿Dónde está la poesía, la buena poesía? , ¿Adónde se fueron los versos, los poetas? ¿En qué comarcas pernoctan las buenas ideas? ¿Dónde caminan los versos, en qué penumbras, en qué páramos desolados se hallan? Si Puno es tierra de poetas: ¿Dónde están los nuevos, quiénes son? Aparte de los remedos intolerables que se ven: ¿Qué han escrito estos últimos siete años? ¿Qué han entendido por imperfección poética? ¿Dónde está lo perfecto y en qué consiste? ¿Alguien ha escrito un poema perfecto? ¿Se puede alejar tanto de la perfección e imperfección en la poesía?

Es hora de poner las cosas en su lugar: este florero aquí, este olvido allá, ese ruido ahí, esa cantina detrás, esa muchacha en su esquina o en su universo propio, esos chiquillos mayorcitos lejos, esas rabietas en casa, esas pretensiones en la biblioteca, esos espejos debajo, ese afán de tener libros y libros muy lejos, esas copias y copias, de íntegros sueldos, en el cenicero, esa espiral de anillados y anillados en la fotocopiadora y, especialmente, esta poesía encima del silencio; con un replanteamiento de perspectivas mayores y hálito crítico.

Hay que reorganizar la danza de otra manera y con una poesía absoluta de combinaciones inéditas. Porque existen algunos señores ya mayorcitos que tratan de empobrecer notoriamente nuestro verso, con sus recetas de retórica que se desgasta con rapidez desde un imaginario insuficiente, incapaz de aprehender en toda su riqueza las formas de la poesía; inclusive recomiendan leer a los románticos mexicanos, a los encasillados en el modernismo chocanesco de Darío; y esto nos recuerda, también, que hay quienes justifican su no lectura en la complejidad para conseguir un nuevo libro y otras torpezas. Puro ego y desidia absoluta. Podríamos decir que la escasísima poesía de estos últimos años tienen solamente medios poemas o un único verso (uni-verso) en la estructura del poema y con un valor añadido por ser escrito en Puno, en el ande y, por tocar el temita indignador harto conocido...

Por ejemplo, entre los que se han atrevido a publicar, están los casos de Jaime Noriega Vélez (Ecos desde el alma, 2002 edición artesanal), Antonio Moya Quispe (Canciones solas, 2004 Impresiones San Salvador), Vicente Ytusaca (Rumor, 2004 Ediciones Radar de Voces), Jhony Elver Tinta (Nostalgia del ande, 2005 imprenta DISGRAF) y, el recientemente texto de Fernando Chuquipiunta (Brío del trovador, 2007 Hijos de la lluvia & LagOculto editores) y otros que no mencionamos para que no se rasguen las vestiduras ni se mueran tempranamente... En esos textos o poemarios, no hay una preocupación o consideración por generar un discurso con la articulación de procesos que irriguen fuerzas estéticas y no solamente poéticas. Todos parecen marcar el mismo tema romántico-pasional, como si fuera un desfile de fiestas patrias y el bombo ordenara simetrías marciales… El aire romanticón clásico funcionó de maravillas hace mucho tiempo atrás, con Heine y su pandilla, ¿ahora?, al menos deberían optar por una nueva exaltación del tema dejando a un lado esos temas, porque se puede seguir siendo romántico, pero con otro estilo, con otro matiz, Afirmar esto –que es obvio– no es defender o empezar con la anacrónica doctrina del Arte por el Arte, ni la también anacrónica Torre de Marfil, que debió tener otro nombre. Todo creador debe ser, en tanto individuo, un hombre de su tiempo. Le guste o no, está sometido a las presiones de su ambiente. Pero algo muy importantísimo: todo depende en cómo asuma esa perspectiva y plasme su voz, cómo logre alcanzar un verso y otro y otro en pos del poema, con arduo trabajo y dedicación especial, al margen de la cotidianidad y las fieles imitaciones. La poesía debe escapar de lo cotidiano, de lo contrario no puede llamarse poesía.

Porque si continuamos así, parece que sólo tendremos que hablar, en un recuento posterior de la buena poesía puneña, de nueve poetas: Alejandro Peralta y Carlos Oquendo de Amat (en el primer periodo), Efraín Miranda, Omar Aramayo y Percy Zaga (en el segundo periodo), Lolo Palza y Alfredo Herrera (en los ’80) Y en los ‘90 algunos ex jóvenes, entre los que destacan Simón Rodríguez y Luis Rodríguez. No hay nadie más, los textos lo dicen y lo podrían volver a repetir: nadie más.

No se puede concebir a la poesía como una expresión estática, reiterativa y, por ello, sus autores deben seguir el ritmo de la poesía, sólo de la poesía o hacer como muchos: renunciar para siempre a ella. Ése sería, tal vez, el mejor negocio. Porque al fin y al cabo lo que se busca en el poema es aquello que repercute. Aquello que, leído, provoca una catarsis. No antes, ni después, sino en el momento justo de la lectura. Un sonido o un conjunto de palabras que te atraviesan, que te desordenan todas las ideas, que te dejan fuera de ti, como cuando te cae un baldazo de agua en ausencia de los carnavales, o simplemente hecho un mármol absoluto. Al menos por ahí se puede comenzar, porque la densidad poética y la destrucción de cánones, las propuestas sólidas no existen. ¿Dónde están, entonces, esos versos? ¿Dónde la buena poesía que te haga cosquillas siquiera? Sólo hay un puro rumor bucólico que persiste: esa reincidencia que ha resultado ser una experiencia atroz, intolerable, de la que es preciso huir para liberarse de las imágenes alucinantes, de los ruidos inquietantes, del horror que la cotidianidad despierta en el poeta, siempre satisfecho porque quiere asir el cuerpo de las cosas y de su pasado, y que se le desvanecen mientras escribe historias, mientras busca en el lugar equivocado, mientras contempla el suceder de las horas, los objetos, las amadas diótimas, mientras observa su propia existencia desapercibida por los demás. Sucede que solamente es un insecto, un punto pretencioso hecho de caos.

Parece que la crisis poética se está intentando resolver prosísticamente o sancochando palabras con unos devaneos maniacos envueltos en una pura emoción. No pasa absolutamente nada. Chanfainas. Es una simple e iracunda desesperación, nada más. Hay algunos poemas en los que se puede ver pura salchipapa combinada con un arroz chaufa hasta las caiguas, es justo ahí donde se puede, a duras penas, paladear el cairel de su deleznable discurso. Entonces quedan lejos las artes culinarias, los buenos chefs y las viandas. Sólo hace falta lo mejor: la poesía o el goce estético.

Ya viene siendo hora de cambiar, de hacer unos arreglos en la lista del arca de Noé. Hay un exceso de equipaje y la embarcación no está para excesos ni equipajes absurdos y menos con especies repetidas (la poesía de los ‘80, ‘90 y los intentos del post dos mil: sólo PEPSI - COCA- COLA – PEPSI o PEPCOLA), peor todavía si carecemos de salvavidas y sabiduría en el nado estilo sapito. No a los fiascos literarios y a los amiguismos exacerbados. En esta temporada y desde este altiplano-desierto-lago de aguas caprichosas, hasta se podría presagiar un hundimiento inapelable de la poesía y sus autores, como si se tratara del Titanic de la White Star Line, el Titán de Morgan Robinson en Futility o como si fuese una empeñosa balsa de totora en pleno Titikaka, destinada a extinguirse inevitablemente.

Es tiempo de comenzar el diálogo, el lado serio del negociado para quienes todavía siguen con la locura, aquellos que tal vez nunca vuelvan a sus cabales, para esos tres o cuatro pelagatos que todavía no entienden adónde los va a llevar el derroche de su dinero (esas cuantas monedas) y de su tiempo con esa dama que nunca da plata, pero que le gusta ver los bolsillos vacíos hasta el último centavo. Es hora de orientar la nueva danza, la discusión, la reescritura, la poesía misma o de encaminarse a lo que hacía una tal Pizarnik: Por las noches trabajaba con las palabras, las exprimía, las resignificaba, las tallaba como a piedras, las retorcía y las acariciaba, las silenciaba, las colgaba en un muro y les exigía que significaran y que dijeran lo que sentían en ella, lo que ella era. Al menos este puede ser un buen punto de partida. También es necesario cierto grado de talento, aunque el talento nunca es suficiente.

Exageraciones y dramatismos aparte, la poesía puneña de los jóvenes de 20 o más, en cualquier caso, es fiel reflejo de la incapacidad y la nula sapiencia del rastro de las estrellas y de toda iniciativa en este campo. A ese ritmo seguirán hundiendo esta embarcación en un irremediable, constante, quimérico, único, tal vez, perdurable Estigia de nunca jamás. Es posible deducir que pronto vendrá un viento fuerte y se lo llevará todo, todo y las musas también. La fiesta ha empezado. (PARTE I)

(Copiado de El Pez de Oro Nº 14)

Sobre la novela de Fidel Mendoza

Sobre literatura puneña última
Contra la confiscación de la actividad mental


Por Gabriel Apaza

“La privación del sentido (tanto en la vida individual como en la social) significa ser arrojado hacia la muerte y no encontrar ningún asidero para detenerse” reflexiona Bernard Noël. Es radical pero tiene coherencia. La cultura, por ejemplo, sigue ese ritmo. También el sentido, el lenguaje, el gesto, la imagen. Ésas que a veces suelen imbricarse en cadenas de palabras que, además de significados, cargan belleza y reciben el nombre de literatura.

Cuando se intenciona un acercarse y recopilación de ensayos, notas y discursos de lo que ahora último pretende llamarse literatura en Puno se encuentra con un “mundanal ruido” que se desfragmenta sin llegar a conformar jamás un organismo. Aún cuando ese abordaje sea desde los distintos ángulos para comprender lo humano, respetando, su inaprehensibilidad.

Tal vez sea un mal inevitable y habría de que dejarlo en el charco. Máxime todavía cuando podemos leer los conceptos, la sencillez o la contundencia de Edwin Ticona, Walter Paz o Simón Rodríguez, que manifiestan una rigurosa y elocuente expresión literaria que muestra una acuciosa elaboración previa y que, considero, a estas alturas ya ha superado las obras poéticas de Churata, Oquendo y Efraín Miranda.

Porque Edwin Ticona (Erdi Flórez) es, ante todo un poeta. Walter Paz, adorna su metáfora y sus imágenes con la agudeza que sólo brinda el conocimiento desde la emoción. Simón Rodríguez siente en su poesía lo que piensa y en ello se encuentra la fuerza de las intuiciones que ennoblecen la literatura.

No obstante, subleva que otros merezcan atención desmedida y pretendan obnubilar textos de poesía como de los mencionados. Abrumados, tenemos que leer el resentimiento visceral de Percy Zaga, el pobrísimo lenguaje de Boris Espezúa, el vedettismo de Gloria Mendoza, los desbarros kilométricos de Ayala o los vacíos inconmensurables de mucha gente joven.

Esto último es lo más preocupante. Rafael Ballenas, Darwin Bedoya, Luis Pacho, etc. prácticamente quedan desnudados como sofisticados dispositivos para una autoconfiscación de la actividad mental. Pero lo terrible es que talentos como Fidel Mendoza se rindan ante la opresión y limitación de las relaciones sociales existentes.

Su novela lo desabriga tanto que ya no sabemos a qué atenernos: sus personajes militares son buenos y los “terrucos” malditos, sus protagonistas añoran las casas hacienda, etc, todo esto dentro de una incoherencia argumental que alarma. La evaluación de la realidad proviene sin duda de su extracción de clase como escritor –como aquello de forzar a que sus personajes indígenas llamen “Chino Velasco” al general Velasco Alvarado que en todos los sectores rurales del Perú hasta ahora lo llaman “Mi general Velasco”, “Chino” le dicen los hijos y nietos de los hacendados afectados por la reforma agraria-, pero eso no importa me recordarán sus amigos. Es posible, pero no podrán demostrar que “Te esperaré en el cielo” no tienen coherencia interna y no muestra ningún carácter de necesidad.

