Anónimo dijo...
Amigo Fidel, tu carrera de escritor será penosa. Observo en ti algo que ofende al vulgo, y ese algo será motivo de que te persigan la envidia y la calumnia. Sea el que sea el puesto en que el Parnaso tenga a bien colocarte, tus compañeros te odiarán, y si fingen lo contrario, será para venderte más sobre seguro.
Contra este contratiempo, no te cabe más que un remedio: a nadie recurras más que a ti mismo, a tu inteligencia y a Dios, que te dio, para castigo de tu presunción, esa necesidad de ser aborrecido. Sea pura y limpia tu conducta, que únicamente así conseguirás que, más pronto o más tarde, veas confundidos a tus enemigos.
Ruth Hurtado, poeta paiteña
Hace 1 mes