miércoles, 31 de octubre de 2007

Sobre el encuentro de escritores de Juliaca

Aspecto vomitivo: II encuentro de escritores, Juliaca 2007

Es como del quien se masturba con la almohada,
y entre sus piernas
caballo blanco, la masturbación


El aspecto vomitivo fue, asistir al II Encuentro Internacional de Escritores, Juliaca 2007, que se proponía a crear o contribuir la conciencia crítica del participante o lector, pero a saber: La polémica sirvió para que algunos de nosotros, tontamente, pensáramos que la discusión podía crecer y ganar altura; sirvió para que picáramos los anzuelos de diversos escritores que querían hacernos saber lo descontentos que estaban de su suerte; sirvió para que nuestros antagonistas de la literatura (ANEA San Román) obtuvieran su ansiada cobertura a costa de organizar este encuentro (deseo cumplido); sirvió para que enunciaran su visión muy decrépita y discriminatoria de la literatura puneña; sirvió para catapultar por cualquier vía, penosa, aunque a las nuevas carreras literarias de jóvenes como nosotros; sirvió para que se publicaran más agravios; sirvió para darle tribuna a los “oxidados” zampones; sirvió para sacar del olvido a poetas de dudoso numen; sirvió para el ejercicio del más descarado autobombo: ANEA San Román. Sirvió, en fin, para calentar la sangre y provocar un desembalse de todo orden de resentimientos.

Pero, sin duda, sirvió para divertir y horrorizar a los lectores. Y sirvió, por último, para hacerme reír con ganas y, en forma simultánea, para hacerme sentir (al igual que muchos, me imagino) enormemente apenado y desazonado. Y en tanto, quienes participaron en esta polémica vacía de vagas palabrerías, sólo han pintado retratos de sí mismos a través de sus palabras. Con lo que dijeron y con lo que callaron, con claras o absurdas tesis literarias, unos y otros ensayaron su “fe embrutecedora”, y algunos pocos que miramos callados, por último, nos sirvió para hacernos reír con ganas y en forma simultánea, y ¿se debe uno reirse tanto?, porque se debe estar apenado y desazonado con obvia actitud culpable; empero. ¿No se debió evitar el roche de estos alcornoques? ¡Qué mentes mastusbatorias estuvieron, ahí! Y así, disimulando su gambeta: II Encuentro de (...) ANEA San Román.

No se preocupen, sólo se volverán anécdotas, las ofensas vertidas por los asistentes o quizá (es lo más probable) se desmenucen con el viento como los vacíos y calcinados carapachos de los cangrejos. Sin embargo, y lo digo sin la menor animosidad, tampoco soy timorata, para callar esto; nada halaga tanto como que alguien nos insulte con tanta mezquindad y desesperación, aunque pobre este, Filonilo Catalina. Hasta hace pensar que algo bueno de uno ha de estar molestándolo. Lejos de las posiciones de quienes aquí intervenimos, lejos de las flamantes simpatías y antipatías, con los chilenos, sólo quedarán recuerdo de su visita (lo único que realmente importa), si es que algo queda.

Éste, arequipeño de paparruchas: Filonilo quiso injustamente comparar las obras o textos poéticos de los que le antecedieron en su lectura, con el caballo blanco de su culo. Bueno, ya me di cuenta que estamos en el tren de odiosas comparaciones. Y en mi poesía (Paranoia, Licnobio, u otros) porque no hacer comparaciones con esas composiciones que la hacen a (gitanitas, plantitas, cerritos y otras pampitas), pero no es necesario hacer comparaciones, ¿para que?, porque el correr de los años se encargará de decidir su validez. ¿Qué obra de los escritores puneños actuales tiene posibilidad de sobrevivir? ¿Qué texto poético se seguirán leyendo y cuáles permanecerán como un vetusto recuerdo de 'lo que debía hacerse'? El tiempo sabrá decidir. El tiempo, implacable a la hora que se hacen vacías; cuando estos fenecerían.

En tanto y mientras, pasada este espectáculo de sonambulismo, ha llegado la hora de decir como en el poema de Juan Gonzalo Rose: querido cuerpo mío, continuemos viviendo. Y con ello adherir mi verso: Quien no sabe que vive en el sueño, esta mañana no sabe, si es la vida o la ilusión, porque alguien que muere por morir es el hombre viviendo su sombra.

(Klair Aquila).