Es probable que su fama de poeta e intelectual en la ciudad de Juliaca le vaya ganando y se haya forzado a escribir y publicar “como sea” una novela para incrementar su currículo. Pero desde ahí se parte al camino señalado por Bernard Noël.

En la literatura la reflexión debe alcanzar su mayor intensidad. Entendemos que la ausencia de sentido, el vacío y la impotencia, la apabullante desazón que se expande en nuestro cuerpo social atrape la voluntad interior de los individuos para situarlo en la algazara del mercado, pero la literatura siempre ha sido la expresión del exilio hasta que algunos lo han comparado con el sentido de lo divino.

Los nuevos hortelanos de la literatura puneña, Ballenas, Bedoya, Mendoza, etc., tienen la posibilidad y la responsabilidad de reencontrar un sentido de vida y de futuro a nuestra literatura. Si la literatura soporta una opresión expresada en los llamados “pilares” de la de democracia occidental como el consenso, las encuestas de opinión, la construcción de imágenes y la propia televisión –mecanismo del acelerado consumo de un desfile de imágenes de consensos volátiles-, y que finalmente busca la confiscación de la actividad mental, ellos deben rebelarse a la prohibición de la expresión, a la inhibición del pensar.

(Tomado de http://gabriel-apaza.nireblog.com)

Poema de Bladimiro Centeno Herrera

Escenas

Visión
En este aire
habitan territorios inciertos
que florecen en mis flancos
como sombras monumentales.

En este aire
concibo una huella grave
que consume mi gragil presencia
como una visión endomoniada en la tarde.

Campana
He oído el tañido
en el secreto de la torre
en el misterio del viento en la tarde.

He admirado la campana
en el espacio primigenio de la luna,
en el vano artificio de la lluvia en la cumbre.

Y me encamino
hasta la blanca fortaleza de la piedra,
hacia la inmensa playa del sonido en los sueños abiertos.

Recuento
El viento ausculta
en la extinta pradera
la voz oculta de la piedra.

La tierra concibe
en la amplitud de su vientre
la semilla de fuego que emprende la vida.

Y el hombre
inventa un camino
que detienen el barro oscuro de tiempo.

Entrevista a Mario Illapa Mayhua Quispe

El Arte o el espíritu solidario del hombre

¿Lo tuyo es vocación o sólo una posibilidad de expresión?

A mi modo de ver, todo el desarrollo de la inteligencia de la humanidad abarca lo que es el conocimiento científico, así como la profundización y riqueza en la sensibilidad y la intuición para una vida plena y armoniosa. Por consiguiente, la inclinación innata o adquirida por algún arte, es la identificación o reconocimiento con el avance del espíritu solidario del hombre. Particularmente, para mí, la literatura es anhelo de mostrar lo que uno tiene dentro de sí, lo que uno puede ofrendar a sus hermanos y que eso es alcanzar la comunión que debe existir entre seres de parecidos sentimientos y semejantes pensamientos. En suma, lo que al final de cuentas quiero expresar, es de que toda vocación literaria implica posibilidades infinitas de transmitir sentimientos íntimos pero siempre relacionados con la convivencia social.

García Márquez dice que escribe para que lo quieran más.

Comparto en parte con García Márquez, aunque ya se ha vuelto una frase trillada. En el fondo, yo también pienso que hacer o recrear el arte literario es un acto solitario, una confrontación interna con las estrecheces que nos impone un medio que pretende pasar a todos con un solo rasero y entonces, a través de nuestra palabra, podemos clamar por otras sendas, por otros canales de comunicación, como es el lenguaje particular del arte; que nos conduzcan de los caminos individuales al horizonte colectivo que ya está en marcha nuevamente y, yo lo entiendo así, esa legión, minoritaria todavía, que brega y avanza, necesita de la palabra que alienta, de la fuerza de la belleza, de la palabra inspirada, de la creación novedosa en la idea, y la filosofía que une y da vigor. Si es así, entonces, los que reciben esas sustancias de luz le corresponderán con su aprobación… Por otra parte, todo buen arte literario une, da alas y pies a la imaginación y también creatividad a una colectividad.

Mario, existe la hipótesis de la literatura diglósica que habla de una literatura hegemónica y otra subordinada o popular, ¿lo aceptas o no, y si así fuera, lo tuyo es literatura hegemónica (occidental se supone) o popular?

¿Literaturas hegemónicas? Eso es muy ambiguo y bastante antojadizo. Algunos países que detentan hegemonía en lo económico, ideológico y político hacen aparecer sus literaturas como ‘superiores’ y modernas, pero sustentándose exclusivamente en su visión eurocentrista blanco y morfoccidentalista, que a mi criterio resulta una aberración. Pero afortunadamente, al interior de esos países, se vienen formulando enfoques un tanto más ‘democráticos’ como el respeto a la ‘diferencia’, a la alteridad, al diálogo o polílogo entre las culturas en razón de sus particularidades, y eso es saludable, bastante saludable para esos mismos países que trataban de imponer el pensamiento único o la razón universal o lo que viene a ser la globocolonización, que en los tiempos que corren tienen su réplica contundente en los movimientos de autonomías etnonacionales.
Los supuestos detentadores de la mejor literatura, de la más elevada e inalcanzable técnica artística desconocían, en la realidad de los hechos, la riqueza intrínseca de muchas culturas, que no por ser de naciones dependientes en lo económico carecen de una sapiencia sorprendentes, más todavía, nuestros países son una inmensa reserva de humanismo y hermandad que los países del primer mundo van perdiendo. Por eso mismo, yo digo que la literatura que nosotros podamos hacer tiene que ser en función al sentimiento íntimo de elevarnos a esferas donde no hayan limitaciones de ningún orden ni material y menos espiritual.
En lo artístico, esto significa conocer y aprender las técnicas más elaboradas y sofisticadas para luego ‘destruirlas’ en nuestra creación artística que siempre, casi siempre tiene un trasfondo y condicionamiento de nuestra cultura, es decir, de nuestro particular contexto sociocultural.

Es verdad que todos los tiempos han sido difíciles para la literatura, pero parece que en la actualidad vive su hora más crítica. ¿Cuál crees que es el papel de la poesía actualmente?

Es, me parece, la reivindicación del humanismo y su esencia etnocultural. Es quitar terreno, palmo a palmo, gramo a gramo el espacio y el peso agobiante que viene adquiriendo la deshumanización, la ‘irracionalización’, el grosero egoísmo, la inicua indiferencia. ¿Muy ambicioso, no? Yo esperaría una poesía abarcadora, integradora, como los nimbos que tienen ciertos santos bienaventurados, pero que ese nimbo sea para muchos, sin caer en la ficción de que la poesía se hace de buenas intenciones, sino más que eso; la poesía tiene que recoger lo profundamente sensible, melancólico, el vacío existencial, lo más solitario de la penumbra de los individuos, también lo más vital, la más honda humanidad para transitar a la ‘purificación’, al sentimiento catártico y alcanzar la plenitud de la existencia; respirar a pulmón pleno el aire de las alturas, el aire de la divinidad, como lo quería el creador de Zaratustra.

Nombres de la literatura universal que son imprescindibles.

En poesía, para mí están el cubano José Martí, Walt Whitman, Neruda, León Felipe, Homero, principalmente Nietzsche como poeta y filósofo. En prosa te puedo mencionar a: Hermann Hesse, Nikolái Ostrovski, Liu Ching, Lu Sin, Shakespeare, Miguel de Cervantes, Goethe, Tolstói, Dostoievski, Gorki, José Saramago, Víctor Hugo, Peréz Galdós, García Márquez, Sábato, en ese orden.

El país ha aportado algunos nombres al olimpo.

A riesgo de ser tipificado de tradicionalista, yo me quedo con Inca Garcilaso de la Vega, Manuel González Prada, José Carlos Mariátegui, César Vallejo, José María Arguedas y Manuel Scorza.

¿No están tus lecturas un poquito atrasadas?

Pareciera ¿no?, pero no lo creo. Hemos leído a escritores actuales: A Vargas Llosa, a Bryce Echenique, Antonio Cisneros y puedo decirte de que de estos señores muy poco puedo rescatar. En cambio, a mi juicio, lo que mencioné más arriba representan la sustancia y esencia de nuestra cultura y nacionalidad, en buena cuenta, la originalidad; cumbres trascendentes y como decía González Prada, los demás podrían ser riachuelos, a lo sumo. Es que realmente, en estos tiempos presentes, el Perú y demás países, sufren la ausencia de verdaderos pensadores e innovadores…

Lo que va a quedar de Puno.

Personalmente, yo creo que Efraín Miranda Luján, Luis Zambrano Rojas, así como Oquendo de Amat y Gamaliel Churata. Jorge Flórez-Áybar, en ensayo. Y otros que algún día vendrán.


Mario Illapa Mayhua Quispe es Licenciado en Literatura y Filosofía, con estudios en Sociología en la UNA. Nacido en Santa Rosa de Melgar en 1974, cuando el Apu Kunurana todavía no atisbaba al astro que irradia la vida. Estudió secundaria en el Colegio Agropecuario 108 del mismo distrito. Sus primeros pasos los dio de la mano con sus hermanos Eduardo Daniel y Biviana. Su amor lo comparte entre una linda y hermosa dama, y su Patria.
Ha publicado “Albores” (2000), libro al alimón con el tempranamente desaparecido Paulo César Larico Quispe. En el año del 2001 publicó: “Federico Nietzsche, El Filósofo y El Poeta”, un breve esbozo biográfico del pensador alemán con una exposición de su doctrina. Dirigió “Apu Kunurana, Los Hijos del Padre Sol”, Revista de Cultura Social del distrito de Santa Rosa (9 Nros.). Fue Director de la revista de literatura “La Nueva Tea” en tres números, editado en la Facultad de Educación de la UNA desde 1998.
A inicios del 2005 hizo imprimir tres de sus textos preparados con cierta antelación: “Nietzsche, El Retorno de Zaratustra”, “La Concepción Filosófica Andina y Federico Nietzsche, LA VERDAD NO SE CASA CON NADIE”, “Efraín Miranda Luján, Hondo en la inspiración y excelente en la expresión”, Volumen I. Ediciones ANTAURPI decidió publicar su material de investigación: “FILOSOFÍA TAWANTINSUYANA” (2007). Sub Director de “El Zorro de Arriba”, colaborador especial de la revista de literatura “Consejero del Lobo”. Tiene la reputación de ser un solitario peregrino de la gloriosa senda de Zaratustra, que a su modo y manera, va hurgando las raíces de su milenario pueblo. Y, hoy por hoy, alista su sable.


(Tomado de El zorro de arriba)

martes, 30 de octubre de 2007

Sobre la novela de Fidel

Anónimo dijo...

Amigo Fidel, tu carrera de escritor será penosa. Observo en ti algo que ofende al vulgo, y ese algo será motivo de que te persigan la envidia y la calumnia. Sea el que sea el puesto en que el Parnaso tenga a bien colocarte, tus compañeros te odiarán, y si fingen lo contrario, será para venderte más sobre seguro.
Contra este contratiempo, no te cabe más que un remedio: a nadie recurras más que a ti mismo, a tu inteligencia y a Dios, que te dio, para castigo de tu presunción, esa necesidad de ser aborrecido. Sea pura y limpia tu conducta, que únicamente así conseguirás que, más pronto o más tarde, veas confundidos a tus enemigos.

Sobre la novela de Fidel

anónimo dijo...

Es verdaderamente incomprensible que nuestros escritores se encuentren peleando entre ellos. No entiendo por qué es así. Este blog es nuevo y me parece positivo, pero cuidemoslo todos.
Incomprendidos, negados, ignorados, combatidos por los de su propia tierra, nuestros escritores han venido labrando el inculto campo de nuestra cultura. Pienso que nuestra literatura sí tiene altura en cuyo espejo se retratan hombres y paisajes puneños. Respetemos a nuestros escritores con sus ideales y también el triste bestiario de sus defectos.
Arbold Toynbee escribe:”Las obras de los artistas y hombres de letras sobreviven a las acciones de los comerciantes, soldados y estadistas”. Ese tímido consuelo les queda cuando la gloria, “sol de los muertos” al decir de Balzac, envuelve en su túnica a todos los que lucharon en soledad para reflejar al ensueño de Puno: criollos, mestizos e indios, protagonistas junto a la tierra de esa “novela sin novelistas” que es la historia de este pueblo del continente americano, desangrado por las peleas y traiciones que nos desunen y pisoteado por el imperialismo.

Sobre la novela de Fidel

Anónimo dijo...

FIDEL: “Apresúrate artista a realizar tu obra, porque cuando menos lo esperes, la muerte ha de helar tus venas y paralizar tu brazo que sostiene tu pluma, tu pincel o tu buril… Y entonces de ti no quedará sino un recuerdo débil que el tiempo se encargará de borrar; no serás para los hombres sino un cualquiera. Habrás muerto, pues, dos veces, y no es menos terrible la segunda”, apuntaba un escritor dirigiéndose a otro. En este caso es necesario forzarlo para dirigirse a ti Fidel: escribe unas 60 novelas y poemarios más para que puedas registrarte en la Historia de la Literatura –por la cantidad, desde luego-, porque a tu edad ya jamás superaras la mediocridad. Tu poemario es una estafa literaria y tu novela es un relleno de tu hambre de inmortalidad. De la Literatura Puneña, no te preocupes. Falta poco para que te declaren el Nuevo Vicente Benavente o el heredero legítimo de José Luís Ayala. La sarta de imbéciles y figuretis que conforman la “intelectualidad” puneña intitula de “intelectual” a cualquier hijo de vecino que publica cualquier cosa. Ese círculo de amiguismo no se romperá en mucho tiempo y, además todos tenemos miedo de que recurriendo a tus patrañas enlodes nuestros nombres como hiciste con el único que se atrevió en público a decirte MEDIOCRE. A Gabriel Apaza le insultaste como quisiste. Lo de Juliacamia fue obra tuya, con el servicio ramplón de otros dos envidiosos como tu: Darwin Bedoya y Walter Bedregal. Pero nunca diste la cara, te limitaste a escupir los peores insultos y resentimientos. Incluso en Los Andes, no te atreviste a escribir su nombre. Eso te pinta de cuerpo entero. Eres un miserable. (este Blog también debe ser obra tuya. Difícil tragarse que sea de Chuquipiunta, Darwin o José Luís Velásquez como pretende insinuarse). Felizmente ese pequeño comentario sobre tu novela de Gabriel Apaza se comparte con mucha alegría en los emails de los escritores. No sorprende que no aparezca en este Blog que se caracteriza por copiar de todo. Tu bullicioso afán de sobrevivir a la muerte es lo que te angustia y te vuelve demonial. Hace desesperar tu debilidad. Por eso, escribe, llena de lo que sea tus “libros”, forzado por tu necesidad de Intelectual. Llena como sea tu impotencia mediocre. No tomes en cuenta que como literato estas sofocado para siempre

Comentario sobre Fernando Chuquipiunta

Anónimo dijo...

"no bastan las buenas intenciones sino el trabajo de la palabra". Te lo dice tu maestro Boris. Asi que calladito Chupeuta. Aprende de los genios Darwin, Walter Paz y Fidel Mendoza. Ah y no pelees con el Dr. Garambel tu no le caes ni a la punta de sus zapatos. Lee borrico y después jodes a la gente.

30 de octubre de 2007 8:06

Flores para Fernando Chuquipiunta

HUANCANÉ Y EL BRIO DE FERNANDO CHUQUIPIUNTA

Boris Espezúa Salmón

La simetría entre hombre y naturaleza tiene una explicación contraída con la historia y con la esencia misma de la vida. Fernando Chuquipuinta así lo expresa en su poesía cuando evidencia en sus versos ese gran sentimiento hasta panteísta con esa tierra tradicional e irreverente como es Huancané. El paisaje se muestra arrobador, la cotidianidad anhelante, su historia dinámica, y su gente propositiva y encandilada de ensueños. Son los poemas de Fernando en relación a su tierra fotografías donde se registra el pasado, el presente y el futuro del acontecer huancaneño, ello esta expresado en el libro “El Brío del Trovador” que nos motiva estas palabras.

Sin embargo, a pesar de su joven edad Fernando tiene en sus poemas un hálito, un élan poético de un lirismo antiguo y sumido en la lamentación, como es lógico reniega contra las injusticias, contra el desamor, contra el avatar de los días difíciles que vivimos los peruanos, y contra la imposibilidad de no ver otra realidad diferente. Este entorno es lo que le impulsa a expresarse de modo contestatario e inconforme. En ese sentido nos parece un buen punto de partida para que vaya cuajando el temario que hará de Fernando un poeta trajinado y vivido para su poesía. Como decía Atahualpa Yupanqui, “Lo primero es ser hombre y lo segundo poeta”. Posteriormente, el autor adquirirá un estilo poético, un oficio permanente para depurar los poemas, y sabrá que el secreto en la poesía es equilibrar forma y fondo, sentimiento y razón, y que no bastan las buenas intenciones sino el trabajo de la palabra, la construcción estética y semiótica de texto poético. Por ahora es como un balsero que recién se sumerge a las aguas profundas del terreno poético, será necesario tener un derrotero, un manejo diestro de los remos, y un equilibrio para no caer a la profundidad del olvido. El poeta no nace, sino se hace, y mejor si al hacerse tiene que vivir los extremos de preguntarse constantemente si tiene que hacerse o no. Esta disquisición nos recordaba siempre Rainer Maria Rilke, cuando en su obra “Cartas a un Poeta Joven”, señalaba que si puede vivir en este mundo feliz, sin escribir, era mejor que no se escriba, porque la escritura estaba destinada a quien puede correr riesgos como el sufrimiento, la intensidad y el reencuentro final. Por lo que finalmente se amerita en un hombre no sólo por sus dotes y habilidades sino por su constancia y perfilamiento constante en su obra.

Ser poeta es una proposición visceral hacia el trabajo, y a ser inmune contra toda la incomprensión e indiferencia del mundo. Una persona que no está preparada para ello no puede garantizar la permanencia en la poesía, ni tampoco un verdadero trabajo sostenido en el tiempo. Por ello que recordamos las palabras de Jorge Eduardo Eielson, cuando decía: “La Poesía Peruana será profunda, o no será”, y con ello nos recordaba que la mejor poesía saldría del Perú profundo, de los poetas que asuman su hondura y desaten el nudo de la marginación. Ese desafío está todavía perenne en nosotros, y lo trasladamos a Fernando porque en él se puede encarnar lo que ésta nueva generación tiene que gritar, tiene que clamorosamente expresar, y esta responsabilidad es la que debe internalizar, porque el poeta no sólo es testigo de su tiempo como lo decía Pablo Neruda sino el protagonista de su tiempo, y está llamado como lo reconocía Gramsci a asumir un rol histórico en el proceso de los cambios de las sociedades y de la cultura. Pero, también recordamos que el Poeta como lo fue José Watanabe, recientemente fallecido, es el guardián del fuego y del hielo, es decir de aquellos extremos donde se pendula la condición humana en sus circunstancias variadas. El quehacer poético nos hace vibrar y nos aquieta, permitiéndonos que nos forjemos con la dureza y la templanza de las circunstancias y del avatar diario. La poesía nos introduce a la alucinación, como a la más honda sensibilidad, el asomarse a los resquicios de la realidad y de la irrealidad que es el devenir del poeta. Esos son los obstáculos necesarios que se tendrá que pasar para arribar a un mejor poético.

Huancané tiene tradición poética y en la más reciente están: José Luis Ayala, Gloria Mendoza, Fidel Mendoza, Gabriel Apaza, y Juan Celso Carpio, seguramente en otros que silenciosamente también laboran en cincelar la palabra. Alguna vez cuando premiamos a poetas en un concurso poetíco organizado por la Municipalidad de Huancané nos sorprendió la peculiaridad que además de escribir poesía, se tenía del arte de la declamación, esta peculiaridad también lo tiene Fernando Chuquipiunta y es un valor agregado a su vocación poética que también podrá dar que hablar en el futuro si lo sabe cultivar. Los amigos de generaciones mayores y de su misma generación de Fernando estamos seguros que acogerán este trabajo del autor, seguramente también el autor sabrá recoger las críticas de una forma serena y comprometedora en las observaciones que se realice, debiendo asumirlas como Vallejo cuando decía: “ Perder , para ganar verdaderamente, después del hallazgo” El camino que tiene que recorrer Fernando, es como la vida misma, muchos bríos se logra con muchos sudores, y en este tramo de sus inicios nos queda alentarlo y decirle que no está sólo, está con los miles de lectores que en su progreso poético, guardarán en el pecho y en la memoria de un pueblo, lo más maravilloso que puede hacer un ser humano: Poesía.

Sobre el libro de Feliciano Padilla

“ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA LITERATURA PUNEÑA” DE FELICIANO PADILLA

Por Fidel Mendoza

Se ha publicado una obra de singular importancia para la tradición literaria de Puno. “ANTOLOGÍA COMENTADA DE LA LITERATURA PUNEÑA” del reconocido escritor Feliciano Padilla. Editado en Lima, con el sello del “Fondo editorial Cultura Peruana”.

Tiene una edición impecable, imponiéndose el gusto literario que sólo se conoce en los talleres dedicados a la publicación de libros, y esos talleres gráficos indudablemente se encuentran fuera de Puno. Editar un libro es un arte que tiene exigencias estrictas, condiciones que se aprecian en la obra de Feliciano Padilla. La edición de la obra estuvo a cargo del conocido académico de las letras puneñas José Luis Velásquez Garambel.

El libro a la fecha se convierte en una de las antologías más completas y actualizadas de la producción intelectual de la región. Jorge Flórez Aybar, refiere: “Esta obra del narrador Feliciano Padilla es un libro que recoge lo mejor de la producción literaria de la Región de Puno”.

El trabajo por la calidad que posee, constituye la piedra angular para conocer el panorama literario de Puno, permitiendo vislumbrar desde la literatura oral puneña hasta la literatura contemporánea.

La obra se divide en dos capítulos. En el I Capítulo, incluye la Literatura Oral Altiplánica, incluyendo los cuentos más clásicos de la oralidad puneña, los mismos que fueron transmitidos de generación en generación. Encontramos los conocidos cuentos “Del zorro y la wallata”, “El zorro y el condor”, “El origen del lago Titicaca, “Del zorro y cuy”. Padilla, afirma “Toda oralidad está en correspondencia con una racionalidad; vale decir, con una forma de conceptuar y representar el mundo”.

Evidentemente la oralidad procede desde tiempos anteriores al conocimiento del sistema lingüístico español, y refleja las vivencias de los antiguos peruanos que practicaron una literatura oral de singular trascendencia; En el II Capítulo, presenta la Literatura Puneña Escrita, dividiendo este capítulo en poesía y narrativa. En poesía aparecen desde Gabino Pacheco Zegarra, hasta los vates de la “Generación del 90”; en narrativa, existe una subdivisión en: La narrativa puneña de la iniciación; La narrativa puneña de la etapa de la consolidación y los narradores de fin de siglo. Propiamente no es una periodificación que corresponda a momentos o épocas de la literatura puneña, pero muestra en esa direccionalidad insertando autores y trabajos de cada estadio.

Existe una exquisita selección de las producciones de diferentes autores puneños.
En la presentación del libro, efectuado el viernes 3 de junio, en el Instituto Americano de Arte de Puno, el Dr: Juan Luis Cáceres Monrroy, en el comentario de la obra afirmó: “El libro de Antología Comentada De La Literatura Puneña, de Feliciano Padilla, es la biblia de literatura puneña”, interpretando esta apreciación, por la magnitud de su contenido se torna en un texto fundamental para conocer el panorama de la literatura puneña, que todo intelectual, sobretodo los docentes del área de letras deben de conocer el valor de la literatura puneña. El Dr. Cáceres, destacó también la inclusión de algunos escritores que no habían sido considerados en antologías anteriores, el caso de Vicente Achata, José Parada Manrique, de este último el comentarista pidió que el propio Padilla, leyera el poema NN... NN..., el mismo que fue leído, despertando los aplausos del auditorio.

El Mg. Bladimiro Centeno, evocó que en la obra “Se fundamenta en la muestra relevante de cada periodo y actualiza la narrativa puneña en su espacio presente”, efectivamente cumple esa función de mostrar lo mejor y contemporalizar la literatura puneña. Mas adelante Centeno, refirió que los comentarios insertados en la obra, “No se definen como una metacrítica, sino constata la valoración señalada en su momento respecto a las obras”.

En “Antología Comentada de la Literatura Puneña” se aprecian criterios valorativos respecto a los antologados, incluyendo la parte biográfica y comentarios existentes en relación a la producción individual. Es fundamental su lectura, porque no sólo presenta nombres de los protagonistas, sino promociona académicamente la literatura puneña, en un escenario nacional. Esta empresa fue asumida con criterio técnico para mostrar lo más selecto de la literatura puneña. Es un libro que no debe faltar en ninguna biblioteca.

Feliciano Padilla, es un narrador que ha publicado obras, que fueron debidamente considerados en la crítica nacional. Padilla, forma parte de esa pléyade de escritores peruanos que vienen entregando lo mejor de su producción intelectual. Sus cuentos fueron publicados en las antologías de mayor trascendencia de la literatura peruana, fue publicado y comentado por reconocidos estudiosos como José Antonio Bravo, Mark R. Cox, Ricardo Gonzáles Vigil y otros.
Sus obras más resaltantes son:
- La estepa calcinada. Puno – 1984
- Réquiem. Puno -1986
- Surcando el Ttiikaka. Arequipa -1988
- Dos narradores en busca del tiempo perdido. Arequipa – 1990
- La huella de sus sueños sobre los siglos. Puno-1994
- Alay Arusa. Puno – 1995
- Polifonía de la piedra. La Paz (Bolivia) -1998.
- Calicanto. La Paz (Bolivia) – 1999.
- Amarillito amarilleando. Lima - 2003

Walter Paz recomienda leer:

Literatura puneña: ¿qué leer y que no?

Walter Paz Quispe Santos


El dominio de la lectura es un rasgo fundamental para comprender el desarrollo de las sociedades, y Puno es una región de no lectores. Lo demuestra la constatación en buena medida de la posición de muchos de sus ciudadanos en el entramado de las relaciones sociales. Sin duda, hay un abismo entre los que leen y los que no. Ahora que está de moda el plan lector en las escuelas y colegios, es necesario preguntarnos ¿qué libros de la literatura puneña hay que leer y qué no? Claro que seleccionar y recomendar algunos autores es como establecer un canon literario puneño. Nuestra literatura puneña – y todas las literaturas- son como la comida, hay autores y platos, seguramente exquisitos, pero que a uno lo indigestan. En cambio de otros se repiten siempre. Hay libros buenos que siempre se dejan leer y otros que se caen de nuestras manos. He aquí un breve recuento de algunos de los buenos libros que pongo en consideración desde mi posición de lector.

Si se trata de una antología literaria, una de las pocas que reúne con seriedad a escritores y poetas representativos es la “Antología comentada de la literatura puneña” de Feliciano Padilla, hay otros que más parecen un ajuste personal de cuentas. Aunque hacer crítica literaria es un género poco agradecido para quien la práctica, pues genera reacciones de todo tipo, y a veces la crítica es una forma de orgullo que construye su pedestal con las debilidades ajenas.

En poesía me parecen necesarios para nuestra lectura: Alejandro Peralta, sobre todo su libro “Ande”, Carlos Oquendo de Amat con su celebrado “Cinco Metros de Poemas”, Efraín Miranda con “Choza”, Omar Aramayo con su libro de poemas “Axial”, José Luis Ayala con “Celebración del universo”, Percy Zaga Bustinza con su “Cinematógrafo de lienzo y bambú” sobre todo por su renovación en el paratexto. Siguen esta lista Boris Espezúa con “Transito de Amautas”, Alfredo Herrera Flores con “Elogio de la Nostalgia”, Luis Rodríguez Castillo con “El monstruo de los cerros” Simón Rodríguez escribe muy bien en “Desatando penas” y Darwin Bedoya tiene en “Yarume” un buen ejercicio poético. Algunos de estos libros son verdaderos testimonios de la afirmación del signo poético y la fundación de la poesía por la palabra y en la palabra.

En narrativa, Mateo Jaika reúne un libro de cuentos “Relatos del Collao” muy renovador para su época, Feliciano Padilla tiene un libro de cuentos sugestivo “Amarillito Amarillando”, Elard Serruto Dancuart con sus “Habitaciones” nos sugiere un buen paseo por sus bosques narrativos y finalmente Fidel Nina ha escrito una novela “Te esperaré en el cielo” que invita a aprehenderlo como lector macho.

Ciertamente si la educación puneña logra conseguir un buen lector, lo cual constituye en sí mismo un verdadero milagro curricular, porque hoy más que nunca la mayoría de los estudiantes y profesores al parecer, padecen por lo que uno se da cuenta, de un síndrome de aversión a todo lo que se les presente mediante el envase y conducto del “plan lector”. Si se logra andar entre estos libros, sería lo más puneño.

¿Qué lugar tiene el libro en la vida de un lector puneño? Es triste decirlo, es la última elección y no tiene prioridad. Necesitamos de una actividad animadora más fructífera de hablar de libros y hay que hacerlo conscientes de que el verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo amar y el verbo soñar. Debemos ser conscientes, además como alguna vez pude mirar en una feria de libros en México en un eslogan que decía “Sólo los animales no aprovechan de la lectura”.

Pero ¿qué leer en literatura puneña? Usted amigo lector ya conoce mi propuesta. ¿Y el resto? Sencillamente no recomiendo leer.

(Tomado de: http://wpqsdossier.blogspot.com/)

Sobre la novela de Fidel

"A Fidel Mendoza"
1 comentario - Mostrar entrada original

Anónimo dijo...
Donde puedo comprar esta novela?

29 de octubre de 2007 16:10

lunes, 29 de octubre de 2007

Otro Comentario

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Pucha, esta gente. ........

29 de octubre de 2007 12:25

Mas comentarios

Anónimo dijo...

Hasta que por fin el maestro WAlter decidio publicar. Esa es poesia. Al lado de Darrwin es como un Gigante con un pigmeo


Anónimo dijo...
El pata Boris nose cansa de la franela.
A este paso Chuquipiuta sera el mejor poeta puenño. Con razon la literaura puenña esta jodida.
No se trata de alabar. Se trata de hacer critica.
Ah
SObre la Encuesta ABAJO
Vote por el mejor
Darwin

De la novela de Fidel Mendoza

Comentarios sobre la nueva novela de Fidel Mendoza


Primera y Segunda Edición Editorial San Marcos .Lima - 1996

En efecto, Te esperaré en el cielo está narrada en primera persona. El personaje central, llamado Santiago, es un joven que vive en un pueblo pequeño andino; lee lo mejor de la literatura latinoamericana y tañe sus zampoñas por convicción y vocación. De pronto tiene que huir de la leva y el acoso de los terroristas. Los hechos se precipitan y se suceden con tal violencia que, repentinamente, su pueblo se ve envuelto entre dos fuegos. La muerte acecha entonces por todos los caminos, calles, plazas, entra a las casas y pregunta por las autoridades del pueblo.Un acierto y novedad es, sin duda, la respuesta mágica y cosmogónica de la comunidad andina frente a la irracional violencia del terrorismo. (…) En otras palabras, están presentes: violencia, cosmovisión y religiosidad… Pero el mayor acierto de Te esperaré en el cielo radica en la capacidad de invención de una realidad literaria. Tiene mucho que ver con la historia, la psicología de un pueblo andino, la memoria atávica y la antropología como métodos para conocer mejor las relaciones de los seres humanos en un universo animista.Fidel Mendoza se sitúa así como un gran novelista que inicia la narrativa de los años de la muerte violenta e irracional. El campo semántico de la novela revela a un escritor debidamente formado, capaz de escribir en lo sucesivo otras novelas de mayor aliento. Está dotado para ocupar el espacio dejado por Ciro Alegría y José María Arguedas, tiene además una vocación innata; lo que tiene que hacer es cuidarse de las circunstancias de la vida y no permitir que lo ahoguen los trabajos cotidianos para vivir y después recién escribir.

Fragmentos del prólogo a la primera edición.
José Luís Ayala


Fidel Mendoza Paredes publica una novela de aliento soledario y solidario con intensos momentos de gran relieve.En ella, como en toda manifestación de la experiencia humana; se hacen evidentes y observables signos o rasgos en actitudes y razonamientos de los personajes que ayudan al lector a conocer el mundo que se manifiesta; a leerlo y generar sus significados. Qué combinaciones de ellos los convencen y cómo sus diversos modos de conexión refuerzan la realidad con un impacto estético que se vuelve imaginativo y fantasioso.De tal manera, como los signos por excelencia, a través de los siglos son las palabras; -aunque no los únicos- éstos se atenderán con especial atención para interpretar el texto con mayor exactitud y no traicionar los mensajes verdaderos.En la novela TE ESPERARÉ EN EL CIELO. De Fidel Mendoza: se encuentra inmarcesible parte del universo sígnico del pueblo peruano, pero también la identidad de otros mundos étnicos que dan identidad a Latinoamérica... Puedes llevarla para que te acompañe – a mamá Fernanda - ...; no Gilma, sería como arrancar a la salvia de la tierra ...Ningún ser sincero puede quitarse la índole de su conciencia original... éste año no le hemos pagado bien a la tierra, el apu puquina, está enojado con nosotros, no le hemos ofrendado... seguramente su vientre tiene hambre,,,Con ritmo de erogenia en páginas de dulce dimensión, que nos hace pensar en una voluptuosa patria con olor a bosque o desierto, con sudor a arena y horizonte trágico, con tonos profundos y aguda pasión que renueva porvenires; La novela, transparente y amorosa se transforma en un libro conmovedor, sombrío, donde podemos ver cómo el miedo con sus alas nocturnas exalta el desconsuelo, la aventura sexual, la compasión o la nostalgia”

Mexico D.F., 16 de abril del 2005.
Marizela Ríos Toledo



Te esperare en el cielo es la expresión de un novelista que se sitúa su foco narrativo no en la concentración de dos fuerzas que pugnan por el poder del Estado, sino en el homicidio colectivo que se perpetra contra los humildes campesinos de una apacible comunidad del altiplano, al amparo de una ideología que no muestra más que el rostro del crimen, y de un ejército entrenado para la muerte, el abuso y la prepotencia contra los pobres.La novelística que da de los años turbios va sumando sus afanes por mostrar no sólo el rostro de horror sino de la espera en la tierra fecunda de esperanzas y opciones de libertad.Fidel Mendoza se aúna auspiciosamente a esa vertiente joven y persisten de los narradores de un Perú Nuevo.

Lima, diciembre del 2005
Miguel Arribasplata



Fidel Mendoza es de esos extraños escritores que se mantienen airosos en la creación poética como en la narrativa. A si lo ha demostrado con dos libros de poesía y su reciente novela Te esperaré en el cielo, , la que nos toca comentar. Para muchos nos es inevitable sentir una sensación de respeto por quien escribe una novela a una edad relativamente temprana para la literatura y más aun nos complace que después de leída la novela de Fidel, ese respeto se mantenga incólume. Te esperaré en el cielo, relata tragedias de dos pueblos que representan a los que sufrieron y fueron victimas de la barbarie de dos tipos de terrorismo : el de los subversivos y de los militares en el mundo andino. Para estos , sus pobladores, mas que nunca se hace imperante la necesidad de alimentar la esperanza de un espacio de salvación, al que alude con el nombre del patrono de estos pueblos Niños San Salvador y en el título Te esperaré en el cielo, novela que entre sus virtudes presenta una estructura interesante a cualquier lector, dos narradores diferentes relatan historia paralelas intercalándose en la en la disposición de los capítulos.

Revista de Literatura Cartel N° 3 Jorge Monteza

A propósito de Darwin Bedoya

POESIA CONTEMPORÁNEA DE PUNO

VOZ Y PENSAMIENTO DEL POETA DARWIN BEDOYA BAUTISTA

En Puno, los últimos años se ha producido poesía de calidad, poesía que ha recibido elogios en el comentario especializado de la crítica nacional. Se le definió como Poesía puneña contemporánea, Poesía de fin de siglo, o Poesía puneña de la generación del 90 . Empezó con los concursos de poesía, organizados por la Asociación de Literatura y Arte “ELEGIA” promovido por Fredy y Elard Vilca Monteagudo. Fue difundido por la revista Escri-viendo, dirigido por el académico Hernán Cornejo Roselló, Presscot de Walter Paz, Diario “Los Andes, “Semanario Confidencial” y otras publicaciones. En el presente año fue actualizado y consolidado por Feliciano Padilla, con su obra “Antología comentada de la literatura puneña”.
La Nueva Prensa, apertura en Fiesta Jíbara, la celebración literaria de esta última generación. Darwin Bedoya, es la voz más connotada de la generación. Su poesía resuelve viejos anatemas y propone juegos verbales acorde a los últimos movimientos de poesía en el Perú. Darwin Bedoya tiene el hálito universal de tratar impecablemente el lenguaje, posee una magia quimérica en la creación. Ha recibido comentarios en reconocidas revistas de literatura y fue invitado a importantes certámenes literarios.

DARWIN EDUARDO BEDOYA BAUTISTA (Moquegua, 1974) Es docente de Lengua y Literatura, ha publicado poemas y cuentos en conocidas revistas de literatura del sur peruano. En su breve trayectoria cuenta con haber logrado algunos méritos como el reconocimiento con la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo – 1997 organizado por la revista de literatura CASCADAS; segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía premio “Alberto Hidalgo” Arequipa – 1998 organizado por el semanario EL CLARÍN, primer premio (compartido) en el concurso departamental de poesía “Premio Simón Fidel Quispe” Puno – 1998 organizado por la CUBUP – Puno; finalista en el VII Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja convocado por el Instituto Municipal de Cultura “Joaquín Chapaprieta” de Torrevieja – 2002 España Alicante.
Es integrante de la CADELPO filial Juliaca, coeditor de la revista de literatura PEZ DE ORO, editor de la revista de literatura LAGRIMAS DE COCODRILO, Director de CUADERNOS BIMESTRALES DE POESÍA “ ESPANTAPÁJAROS”.

Poemas de Fidel Mendoza

POEMAS HEREJES DE FIDEL MENDOZA

ORACIÓN FRENTE A LA TUMBA DE UN POETA QUE QUISO SER DIOS

No se acerquen a esta tumba, aquí yacen los restos de un poeta, dicen que el muy pendejo fue intelectual. Su cuerpo transpira rosas y huele a papel. Murió de una rara enfermedad que sólo ataca a los hombres inteligentes, perdió el apetito y sueño por unos extraños libros que se arrimó en su cabecera antes de cerrar los ojos. Dijo que se marcharía al infierno para sublevar a los demonios para que nunca se salven de los fuegos, y sigan dando trabajo a los sacerdotes y demás reverendos embusteros, que amedrentan con sus lenguas de trapo a los ingenuos hijos de Dios.

Si quieren recordarlo lean su libro de poemas y cuentos de sus amadas putas. Su libro está escrito con carbón y está dedicado a todos los vagos que pierden el tiempo en las bibliotecas. Sus poemas resumen la historia de las sábanas y sangrientas batallas libradas en el monte de Venus. Recuérdenlo con cariño, sino el revelará nombres de los santos varones que se desvirgaron en los burdeles, también de las mujeres vírgenes que sudaron por primera vez en la cama de los casados. Así dejó escrito en su testamento de mil hojas.

Si quieren orar por él, escupan al cielo, y no se muevan para que les caiga una lluvia de versos, su voz les mojará el alma y volverán a nacer al cabo de nueve segundos. Ahora mismo encomiéndense en su nombre, para que les espere en el río y les lave la conciencia con ternura, y entren por la puerta grande al cielo.

Recojan ceremonialmente sus ojos incandescentes que arden en el candelabro de su tumba. Llévenlo en el corazón, les traerá suerte. Las feas se convertirán en reinas y los espantapájaros en mozos atléticos. Sus ojos son amuletos, no olviden que el poeta es un experto conquistador y profanador de zonas secretas debajo de las faldas.

Siembren un girasol en su tumba, volverá a florecer la sonrisa en los niños y las luciérnagas volverán a iluminar el mundo.


REVERENDO POETA PASTOR DE ESTRELLAS DE PLENILUNIO

Me apresaron al final de un verso, no pude huir, era un verso impermeable, no tenía ninguna salida. Vinieron miles de insectos tras mi aliento a pisco asequible. Me acusaron de haber escrito un poema que sedujo a las novias de los hombres desventurados que pretendían contraer nupcias. Me sacaron a rastras desde el fondo de las palabras. No puse resistencia. Me esposaron con un hilo delgado caído de un brassiere que cuelga olvidado en el tronco que emerge de mis ojos. Me estamparon el cuerpo con el fuego de carnosos labios de púrpura que ayer me besaron apasionadamente, y me flagelaron tiernamente con el pétalo de una flor que creció sobre los obituarios. Comentan que me llevaran a un tribunal del santo oficio que se cobija en el interior de un bar, donde los parroquianos beben sumo de caviar y pastan estrellas en las noches de plenilunio.

Dicen que borraran mi honor y buena reputación de todos burdeles de la ciudad, y desterraran a las magníficas mujeres que me amaron a cambio de un manojo de uvas, también dicen que apresaran al humo del tabaco por dibujar mi rostro en el espacio infinito.

- ¡Debe morir ese pendejo! – se escuchan gritos

Y un fogoso orador con ojos de cernícalo, devoto del señor de los cojudos, se limpia las babas con el puño de una camisa de fuerza y haciendo una bocina con sus manos escarlatas, pronuncia un encendido discurso desde un balcón gótico:

- ¡Los poetas han venido a joder al mundo, a robarnos nuestras mujeres, a decirnos que los puercos son los mejores políticos, y los perros son más inteligentes que nosotros, nos hacen creer la insensata idea que seguimos ciegos a pesar que usamos anteojos. Vienen a vendernos sus libros a media noche y nos interrumpen el placer de los muslos. Son unos pendejos...!

Ahora que estoy a punto de ser ejecutado, les pido alcanzarme una hoja de papel y un lápiz de alfeñique para escribir mi último deseo: ¡Déjeme entrar a sus corazones para encender fogatas todas las noches y cantarles baladas para que vuelvan amar otra vez!

EL BESO DEL RECUERDO ANCIANO Y LA TERNURA DE SU DIOSA AMANTE

El viejo recuerdo de la rosa que floreció en mis anaqueles góticos, hoy anegó los trigales que crecen en mis andenes y madrugadas.
Recuerdo anciano que vagas en la atmósfera del café agitado en la taza, vuelve abrir el pórtico del convento de la hermosa beata que amé locamente en las alboradas.
Abadesa alada, ahora heme aquí rendido y jadeante a tus pies; sin embargo, déjame besar a la niña de trenzas negras que ante mis ojos juró amarme y nunca parpadear mientras no siembre olivos en sus labios. Déjame pronunciar el nombre de la doncella que confesó haberme amado desde antes de nacer. Dame tan sólo un minuto para reconstruir la imagen de la mujer que desde fondo del mar canta valses y arrulla mis ojos en su pecho. Diosa del cielo azul, piensa en mí mientras muero en el regazo transparente de mi amada.


INQUISIDOR DE SUEÑOS

Trasuntan por caminos que se bifurcan en la cicatriz de la rosa que florece en el puñal que sometió a bizancio. Mustios caminan por interminables desiertos, sembrando jazmines a cada paso. Van deprisa, de puntillas persiguiendo sombras de mujeres que se fueron sin dejar recuerdos ni pagar deudas por los besos de la luna.

Veces se echan de bruces esperando la luz de las velas que arden en la profundidad de las cavernas de la tarde, son los devotos del osario que se erige sobre la tierna piel de las manzanas vírgenes. Danzan sigilosamente detrás de las pupilas de la noche, contornean sus caderas a escondidas de fantasmas que deambulan buscando oasis.

Ellos, ahora andan detrás de tus pasos, se deslizan por la estela de tus suspiros, cuelgan de tus pestañas, taladran tus pómulos, golpean tus carrillos, extirpan tus ojos, desmadejan tus recuerdos, abren surcos en tu pecho para sembrar curaré. Son expertos reducidores de cabeza, hoy mismo iniciaran su trabajo maestro con tu cráneo.

Loas a José Luis Ayala

José Luis Ayala

Por : Fidel Mendoza


Estuvo en nuestro medio el ilustre escritor José Luis Ayala. Amigo, hermano, Markamasi y un constante animador de las nuevas hornadas literarias. En el breve tiempo de su permanencia en Puno, escribió uno de los más singulares libros de poesía de los últimos tiempos. Son cuatro libros integrados en un cuerpo orgánico de dimensiones magistrales. Un homenaje y canto melodioso a Juan Basilio Catacora Heredia, Heddy Yony Quilca Cruz, y a sus querencias aymaras.

En este libro se disfruta la dulzura de las canciones, que ofrece el celebrado escritor José Luis Ayala, eterno peregrino que caminó por el planeta buscando la esencia de la palabra y llevando el pensamiento cósmico de Gamaliel Churata. Su estilo literario, se torna en ecuménico y significativo por su consecuencia ideológica en el adecuado tratamiento del tema fundamental de la subsistencia del hombre.

“Papel de viento lo han matado”; “Tiempo al tiempo sideral”; “Cántico al protomartir de la independencia americana: Juan Basilio Catacora Heredia”; “Tus ojos y otro poemas astrales”, forman un breviario esencial, que todo latinoamericano debe leer para interpretar y comprender su existencia en el orbe. José Luis Ayala, sustenta la verdadera literatura, al igual que Jean-Paúl Sartre, quien expusiera y defendiera la filosofía más diáfana. Los versos de este conjunto de cuatro libros, articulan como si fueran pentagramas en melodiosas canciones, donde convergen los conocimientos astrales adquiridos por la calidad de producción intelectual.

Sus poemas son solidarios, tiernos, conmovedores, incluso descollantes, con una permanente búsqueda del espacio suficiente en la historia, para grabar nombres como de Juan Basilio Catacora Heredia, aymara que levantara su voz y enfrentara arremolinando masas a la corona española; Heddy Yony Quilca Cruz, valiente estudiante cegado por corear justicia, y las balas no tuvieron piedad de él, lo hicieron callar para siempre, tendiéndolo herido mortalmente sobre el frío pavimento de Puno el 29 de mayo del 2003. Este conjunto de libros, es la voz de los hombres que siguen viviendo en la memoria de los pueblos de América; También significa el retorno a las querencias telúricas de Huancané, Moho, Conima, comunidades aymaras que alimentan el espíritu cósmico del hombre altiplánico; Y con la magia de la palabra recrea canciones de amor escribiendo y describiendo con una ternura infinita la belleza y sensualidad de la mujer puneña, principalmente aymara.

Los poemas que celebramos en esta edición, fueron escritos en Puno, siguiendo la corriente de la génesis aymara. Su temática es profundamente universal, como sugiriera José Martí. La poesía de José Luis Ayala, es cardinal para los pueblos de América. Un homenaje a los mártires, cuyos ideales siguen ondeando banderas a las generaciones. Sobretodo señala la ineludible responsabilidad de defender nuestra identidad, así fuera lo último que tengamos que hacer durante nuestra existencia.
José Luis Ayala, actualmente en la literatura puneña y peruana es uno de los productores más prolijos, sus obras conforman un indiscutible desafío y reto a la existencia.

Su discurso sobre la literatura aymara, lo ha convertido en el dintel de la literatura contemporánea. Su obra esta presente en las antologías más exigentes del país y del continente, es frecuentemente invitado a dar conferencias magistrales fuera del país. Su obra es objeto de permanentes comentarios en la prensa especializada, Puno, tiene la garantía de un representante dotado de un genial instinto de creación y un obstinado innovador de las cosas estables.

Gloria Mendoza opina sobre literatura puneña actual

¿Pero qué viento sacudió a Walter Bedregal Paz hasta llegar al corazón de Vicente Benavente?

(A manera de testimonio y ensayo)

Por Gloria Mendoza Borda


Es curioso comentar un libro cuando a veces pensamos que los jóvenes intelectuales sienten un menosprecio por el pasado –en este caso- de la literatura, cuando a veces sienten un aparente parricidio en la literatura, porque viven y vivimos otra época, entonces a menudo somos ignorados los escritores de generaciones anteriores. Entonces ¿fuimos malos padres? Por un momento eso me pareció percibir en algunos comentarios de Walter Bedregal aparecidos en diarios y revistas de Puno, exactamente me refiero a la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat, reconozco que siempre hay deslindes, pero es mejor manejar un criterio al margen de las simpatías o antipatías. Pienso que el Grupo Oquendo de Amat está en pleno proceso de estudio de parte de muchos investigadores, y con mayor razón el año 2005 dedicado a Oquendo, continuamente nos llegan interrogantes sobre nuestra conformación y la continuidad del trabajo de los que militamos en el grupo. Recuerdo que Borges decía que se debiera hacer un estudio de la literatura sin tener en cuenta los nombres para que sea una real Historia de la Literatura de un pueblo, de un país. Es más, otro joven escritor bastante preocupado por su formación literaria hizo en Juliaca un trabajo sobre la literatura juliaqueña o regional, donde no aparece ni un nombre de mujer para la literatura regional o nacional, podría recordar nombres además de Mercedes Bueno Morales para Puno, a la juliaqueña Gaby Arce por su significativa obra dentro de la literatura infantil peruana, por la promoción cultural que hace, y cómo en los últimos años va fortificando su voz con la experiencia vivida en otros países. Y lo más impactante en ella es su alegría por la vida, su eterna juventud.

Encuentro también una curiosa coincidencia que en este nuevo libro El mensaje de Vicente Benavente en el corazón del viento, el amigo nuestro Walter Bedregal Paz nos reúna a Fidel Mendoza, mi hermano, en el prólogo; a Juan Alberto Osorio en la contratapa y a mí en el interior. Debo agradecerle también por este gesto donde aflora la familia, y nuevamente Borges guiñándonos los ojos, no es por las personas es la obra la que marca la historia, y en esta nueva jornada familiar entra el esposo de mi hija Nadja, Jorge Monteza escribiendo ensayo y narrativa, y las hijas Nadja y Sethguin que están en nuestros mismos encuentros con la palabra motivándonos para sacar una revista familiar, por darnos un gusto años atrás; la ilustradora sería Nasha la querida nieta de apenas tres años, y Gabriel el nieto de tres meses pondría sus huellas digitales. Este es otro sueño, los hijos nos han convocado a varias reuniones y los padres nos hemos hecho los desentendidos. ¿Vale la pena soñar? Que lo hagan ellos, que disfruten de la palabra. En cuanto a nosotros no creo que se cumpla el deseo, porque ya en Ayacucho los años 70 tuvimos muchas reuniones con el poeta y sociólogo Carlos Iván Degregori, el fabuloso humorista Juan Acevedo, el pintor Felipe López, los escritores Sarita Bueno, Víctor Bueno, Luis Nieto Degregori, Marcos Zapata, Leoncio Bueno, a veces Jesús Cabel y otros. Y no salió nada, solamente tertulias literarias y muchas buenas risas que hoy se han perdido en las alturas del Acuchimay en el hogar de Juan Alberto, apenas nos quedamos en títulos que se han registrado en la memoria en una época donde la violencia todavía no afloraba.

En el libro que nos convoca esta noche hay un sutil reclamo de Fredy Vilca Monteagudo ¿Por qué en las antologías de poesía puneña realizadas en las últimas décadas no está la poesía de Vicente Benavente? Vilca Monteagudo tiene sus razones que también son nuestras. Claro que no hay ninguna antología completa en todas las literaturas y en todos los países. Cada antologador tiene sus criterios y eso también se respeta. Este libro El mensaje de Vicente Benavente en el corazón del viento es una respuesta ejemplar para ponernos en los ojos la obra, el nombre y la hermosa fotografía que exhibe de don Vicente. Al parecer son muy pocos los autores estudiados en forma personal, además de Churata. Vilca Monteagudo dice Don Vicente Benavente no puede ser etiquetado como un poeta telúrico. No hay poesía telúrica, atelúrica, social, pura, cóncava, convexa, indigenista, neo indigenista, racista, neo racista. Acepto esta reflexión ubicando su criterio en este nuevo siglo. Pero quién puede negar a la historia sobre una pintura impresionista, expresionista, surrealista, minimalista, de una poesía surrealista, realista, simbolista, etc. No son etiquetas, fueron movimientos, tendencias y escuelas en el arte y la literatura donde en el siglo XX surgieron grandes maestros como Picasso, Neruda, Paz, Kandisnky, Mistral, Eco, Kahlo, Arguedas, Vallejo, Rulfo, Oquendo, etc. Y Benavente sí pertenece a ese otro tiempo en atención a lo mejor de su obra editada. Y la poesía telúrica es interesante como lo es la poesía lárica en Chile o Argentina. Benavente es un poeta importante para Puno.

A veces quieren correr –dicen- de lo telúrico, y escriben en cánones que nada tienen que ver con Juliaca, en la poesía joven al parecer hay un acercamiento a una poesía europea o norteamericana. Bien, todo ensayo es bueno. Por los años que tengo, y por las salidas al extranjero, por haber sido publicada en varios países, reafirmo mi identidad como peruana, puneña partiendo de una tradición dejada por el grupo Orkopata hasta llegar a una literatura andina amplia, moderna o posmoderna, y sobre todo respetando los nuevos lenguajes en la literatura, de modo que manifiesto mi respeto por el trabajo de Walter Bedregal Paz. Si de algo tengo que arrepentirme en mi ejercicio poético en los años juveniles es haber quemado un libro de Neruda con mis compañeros oquendianos. A las obras se las juzga en su crecimiento, en su organicidad y por su autencidad, en sus inventos y reinventos, por el lenguaje personal. Si la pintura es mala, muere. Si la poesía es mala, muere. Así de fácil. Todas las obras tienen su espacio y un tiempo, y ese tiempo es el que dirá sobre su perdurabilidad o no. Nos toca vivir tranquilos, no inoportunarnos nosotros mismos, importa la palabra escrita en nuestros textos. En estos tiempos se discute sobre una literatura criolla y andina. Qué bien que la polémica haya sido motivada especialmente por escritores del sur. Que se molesten los criollos, que se saquen ronchas, que re ericen sus cabellos. Pues nosotros también aceptamos una buena literatura citadina. Y del mismo modo seguidos el resplandor del agua y un cielo candoroso en los dedos. En todos los pueblos, centro o periferia, hay buena no buena literatura. ¿Pero qué es buena literatura? Ustedes lo sabrán de acuerdo a las lecturas.

Walter Bedregal y su aporte a la literatura Juliaqueña:

Hace como quince años conozco la obra de Walter Bedregal, él y otros jóvenes nos empezaron a llevar a Juliaca casi seguidamente, era una especie de reconstruir la historia cultural de Juliaca y allí están muy presentes y atentos René Calsín y Hugo Apaza, al finalizar el siglo XX surge en Juliaca una especie de florecimiento de la literatura luego del trabajo de Vicente Benavente y José Parada Manrique. ¿Quién es el autor de este nuevo libro sobre Benavente? Un tacneño radicado en Juliaca. La ciudad de los vientos lo recordará siempre. Su mayor mérito es acercarse a la obra de Benavente, hacerla conocer, valorarla, seguir el camino de muchos escritores que investigaron sobre la obra del poeta calcetero; retiro mis palabras iniciales y saludo a Walter Bedregal por entregarnos este libro en una cuidadosa segunda edición. Leí su cuentística, sus ensayos, sé de su actividad como promotor cultural. Todavía lo recuerdo conduciéndome al Viejo Ferrocarril vía Taxi Cholo para retornar a la Ciudad Blanca, fueron momentos de reencuentro con la madre tierra. También recuerdo que al empezar los 90 del siglo que se fue en una balsa, me llevaron al pie de Tata Dios Huaynaroque, en el último eclipse de fin de siglo, cinco de la mañana, allí espectamos la hora del enamoramiento entre la luna y el sol, se saludó a la mamapacha y la Municipalidad me impuso la Medalla de Oro a la Cultura. Solamente los juliaqueños podrían hacer esos actos tan extraños y hermosamente persistentes ahora en la memoria de los vientos, del ferrocarril, el chupeqhato, o comiendo un hervido de carachi y trucha en el mercado Túpac Amaru.

Walter Bedregal inicialmente estudió ingeniería, pero optó por la literatura metido entre llantas, reparando carros en un amplísimo espacio de su casa paterna, me recordaba a don Leoncio Bueno en la misma tarea. Walter fundador del Grupo Hijos de la lluvia. Don Leoncio Bueno fundador del Grupo Primero de Mayo. Walter Bedregal convocó a un concurso regional de cuento Rogelio Ecler en 1994 publicando seguidamente el libro Nacionalidad oculta y los cuentos ganadores (Juliaca, 1995), este libro tiene el prólogo de Cronwel Jara Jiménez. Bedregal colaboró con el diario Los Andes con su columna Páginas Escogidas. Publicó los diarios Encuentros y perspectivas, Impacto; dirigió El Clarín y Nueva época; dirigió también una revista literaria Camionero (sólo para hombres del mundo) artefacto literario donde me metió también como pasajera. Begregal organizó una serie de eventos en la literatura, es un luchador incansable por devolverle a Juliaca una tradición y una historia literaria.

Don Vicente Benavente en la tierra de Chiñi Pilcos y Machu Aychas:

Desde mis años de adolescencia conozco la obra de Vicente Benavente y José Parada Manrique. Benavente sin lugar a duda es el patriarca de las letras juliaqueñas. Es imposible no nombrarlo. Al finalizar los años 60 él nos reunía. Tenía un respeto por la literatura puneña, no le importaba si éramos muy jóvenes. El maestro Encinas había capacitado a los profesores juliaqueños con el apoyo del médico Núñez Butrón. En Puno y Juliaca había una fiebre por el indigenismo en todas sus dimensiones. Sí, podemos hablar de una poesía telúrica o lárica donde la tierra atrapa aún con hielo de invierno. El poeta calcetero estuvo atento al pensamiento del maestro y del médico Núñez Butrón. El rijcharismo siempre estará presente. En ese rijacharismo participaron el padre de Gaby Arce, así como mi madre mi primera profesora en Escuela Rural.

Coincido con Percy Zaga cuando dice que uno de los poemas más hermosos de Benavente es Julia Tanto amor para nada/ (…) para deshacerme en el gozo del silencio/ para molerme consternado de asombro; su primer libro, el tono elegíaco y romántico de estos poemas, me recuerda a Gabriela Mistral publicando también su primer libro Sonetos de la muerte dedicados a la temprana desaparición de su Rogelio Ureta. Luego vendrán los otros libros de Benavente como Cantos encendidos, Cinco poemas para mañana libros donde se ve la influencia de Luis Nieto y no tanto de Pérez Ocampo. Bedregal con mucho respeto dice refiriéndose a las memorables jornadas de 1965: Vicente Benavente, fue testigo privilegiado de una época de cambios políticos, fue un actor principal de jornadas de lucha, de una revolución que estremeció a su pueblo, a sus hermanos, y su verso poético hoy como mensaje entendido debe convertirse en verso político aseverando esta actitud nos legó un Canto a las horas de noviembre:

Se estrellan contra el pueblo/ enfurecidos y ciegos,/ conocidos lobos disfrazados.
Pero qué extraños lobos tomaron el pueblo, qué razones indujo arremeter a un pueblo que lucha por su supervivencia económica y cultural.

Se abre el amor a borbotones/ como la rosa armada de pétalos/ en las horas de noviembre insurrecto.
En medio de la lucha, el amor por los suyos está abierto como un girasol, hay rebeldía pero no se pierde el afecto de los que claman en nombre de las calcetas, el ferrocarril, las naranjas.

La masa de todos los barrios,/ presentes como un solo hombre,/ piden que se vayan los enemigos,/ que se regresen las balas,/ que se callen las metralletas,/ que se den las órdenes de fuego,/ que se alejen los que no tienen problemas.
Fue una arenga como en los tiempos de incendio de Luis Nieto Miranda luego de la revolución arequipeña los años cincuenta. El poeta invoca para que todos se unan sin temor, de lo contrario que se vayan los cobardes.

Unidos codo a codo/ por el sueño del agua

La poeta chilena Yasuco Notoy Nayto proclama El agua es el espejo de la conciencia. En nombre de la transparencia el pueblo debe unirse, verdad don Vicente? Ahora Juliaca es capital de la Identidad Andina.

Hay que abrazar el agua/ ¡Hermano del viento¡

El viento hermana a Juliaca. El agua es una especie de símbolo en la poesía de todos los poetas, no creo que exista un poeta que no le cantó al agua, que no se soñó en esa transparencia. Como decía Gaston Bachelard La imagen poética no está sometida a un impulso. No es el eco de un pasado. Y bien la poesía de Benavente es el eco de todos los tiempos presentes. Nunca leemos a Baudelaire, Pizarnik, Churata, Agustini, Ayala, Valcárcel, Espezúa, como el eco de un pasado. Los leemos en un presente y para un presente. Resalto dos poemas Página del agua: Como las aves mensajeras de la jornada/ el agua anida en tu pecho sin dejarme olvidar (…) si tú deslumbrada llenas la copa del agua, y El sueño del agua: Bella la transparencia hasta la orilla/ encierra en el corazón la húmeda eternidad, (…) Agua de la geografía del hombre,/ hasta la última plenitud del candelabro, arde espléndida en el cristal de tu seno/ así como deja la espuma rozándonos la piel/ -el lenguaje de tus líquidas perfecciones-/ que todavía no alcanzamos a señalar/ con el índice de las verdades del río.

Por el movimiento cultural a lo largo de más de cincuenta años en Juliaca, debemos agradecer la figura patriarcal de don Vicente Benavente, convocándonos a múltiples eventos, y agradecer ahora a Walter Bedregal por haber reeditado en forma más completa este hermoso libro que nos habla de una poesía contundente, inolvidable, eterna como tus ojos Río Maravillas de mi infancia.

Poema de Fidel Mendoza

aymara*

Por Fidel Mendoza

aymara vino rodando por la historia
se deslizó suavemente por el hilo que pendía de una rueca
detenido desde una astral planeta de chijchipas
aymara vino por encargo directo del alaj pacha
para fundar la palabra, reordenar los días,
vestir de bayeta al mundo, para amasar un imperio que vive
detrás de las estrella, para introducirse en la cañita de
una zampoña y desde allí conquistar el planeta predicando
la filosofía del viento,
y para esculpir el rostro del sol

aymara, plantó sus incansables bíceps de bronce
en los muslos rojos del altiplano
allí descansan en el interior de un lejano grito
miles de voces que domaron tempestades, quebraron lanzas,
y arrebataron colores vivos al fuego

aymara, creo una comarca de sueños al que nombró
como su primogénito Huancané,
le puso de cimiento una placenta cósmica
erigió piedra sobre piedra hasta quedar grabado su nombre
en el anciano dorso de américa

aymara, experto constructor de viejas galaxias
moldeó pukaras que hicieron temblar al mundo en su reducto
de sal
proclamó sabiduría desde la copa de los qollis
los huesos del continente se agitan en violentos crujidos
y se postran reverentes ante su voz

aymara danza de puntillas en los carnavales
con pinquillos labrados de bambú
los celajes contemplan su contorneo rítmico de felino
andino escondido en las escamas del tiempo

aymara fiel a su zampoña pernocta en la vientre del pocopaca
en las frías noches de mayo y los chirihuanos en tropel
incontenible invaden los ventrículos de la comarca
aromático incienso se eleva al creador de aymara

y detrás de la noche voces de cíclope pronuncian literatura
aymara
genio creador de himnos y domador de tempestades.


* Poema del libro "El silencio del alba"

Hija de Fidel Mendoza GANA Premio Nacional

Cajamarca y Puno ganaron IV Concurso Nacional de Redacción

Lima, oct. 26 (ANDINA).- Los representantes de Cajamarca y Puno fueron los ganadores del IV Concurso Nacional de Redacción “La hora sin demora en mi comunidad” dirigido a todos los estudiantes de Educación Secundaria del país, auspiciado por el Ministerio de Educación.

Teresita Vera Cachay de Cajamarca del 1er grado y Alionka Mendoza Yanqui de Puno del 3er grado, fueron los ganadores en las categoría A y B del certamen que reunió a un millón de escolares. Sus trabajos fueron “Una experiencia para cambiar” y “Pastando al Sol en el fondo del lago”, los cuales merecieron el mayor puntaje del jurado calificador compuesto por los periodistas José María Salcedo, Fernando Obregón Rossi, Nilo Espinoza Haro y Carlota Flores. La categoría A esta compuesta por estudiantes del 1ro y 2do grados, mientras que la categoría B por los de 3ro, 4to y 5to grados. El objetivo del concurso es promover en los estudiantes el desarrollo de la capacidad para redactar textos de diferente tipo, de manera original y creativa, sobre la puntualidad en el ámbito escolar, familiar, institucional o comunitario, como manifestación de respeto a los demás y condición que influye en las relaciones interpersonales.
(FIN) NDP/RES

Filosofía andina según JLV Garambel

EL HOMBRE Y EL COSMOS EN LA CONCEPCIÓN FILOSÓFICA ANDINA”
ESTUDIO PRELIMINAR DE JOSÉ LUIS VELÁSQUEZ


Por Fidel Mendoza Paredes


Fue publicado ““EL HOMBRE Y EL COSMOS EN LA CONCEPCIÓN FILOSÓFICA ANDINA” (Un estudio preliminar) cuyo autor es José Luis Velásquez Garambel. La publicación fue promovida por la Asociación Cultural Pallakmarka, teniendo como editores a Ecler Mamani Vilca y el conocido intelectual Henry Esteba Flores. Salió de los talleres gráficos en mayo 2005.

Es un ensayo que tiene como objetivo explicar la esencia del pensamiento latinoamericano, partiendo de premisas culturales andinas. Cuestiona paradigmas de posiciones occidentalizados que a la fecha se han institucionalizado como irrefutables. La obra de José Luis Velásquez Garambel, se publica en el siguiente escenario: La globalización pretende hacer creer a las nuevas generaciones que no tenemos historia ni cultura, borrando la esencia del pensamiento andino. Este enunciado apabullador menos aceptaría la posibilidad de una filosofía andina. Evidentemente la postura de la aldea global, ha restado importancia a toda forma de expresión cultural. El pensamiento vinculante a nuestra historia fue cruelmente desarticulado con la complicidad del Estado peruano, en las escuelas primarías desde hace algunos años se borró de la programación curricular la enseñanza de las asignaturas de historia y geografía, reemplazándolo por otra asignatura curiosamente nombrado Personal Social, que supuestamente promueve valores. En el nivel secundario con la famosa “Nueva secundaria” han hecho lo propio con las asignaturas de Historia del Perú, Historia Universal, Geografía, Geopolítica y Filosofía. El desagregado de estas materias tiene un claro objetivo: quitarle el conocimiento racional a las nuevas generaciones. Para cumplir estos objetivos poco comprometidos con la formación del hombre peruano, el Ministerio de Educación ha implementado operadores, a quienes les “trepanó el cráneo” sibilinamente con cursos de implementación que más se parecen a la formación de una Quinta columna, dispuesto a ejecutar planes operativos de baja intensidad en la memoria de los peruanos, haciendo que se imponga una cultural ligh y las nuevas hornadas crean que hablar de política es malo e insustancial.

El caso boliviano es la respuesta de una cultura que se resiste a ser obnubilado y soterrado por el occidentalismo. La nación aymara que tiene una mayoría conciente de su cultura, ha teniendo posiciones valientes, llegando comprometer a los propios gobernantes, exigiendo viejos sueños colectivos como “Salida al mar”. Inclusive han causado la renuncia de presidentes y exigen abiertamente la nacionalización del gas. Los bolivianos no creen ni se hacen amilanar con posturas de medianoche como “Que las paralizaciones ahuyentan a los inversionistas”, “País inviable” entre otras perotas que suelen surgir en estos casos.

Mariategui, afirmaba “Que el Perú, no es una nacionalidad, sino una nación en formación”. Axiomáticamente esta afirmación nos permite deducir que en el Perú, existan respuestas aisladas de resistencia al pensamiento occidental. Irónicamente en estos días nos propusieron que el gas de Camisea, tenga que abastecer las industrias del vecino país chileno antes que de los dueños de casa. Chile nos vejó ante la opinión pública mundial mostrando imágenes de lo infame. El país del sur históricamente nos creó una antipatía alimentado de odios. Nunca a los peruanos nos han enseñado amar con ternura ni odiar con firmeza, haciendo que emocionalmente seamos inestables y poco predecibles. Cuando el gobierno anunció que exportarían gas a Chile, nadie se pronunció que el gas peruano primero debería de resolver los problemas de necesidad de combustible en el país.

¿Es necesario promover un pensamiento filosófico? José Luis Velásquez, tiene la respuesta cuando afirma “El fin del siglo y el nuevo milenio nos predispone a un cuestionamiento radical de todo lo que se ha establecido como la norma y lo normal. Si lo que tratamos es contextualizar un discurso filosófico dentro de una cultural de un momento histórico, hace falta un marco histórico que guíe nuestras propias definiciones”. Con esta tesis se torna en imperiosa necesidad replantear los pensamientos filosóficos de concepción y del cosmos en contraposición al pensamiento occidental. El pensamiento andino es más amplio y convergente, es imposible creer que sea excluyente. Edwar de Bono, un pensador occidental, evaluando su postura y la de su cultura realiza el siguiente análisis “El estilo de vida occidental nos inclina hacia el desarrollo de pensamiento vertical” Este pensamiento se basa en las posiciones de las leyes imperantes de la lógica.

Churata, un experto conocedor de la cosmovisión y la utopía andina, en el “Pez de oro” cultiva una exquisita premisa que conjuga con una filosofía del universo. La utopía debe entenderse incluso tomando como punto de partida lo planteado por Tomás Moro, en 1516 pero sin negar la modernidad en la concepción estricta de la palabra utopía, sería cerrar los ojos a la realidad. Sin embargo, entender la modernidad desde nuestra perspectiva, desde nuestras posibilidades culturales, es asumir responsablemente los tiempos de embate en contra de la cultura andina. En la obra de José Luis Velásquez, aparece una cita del sacerdote Placide Tempels, cuando estudiaba a un grupo étnico de la cultura africana : “La filosofía andina no puede expresarse explícitamente, sin embargo, existe como un estrato inconsciente y escondido que yace en la estructura de los lenguajes y las instituciones andinas. Los conceptos accidentales son necesarios y adecuados para explicar este pensamiento”. Tempels, plantea la posibilidad de aprovechar los recursos de la cultura occidental, obviamente su formación es occidental y sus premisas obedecen a ese interés.

La obra “EL HOMBRE Y EL COSMOS EN LA CONCEPCIÓN FILOSÓFICA ANDINA”, fue cuidadosamente elaborada, en un marco referencial estrechamente vinculante con las disciplinas más cercanas con el pensamiento humano. El desarrollo de la investigación refiere a Franz M. Winmer, cuando opina respecto a la literatura de Borges, en relación con la filosofía: “No se si es necesario decir que la idea de que una literatura debe definirse por los rasgos diferenciales del país que la produce es una idea relativamente nueva; también es nueva y arbitraria la idea de que los escritores deben buscar temas de sus países.... Creo que Shakespeare se habría asombrado si hubieran pretendido limitarlo a temas ingleses, si le hubiesen dicho que, como ingles, no tenía derecho a escribir Hamlet, de tema escandinavo. O Macbeth, de tema escocés”. Es imposible exigir a nuestros intelectuales buscar una uniformidad en el pensamiento y en la producción, sería anquilosado exigir el cliché o la estampa propia. Las posturas nacionalistas al acogerse a la tarea que le corresponden deben de asimilar principalmente lo sostenido por José Martí “Pinta tu aldea y serás universal”. Muchos años que venimos izando la bandera de Puno, pero el desmemoriado pensamiento limeño cree aun vivimos la época de los grupos humanos del Perú autónomo. José Luis Rénique, publicó “La Batalla por Puno”, su contenido en el trasfondo es la expresión del desprecio que siempre ha existido por Puno y por los indígenas, para este cometido utiliza trabajos de los mismos puneños para que aparezca como autoatentado, “Yo fui Canillita de Maritegui” de José Luís Ayala, muestra según Rénique, que el indio siempre estuvo al servicio de los mestizos y criollos, Mariano Larico, es un líder indiscutible del movimiento aymara, esa es la postura auténtica que se muestra en la obra de Ayala.

En el libro, se plantea una interrogante ¿Filosofía Andina o Filosofía Incaica?, para responder cita a Josef Estermann, pensador que intenta ser explicativo, muy a pesar de sus ambivalencias en su libro “Filosofía Andina”. José Luis Velásquez, afirma “Existen diferentes intentos por elaborar una filosofía incaica o una filosofía inca” más adelante explica “Las fuentes para la filosofía andina son (como para toda filosofía auténtica) prefilosóficas, o mejor dicho: extra filosóficas: la experiencia concreta del pueblo andino, vivida dentro de ciertos parámetros espacio temporales. No se trata de una filosofía de segundo orden que se basa en textos filosóficos ya elaborados”. Existen categorías establecidas para afirmar si hubo, y existe una filosofía andina o incaica, o simplemente es un osado postulado para zanjar una grieta en el pensamiento de lo occidental. No tuvimos la calidad de los pensadores grecolatinos, ni hubo escritura en el pasado, sin embargo muchos años después planteamos la consistencia del pensamiento andino, que incluso ha recreados mitos como el Inkarri, o en el caso nuestro el Kollarri. Existen complejos intencionados para negar toda posibilidad de debate sobre la filosofía andina. Al publicarse la investigación de José Luis Velásquez, se apertura el debate y la probablemente consolidación de un pensamiento andino.



EL HOMBRE EN LAS CONCEPCIONES OCCIDENTALES Y ANDINAS
(Fragmento del libro : “El Hombre y el Cosmos en la Concepción Filosófica Andina”)

La “cultura” es sin duda es un referente legítimo. Pero el querer mantener la cultura como centro y punto de partida de todo proceso dialógico. Raul Fornet es en este sentido más concreto y radical que Mall, cuando nos habla de la posibilidad de una filosofía intercultural que “descentre la reflexión filosófica de todo posible centro predominante”. Lo que se propone es “sentar la reflexión filosófica en el momento de la interconexión, de la Inter.-comunicación”. Para ello Fornet necesita, naturalmente, “renunciar a pensar con un solo modelo teórico-conceptual que sirva de paradigma interpretativo”, resabio posmoderno que le impide, en definitiva, liberarse plenamente del concepto de centro de la modernidad. Es así como puede concluir que en la nueva filosofía intercultural “la voz de cada uno es percibida al mismo tiempo como un modelo de interpretación también posible” con la expresión “modelo de cultura también posible”, no se refiere Fornet, por supuesto, sólo a la realidad de su existencia, sino también a su potencialidad como cultura digna de asumir. Es decir, se habla de una convergencia que parte de la igualdad de las culturas que entran en diálogo (aunque ello no es sino un referente ideal).
Antes de proseguir se hace necesario problematizar esta posición desde dos frentes: el primero, el más obvio fuera del escenario teorético de la abstracción filosófica, es el de reiterar de nuevo que en la realidad social actual no existen las culturas primarias, que sólo existen procesos interculturales más o menos pronunciados; encuentro ya se ha dado, el discurso ya está formulado en el sentido de un proceso intercultural. El segundo aspecto que necesitamos problematizar es aquel que pide que la voz de cada cultura se perciba como posible modelo; es decir, que como nota previa al encuentro renunciemos a un “modelo teórico-conceptual”. Desde un referente cultural, el requisito se presenta sin duda como necesario, pero si reconsideramos el referente ineludible de todo discurso filosófico, la estructura en castas o la posición de la mujer en la cultura hindú, por ejemplo, no puede ser considerada en ninguna convergencia intercultural como modelo potencial.

Fuente : Semanario "La Nueva Prensa"

Cuento de Darwin Bedoya

Inventario del Silencio

Cuento(*)

Por Darwin Bedoya

II

Lectura ancestral

”Tú misma eres irreversible, demasiado auténtica, casi de papel,

y yo parezco un garabato mal trazado,

trazado con nervios en la punta de los dedos”.
D. Maguiña

No se enamoró de ella, sino de su sombra.
La iba a visitar al alba, cuando su amada era más larga.

A. Jodorowski

“EN LOS ÚLTIMOS DÍAS SE CONVERTIRÁN EN UN TERRIBLE OLVIDO. Tendrán una colección de recuerdos hechos de tristeza. Serán los mejores tipos en escribir la más grande historia, pero de desamor.

“Se irán transformando en el único motivo que destruye hasta la más inmensa dulzura. Poco a poco su vida se tornará en una playa seca y ausente, sin ningún horizonte ni resplandor. Aquello que alguna vez los ató, sin duda será la lección de su vida. Las cosas que eran ligeras para ustedes, se convertirán en la carga más pesada.

“Si alguna vez no se pidieron nada, absolutamente nada, fue porque todo lo llegaron a tener, después, lo más seguro es que se pedirán tantas cosas, pero con rencor. Si alguna vez estuvieron juntos y no sintieron que invadían sus territorios, pronto se mirarán y verán que uno invade al otro. Si antes se buscaban sus ojos, mañana no querrán ni siquiera verse. Si ahora son todavía amigos, después de hoy no se podrán ver porque cada uno querrá matar al otro. Harán trizas esos artefactos que llaman celulares cada vez que uno de los dos intente llamar al otro, solo por no oír su voz. Inclusive las llaves de aquella casa en que viven, ninguno la podrá guardar en el bolsillo, se perderá ‘misteriosamente.’

“Finalmente, si antes podían morir de amor, ahora, entenderán que pueden vivir toda una vida entera sin él. Y, si todas las cosas anteriores eran fáciles para los dos, desde hoy o mañana mismo, se harán tan difíciles que creerán que son imposibles de hacer.

“Por eso, no me queda sino decirles que acaben pronto con esta aventura. Nada es para siempre. Despídanse pronto, ahora que aún son amigos y que se pueden mirar, hablar, tocar el uno al otro…”

Pusieron tres monedas sobre unas arrugadas manos que ya estaban extendidas, (fue el precio convenido por saber lo que decían las hojas sagradas sobre el futuro de los dos) se miraron por un instante y salieron del toldo, casi temblando. Lo último que vieron fue que el viento se llevaba dos hojas de coca lejos de las demás y que la anciana sonreía mientras ellos se iban, todavía cogidos fuertemente de la mano.

(*) Estos cuentos integran el volumen AUNQUE PAREZCA MENTIRA, la colección de textos breves que ya están en prensa. Saldrán a luz bajo el sello editorial de LAGOCULTO EDITORES.


Comentarios (4)

ALGUNA VEZ TENÍA QUE SER
escrito por Adán,

Acabo de leer este pequeño relato, me parece que está bien escrito; sin embargo, me llama la atención el eje temático que vertebra el texto, es, sin duda, un buen logro, especialmente por su corte andino. Si fue escrito en Puno o Juliaca, al menos saben algo de cuento, porque en poesía , les falta mucho.
Adán Gonzáles
...

escrito por El ambulante,


yo tambien acabo de leer este relato... felicitaciones Darwin¡

el adonis
escrito por el comerciante,

Sé que los escritores poir el departamento de Puno son unos acomplejados en su mundo andino. Y este cuento Bedoya, me recuerda a uno que leí hace tiempo en la revista mundial "Selecciones", sé que la estructura del relato a veces cambia de cuento en cuento pero hay que tener mucho cuidado con los Plagios que últimamente estan haciendo desasnar a más de un cuentero; ojala que me equivoque con Bedoya. Pero felicitaciones y la valentia que debe tener por mostrarnos su calidad, aunque me gustaria saber más de este tipo que escribe como los dioses. O plagea como los tontos.


Sigue adelante ..
escrito por Demos..,

Caminante, caminos haces al andar, me causa sumo placer su desarrollo literario ... espero que pronto sea tu madurar .. No desfallescas..